La pequeña novia del Señor Mu -
Capítulo 1295
Capítulo 1295:
Ella no esperaba que Will le pagara tan rápido.
Hizo una pausa y dijo: «Claro. Te enviaré los detalles más tarde. En realidad… no tenía tanto dinero para dar… Mark ayudó».
Will guardó silencio durante unos segundos. Parecía sonreír, pero su tono sonaba amargo.
“Entonces… por favor, dale las gracias de mi parte. Es muy bueno contigo. Puedo estar tranquilo, ya que no tengo nada que lamentar. Incluso está dispuesto a ayudarme, sólo porque te quiere. He subestimado sus sentimientos por ti».
Arianne no sabía qué decir, así que le contestó con un «mm» y terminó la llamada. Luego, envió los datos bancarios de Mark a Will. No lo hacía para quedar bien con Mark. Así es como debería haber sido en primer lugar. Fue su culpa desde el principio. Ella también había subestimado el amor que Mark sentía por ella.
La figura de Sylvain entró en su campo de visión, justo cuando ella entraba en un estado de aturdimiento.
“Qué casualidad, siempre me topo contigo aquí».
«Te escapas de la oficina en horas de trabajo. ¿Debería descontarte el sueldo?» se burló Arianne.
Sylvain tamborileó suavemente con los dedos sobre la mesa.
“Aquí todos somos diseñadores, relájate un poco. A veces es bueno salir e inspirarse».
Arianne recordó algo y se desplazó hasta el nuevo número de teléfono de Robin.
“Robin trabaja actualmente a tiempo parcial en el restaurante de un pariente. Se está preparando para un examen de certificación de contabilidad, a instancias de su madre. Su familia está organizando su matrimonio. Ha decidido casarse con el primer hombre que les guste a sus padres. Esta vida mediocre no es lo que ella quiere. Te enviaré la dirección de su trabajo a tiempo parcial. Puedes decidir lo que quieres hacer a partir de ahí. No soy casamentera y no me gusta entrometerme, pero es… una pena».
Un destello de luz brilló en los ojos de Sylvain, tan rápido que Arianne casi no lo captó a tiempo.
“Ah, ya lo pillo».
Arianne mantuvo la boca cerrada. A veces, cuanto más tranquilo parecía uno, más tumultuoso era en realidad su corazón.
Sylvain dejó el café cerca del mediodía. Arianne hizo las maletas y regresó a la Mansión Tremont. No era completamente improductiva con Sylvain cerca.
Después de salir del café, Sylvain no volvió inmediatamente a la oficina. En su lugar, se dirigió al restaurante donde Robin trabajaba a tiempo parcial. No aparcó el coche demasiado cerca del escaparate, limitándose a observar la atareada figura de Robin a través de la ventana de cristal. Una miríada de sentimientos llenaba su cabeza, pero no podía ordenarlos todos.
Se alejó después de quedarse un buen rato. No estaba seguro de si debía molestar a Robin en ese momento. Cada vez que la veía, las duras palabras de su madre resonaban en su mente. Tal vez realmente era un idiota que no la merecía. Por muy gloriosa que fuera su vida ahora, nunca podría borrar la oscuridad que yacía en lo más profundo de su ser.
…
Torre Tremont.
El día se convertía lentamente en noche. Mark intentaba decidir si quería ir a casa a cenar.
Justo cuando sacó su teléfono, vio una notificación de transferencia bancaria, más de 3 millones de dólares. No era un ingreso de su empresa, y esa cuenta era un número que le había dado a Arianne. Arianne estaba al tanto de este número.
Ató cabos. Cerró el portátil, se levantó y llamó a Brian al salir, diciéndole que preparara el coche, que volvía a la Mansión Tremont. iba a volver a la Mansión Tremont, inmediatamente.
Brian notó la inestabilidad emocional en su rostro durante el camino a casa, y le preguntó con cuidado: «Señor, ¿Ha pasado algo?”
Mark negó con la cabeza y no contestó. Se preguntaba si ésa era la cantidad de dinero prestada a Will y, de ser así, por qué había ido a parar a su cuenta bancaria…
A su regreso a la Mansión Tremont, entró inmediatamente en la casa sin perder un segundo. Al no encontrar a Arianne en el patio ni en la planta baja, subió al piso de arriba.
Estaba jugando al escondite con Aristóteles. Uno se escondía y el otro buscaba. Sus risas se oían desde lejos.
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