La pequeña novia del Señor Mu
Capítulo 1258

Capítulo 1258:

Robin se sintió ligeramente decepcionada.

“Está bien, entonces… Arianne, tú… no me estás evitando por lo que mi mamá dijo de ti, ¿Verdad? No fue mi intención que eso pasara, realmente no pude evitar que ella dijera esas cosas”.

Arianne se apresuró a decir: «No es nada de eso. No intento evitarte. Le estás dando demasiadas vueltas a las cosas. Ve a comer, volveré en cuanto pueda».

Robin asintió y ambas salieron juntas del despacho.

Arianne realmente no esperaba que Sylvain condujera hasta la oficina y la esperara en la entrada. Miró a su alrededor y suspiró aliviada cuando vio que Robin no aparecía por ninguna parte.

“Date prisa, vamos. Robin viene detrás de mí. No será bueno que nos vea aquí. Me invitó a comer, pero no tuve más remedio que negarme ya que no quieres verla».

Sylvain asintió y se marchó con Arianne.

Sin que ambos lo supieran, Robin lo había visto todo. Se había escondido rápidamente cuando Arianne se volvió para ver si estaba cerca.

No entendía por qué Arianne le había ocultado que estaba almorzando con Sylvain. Eso le dio un gran golpe, haciéndola sentir aún más sola en sus momentos más débiles.

…

Después de pedir la comida en la cafetería, Sylvain se puso a discutir con Arianne sobre las últimas tendencias en moda. Sus opiniones e ideas estaban realmente por encima del resto.

Arianne le escucha atentamente y no tiene más que elogios para él.

“Mark piensa que tus diseños son bastante decentes».

Sylvain suspiró: «¿Para qué? Al final, sigo dependiendo de ti para vender mis diseños. Me siento mal por tener que pedirte siempre ayuda, pero creo que estoy a punto de convertirme en un diseñador fantasma».

Un diseñador fantasma era alguien que publicitaba sus diseños bajo el nombre de otra persona.

Arianne pensó que Sylvain probablemente tendría que ser así durante los próximos años si nada cambiaba. Pretendía guardarse lo que sabía, pero al ver lo abatido que estaba y cómo dudaba de sí mismo, no pudo evitar decirle: «No es tan malo como crees. Mark tiene intención de contratarte permanentemente».

Una expresión de sorpresa apareció en el rostro de Sylvain.

“¿Qué ha dicho? ¿Cómo es posible? Todo el mundo me evita como si fuera una plaga. Por muy influyentes que sean los Tremont, es imposible que cambien por completo la opinión de todo el mundo. Cuanto más grande es la empresa, más importancia le dan a su reputación. ¿Intentas consolarme?”

Arianne le miró.

“¿Parezco el tipo de persona que se preocupa tanto por los demás? No diré palabras sin sentido sólo para consolar a otra persona. Depende de ti creerme o no. El Mark que conozco no diría por descuido cosas que no piensa.

Ya que ha dicho que va a contratarte, naturalmente se saldría con la suya para proteger la reputación de su empresa. Mark no es de los que ven cómo se desperdicia el talento. Si encuentra a alguien con potencial, no le importarán las trivialidades ni la opinión del público».

Un atisbo de esperanza apareció en el rostro de Sylvain.

“Creía que mi vida se había acabado. No esperaba que me dieran una oportunidad como ésta. Gracias, Arianne. Si no le hubieras presentado mis diseños a Mark, no me habrían dado esta clase de oportunidades».

Arianne no se atribuyó el mérito.

“No tiene nada que ver conmigo. Mark se fijó en tus diseños mucho antes de que yo se los enseñara. Le gusta tu estilo. Sólo que no tuvo ocasión de hablar contigo antes de esto.

En cuanto al empleo, probablemente tendrás que esperar a que se calme tu escándalo. Mientras tanto, si estás corto de dinero, puedes vender tus diseños a Mark. No quiero ninguna comisión por ello. Al fin y al cabo, pronto serás empleada de los Tremont y te convertirás en nuestra diseñadora».

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