La pequeña novia del Señor Mu
Capítulo 1333

Capítulo 1333:

Alejandro exhaló un largo suspiro.

“Lo sé, ¿De acuerdo? Pero ¿Por qué tiene que pelearse Melanie conmigo por una mujer que nunca podré tener, eh? Claro, podría haber sido mi plan recuperar a Tiffany para mí, sin importar el coste o el sacrificio. Pero ahora lo veo tan claro: todo se aleja y se aparta. Todo se está desarrollando hacia una imposibilidad.

Esa vieja escoria me había cortado las opciones incluso antes de morir, forzándome a este matrimonio y a tener un hijo que no quería, y luego utilizándolos a ellos y a otras cosas para atarme a hacer lo que quiero. Incluso después de muerto, me atrapó con las acciones de la empresa, ¡Y ahora no puedo cortar mis lazos con los Larks aunque quisiera!», despotricó.

“¡Si no hubiera sido por ese viejo b$stardo, Tiffany y Jackson no se habrían casado! No habrían tenido un hijo. ¡Y yo no me habría quedado con Melanie! Cielos, gracias a él, ahora estoy atrapado en el papel de Alejandro Smith…”.

Jett se sorprendió al oír algo parecido a la resignación en la diatriba de Alejandro.

“Señor Smith, ¿Está… está renunciando a Tiffany?”

Alejandro no dijo nada durante un rato antes de contestar: «Ahora mismo no puedo rendirme del todo, pero cuando veo lo feliz que es con ese Jackson, simplemente… no me atrevo a trastocar su vida. Sí, mis deseos son contradictorios, y tal vez ese viejo muerto tenía razón. Mi terquedad es un arma de doble filo. Al final, ni él ni yo podríamos «ganar» de verdad, y mucho menos ver cumplidos todos nuestros deseos y sueños”.

Jett suspiró.

“Con el debido respeto, si miraras el lado bueno de las cosas, verías que todo está bastante bien, ¿No? Tiffany es feliz con su vida, mientras que tú y la señora ahora tienen una niña, una hija adorable, por cierto. Los dos podrían finalmente asentarse en sus vidas separadas pero alegres. Lo pasado, pasado está, ¿Verdad? Deja ir un apego, y de repente, el mundo se ilumina».

¿Dejarlo todo? Como si dejar ir fuera tan fácil. ¿Y quién puede estar seguro de que el mundo se iluminará sólo porque dejas algo? ¿Y si el mundo se volviera aún más sombrío precisamente porque lo dejas ir y te rindes? ¿Y quién en este mundo podría alcanzar ese elevado ideal de desprenderse de su apego sin momentos de duda y vacilación?

Angustiado, Alejandro cogió un cigarrillo. Pero antes de que pudiera encenderlo, Jett lo detuvo con una advertencia.

“Señor Smith, por favor, piense en el bebé. El humo de segunda mano no es bueno para su salud, sobre todo cuando lo hace en un espacio pequeño y cerrado como un coche. Con el debido respeto, por favor, déjelo hasta que esté fuera».

Alejandro tiró el cigarrillo a un lado y levantó a Melissa antes de burlarse de ella.

“Oh, si lo hubiera sabido, no te habría traído conmigo, ¿Verdad? Pero claro, ¿Cómo iba a dejarte con la terrorífica lunática de tu madre, eh? Dios, mira lo pequeño que eres. ¿Cómo puedes tener un mes y no haber crecido ni un centímetro?”

A Jett, que observaba las payasadas de su jefe desde el retrovisor, le hizo gracia.

“Eh, Señor Smith, esta es la talla habitual para un bebé de apenas un mes. También es muy débil, así que tenga mucho cuidado al cogerla. Además, debería pasar la mayor parte del tiempo durmiendo. Es la mejor manera de que crezca, así que deberías convencerla de que duerma. Y, por favor, no la sostengas así. Su cuello aún no es lo bastante fuerte para sostener la cabeza. Tienes que sostenerla horizontalmente».

Alejandro era un padre primerizo que no se había molestado en aprender a cuidar a un bebé, así que era normal que no tuviera ni idea de lo que había que hacer con él. Era un hombre impaciente, pero consiguió templar su mecha lo suficiente como para seguir las instrucciones de Jett.

Mientras observaba cómo la bola de carne se iba quedando dormida, la capa de hielo que cubría su rostro se fue disolviendo poco a poco. Alejandro no iba a negar el amor paternal a su hija, sobre todo porque él nunca había experimentado nada de eso mientras crecía.

Lo que no tenía, se lo daría a sus hijos en la medida de sus posibilidades. De todas las personas, sabía que había cosas en la vida que, una vez que se pierden, nunca se pueden reemplazar ni compensar.

Llegaron a la empresa. Alejandro se lanzó a ocuparse de todos los asuntos de la empresa acumulados durante los dos últimos días de su ausencia y encargó a Jett que se ocupara de Melissa. Desde la llegada del hijo de Tanya y él, Jett se encargó de cuidar del niño y de repasar sus conocimientos sobre la crianza adecuada. Como resultado, tenía una experiencia satisfactoria en el cuidado de niños.

De repente, sonó el teléfono de su despacho. Alejandro lo cogió al instante y dijo: «¿Sí?”

Era el director de una sucursal de la empresa.

“Hola, Señor Smith, soy el jefe de la sucursal de transportes. Tremont Enterprise está buscando un nuevo socio de transporte, y nuestra empresa es más que suficiente para cubrir sus necesidades con nuestra gran experiencia y cualificación.

El Grupo Tremont incluso mostró interés en una asociación entre nosotros, y estuvimos a punto de firmar un contrato a largo plazo. La suya es una empresa con grandes demandas de transporte de mercancías al extranjero, lo que se traduce en una impresionante fuente de ingresos a largo plazo para nosotros. El problema es que… por alguna razón, en cuanto se enteró de que somos una filial de la Familia Smith, de repente abandonaron el trato».

Alejandro dio un monótono «entendido» y colgó enseguida.

La principal actividad de los Smith solía ser el transporte y la carga, un negocio lucrativo porque permitía hacer negocios lícitos y menos lícitos. También permitía llevar a cabo con relativa facilidad los negocios más clandestinos de los Smith.

Después, los Smith se centraron en las finanzas, pero aún no habían abandonado su negocio de transporte y seguían siendo una de las empresas más grandes y con más experiencia del país en este ámbito. Era más que adecuada para cooperar con la Tremont Enterprise.

En otras palabras, Mark canceló el trato por Alejandro, ¿No es cierto?

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