La pequeña novia del Señor Mu
Capítulo 1235

Capítulo 1235:

Arianne sólo tenía un ligero sueño, así que se levantó cuando oyó sonar su teléfono. Cuando vio que era un mensaje de texto de Robin, se levantó y se dirigió al baño para contestar.

“¿Dónde estás? ¿No fuiste a buscar a Sylvain cuando saliste de la cafetería? ¿Has discutido con tu madre por esto? Iré a buscarte ahora. Me preocupa que estés sola fuera».

Una vez que supo dónde estaba Robin, Arianne se cambió inmediatamente. Pensaba coger un taxi en vez de despertar a Mark, que estaba cansado de trabajar todo el día. No creía que mereciera la pena molestarle.

Justo cuando abría la puerta de la habitación y se disponía a bajar las escaleras, se oyó la voz de Mark.

“¿Con quién has estado contactando en secreto en mitad de la noche? Es más, incluso piensas salir sola a estas horas».

Se dio la vuelta y vio a Mark perezosamente de pie junto a la cuna del bebé mirándola. Incluso había ayudado a cubrir a Smore con una manta. Parecía que Mark ya se había despertado cuando oyó el mensaje de texto, y Arianne parecía ligeramente apenada por ello.

“¿He perturbado tu sueño? La próxima vez dejaré el teléfono más lejos. Deberías volver a dormir».

Mark resopló.

“No cambies de tema. Te estoy preguntando adónde vas y quién ha contactado contigo”.

No había enfado en su voz, sólo somnolencia.

Arianne respondió con sinceridad.

“Es Robin. Está sola fuera en este momento y estoy preocupada por ella, por eso salgo a acompañarla. Deberías volver a dormir. Yo cogeré un taxi hasta allí».

Mark se levantó y se dirigió hacia el armario.

“¿Cómo esperas coger un taxi a estas horas? Yo te llevaré».

Arianne abrió la boca con la intención de rechazar su oferta, pero sabía que no tenía sentido rechazarlo, ya que no había forma de hacer cambiar de opinión a Mark en el momento en que decidía hacer algo.

Mark bostezaba de vez en cuando durante el viaje en busca de Robin. Arianne temía que le distrajera, así que permaneció callada.

Robin estaba en el parque cercano a su casa. Cuando llegaron allí, Mark se quedó en el coche mientras Arianne se bajaba para invitarla a subir con ellos. Robin no se atrevió a gritar ni a decirle a Arianne cómo se sentía porque Mark estaba allí. Robin sólo pudo bajar la cabeza y resoplar tristemente mientras decía: «Siento molestaros a las dos tan tarde por la noche, Arianne».

Arianne se aferró a las manos heladas de Robin y se las frotó.

“Está bien, volvamos primero a mi casa. Tu madre siempre ha mirado por tu bien, como la mayoría de los padres. Es sólo que se había equivocado de camino, así que deja de estar triste. En lugar de ir a la oficina mañana por la mañana, deberías quedarte en casa y descansar bien. Estarás bien cuando te despiertes».

De vuelta en la Mansión Tremont, Mark subió a seguir durmiendo mientras las mujeres se sentaban en el salón a charlar. Basándose en el estado en que se encontraba Robin, era muy probable que no pudiera dormir a menos que despejara todo de su pecho.

Después de comprender toda la situación, Arianne la consoló.

“Tu mamá tiene una mentalidad más conservadora. Siempre has estado escuchando cada palabra que ella dice y tienes casi cero interacciones con cualquier otro varón. Además, nunca te has rebelado contra ella en el pasado.

Ahora que de repente has conocido a Sylvain y le quieres, a veces no vuelves a casa a la hora. Creo que tu madre estaba más preocupada por ti cuando te regañaba. Estamos en una época en la que es normal tener relaciones se%uales antes del matrimonio, sin embargo, no está mal ser más conservadora como forma de ser responsable de tu propio bienestar.

Te sugiero que primero entiendas claramente lo que Sylvain piensa de ti. Si te quiere de la misma manera que tú a él, entonces estarás bien continuando tu relación con él”.

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