La pequeña novia del Señor Mu
Capítulo 1478

Capítulo 1478:

Sylvain lanzó un largo suspiro de alivio después de despedir a Camilla y Ursula. La mirada desolada de Úrsula lo llenó de culpa por alguna razón. Un corazón blando era una especie de enfermedad.

Era como un cuchillo, que cortaba su determinación poco a poco y le obligaba a hacer cosas que no quería. Al final, sólo podía intentar endurecer su corazón. Sólo podía pensar en ello y no actuar.

Úrsula no fue con Camilla después de dejar la villa.

Camilla preguntó desconfiada: «¿Adónde vas? ¿No me llevas al hotel? ¿Y si me encuentro con gente mala? No conozco el camino».

Úrsula se detuvo un momento antes de decir: «No pasa nada. No habrá gente mala en pleno día. Dile al taxista que vaya al hotel. Como mucho, te estafarían unos dólares. Tengo asuntos importantes que atender. Te veré pronto en el hotel».

Camilla frunció el ceño.

“En realidad… yo tampoco quiero que papá y tú se divorcien. Pero, ¿Qué puedo decir? Le has mentido. Deberías haberle hablado de tu hijo desde el principio. Puede que no seas mi madre biológica, pero sé que has sido buena conmigo en los últimos años. Has hecho mucho más por mí que mi padre. Convenceré a mi padre para que te dé una pensión si te divorcias de él. No puedo dejar que tus años de esfuerzo se vayan por el desagüe».

Úrsula no estaba segura de si le conmovían las palabras de Camila, pero sintió lágrimas en los ojos.

“No hablemos de estas cosas. Adelántate, yo me iré cuando subas al coche».

Cuando el taxi se marchó, Úrsula finalmente rompió a llorar. Incluso Camilla, su hijastra que no tenía lazos de sangre con ella, pensaba que era maravillosa por cumplir con su deber de madrastra. Sin embargo, nunca había cumplido sus deberes de madre con Sylvain, su hijo biológico. Se sentía culpable, pero tenía más miedo de perder todo lo que tenía.

No quería volver a perderlo todo. Había abandonado a Sylvain y se había marchado del condado para escapar de una vida de pobreza. No le fue fácil enganchar a un extranjero rico, desde luego no iba a permitirse volver a su estado original.

…

Ursula tomó un taxi hasta Tremont Enterprises. Esperó media hora en la planta baja de la Torre Tremont hasta que Davy la acompañó arriba.

Recuperó la compostura y reprimió las emociones negativas evidentes en su rostro en cuanto puso un pie en el despacho de Mark. Sonrió alegremente mientras decía: «Señor Tremont, por fin nos conocemos. Ver para creer. Tiene tanto éxito a pesar de su corta edad. Es admirable».

Mark se sentó en la silla de su despacho, con aspecto ligeramente indolente. Tamborileaba suavemente con sus definidos dedos sobre la mesa.

“¿Eres la madre de Sylvain? Nunca le había oído hablar de usted. Por cierto, he recibido su correo, pero no veo la necesidad de responderle. Deberías tener algo de experiencia en los negocios, estos asuntos no se arreglan con un simple correo electrónico», dijo Mark en un tono carente de emoción. Sin embargo, cada palabra parecía cruel.

La sonrisa de Úrsula se congeló en su sitio.

“Eh… tiene razón, Señor Tremont. He sido desconsiderada».

Mark la miró con indiferencia.

“Si tienes algo que decir, dilo. Estoy muy ocupado».

Úrsula se serenó y estaba a punto de hablar cuando Arianne empujó la puerta y entró en el despacho.

Arianne ya conocía a Ursula. Ursula incluso había menospreciado a Arianne. Sin embargo, en estas circunstancias, no tuvo más remedio que actuar como si nada hubiera pasado.

“Esta debe ser la Señora Tremont, ¿Verdad? Hola”.

Arianne asintió y sonrió, dando a Ursula una respuesta a medias. Había oído que Ursula había venido a ver a Mark, así que se había apresurado a acercarse. Ursula estaba obviamente aquí para hablar de Sylvain. No había informado a Mark de su plan con Sylvain y temía que Mark los descubriera sin saberlo.

La mirada de Mark se suavizó cuando vio a Arianne.

“¿Qué haces aquí de repente? ¿Ha pasado algo?»

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