La novia vendida al magnate -
Capítulo 20
Capítulo 20:
POV Sofía.
“Solo un poco”.
“Bien… lo mejor sería que no se tocara más para que sanes, pero no es lo que quiero… ni tampoco lo que deseo… y estoy seguro, Sofía, que no podré quitar las manos de ti… así que no tenemos opción”
Miré sus ojos sin saber, y en mi inexperiencia de qué era lo mejor o no. Pero tampoco quería quitar las manos de encima de este hombre, porque no sabía, a ciencia cierta, cuanto iba a demorar esto.
“Entonces… no dejes de tocarme”, su boca se curvó un poco, y luego su mano acercó mi cara, mientras me besó con la misma fuerza, con la que había comenzado en un inicio.
“Espero que… no te canses… y hablo de todo… de todo en lo absoluto”
Mis ojos se abrieron lentamente y di un bostezo para intentar sentarme en la cama, pero inmediatamente sentí una mezcla de satisfacción y dolor entre mis piernas.
Mi cuerpo me recordó todo lo que había sucedido, y como incluso me había quedado dormida apenas unas horas atrás, en medio de la madrugada. Y aunque me sentía adolorida, también me sentía viva de una manera que nunca había experimentado. Sonreí de pura inercia y tuve que negar. Este hombre era de otro mundo.
La puerta hizo clip en el instante y levanté los ojos para ver que Gael entraba, como si hubiese ido a algún sitio. Sin decir una sola palabra, vino a la cama y tomó mi cuerpo para sentarlo encima de él.
“Buenos días”, él me besó abrazando mi espalda y luego se separó, para poner algo en mi boca.
“Trágala”.
Se inclinó un poco para pasarme un vaso de agua, y la bebí enseguida para preguntar:
“¿Qué es?”.
“Te cuidará”.
Me moví un poco ante la incomodidad de mi posición, y Gael frunció el ceño mirando hacia abajo. Sin preguntarme puso la mano en mi centro, y tuve que apresurarme a detenerlo.
“Por favor”.
“Confía en mi”.
“Gael..”., él torció la boca, y luego se pegó a mí mejilla.
“No sabes lo excitante que es saber que te quejas por mi causa”.
Mis ojos se cerraron por un momento, y luego aparté mi rostro para mirarlo.
“¿Qué haremos hoy?”.
“Hoy hay una cena especial en la casa de mi padre”.
Mis ojos se abrieron mucho.
“¿Qué?”
Gael acarició mi mejilla, y luego me miró a los ojos.
“¿Recuerdas que eres mi esposa?”.
“¿Recuerdas que tu padre…?”,
Sus dedos se pusieron en mi boca y negó para interrumpirme.
“No lo menciones de nuevo”.
Literalmente me arrimé para atrás, y me despegué de su lado colocándome de pie. Tenía su franelilla puesta y me crucé de brazos para mirarlo.
“No estoy reclamando tus motivos, Gael… sé que tienes algo en mente con tu padre, y estoy involucrada, pero… no quiero ver a ese señor”.
Gael se levantó tomando mis brazos, y me acercó a él de forma inmediata, tomando mis mejillas, pero yo negué de nuevo.
“Por favor… no quiero volver a ese pasado”
“Sofía, escucha… cuando supe lo que estaba ocurriendo contigo, y que era mi padre del que estabas huyendo… solo vi una oportunidad también para beneficiarme, entonces no solo iba a ayudarte a salir de tu desgracia, también tendría un punto a mi favor y es evidente que tú lo sabía también”.
“Gael”, su mirada se volvió oscura.
“Nuestros acuerdos han cambiado, sí… pero no mis planes… Dime si estás a mi lado o no… si eres mía como lo dijiste”.
“Tú”, ¿Me estás usando?”.
Su mandíbula se apretó mientras mis labios temblaron.
“¿Usando? ¡Eres mía carajo! ¡Mí mujer!”.
“No quiero ver a ese señor”.
“Lo harás, Sofía… eres parte de mí ahora, y te aseguro que tendremos muchos encuentros con él de ahora en adelante. ¿O qué piensas que te vas a ocultar en casa?”.
Mi cuerpo tembló un poco ante su agarre fuerte, pero él lo soltó de inmediato.
“Escucha”, tomó mi rostro.
“Estás conmigo… nadie puede siquiera mirarte. ¿Lo entiendes?”.
Miré los ojos de Gael con un poco de miedo.
“¿Y qué se supone que harás en la casa de la persona que incluso odias?”.
Él me observó y luego gesticulo una sonrisa siniestra
“Voy a joderle la existencia a mi padre… a destruir su postulación del senado… su reputación… voy a acabar con él hasta que esté en la misma miseria que”.
Mis ojos se abrieron un poco pasando un trago grueso, y luego miré la boca de Gael.
“¿Igual que tú?”, terminé su frase.
“Esto no tiene nada que ver contigo, Sofía… pero ahora estás en mi vida… sin embargo, no pensé que huyeras, porque conmigo es todo o nada”, él se quitó de mi frente y se puso su chaqueta y luego tomó su reloj de muñeca.
Caminé en la dirección de sus zancadas y volví a colocarme delante de él.
“Quiero saber… tú lo dijiste… niveles y beneficios…quiero saber… ¡Dime entonces qué debo enfrentarme! ¡Pero no me pongas allí como una tonta donde todos se dan cuenta de que no sé nada de ti!”, mi pecho subía y bajaba y él pareció entenderlo.
Había una lucha interna dentro de él, y luego con sus dedos peinó su cabello para atrás.
“Mi padre es una completa m!erda, Sofía”, se sentó de forma lenta en un sillón, masajeando su sien como si el tema le perturbara, y di los pasos para sentarme en frente y tomar sus manos.
“Se que no quieres contarme todo… que no te sientes preparado, pero necesito saber por qué quieres vengarte de él, de quien debo cuidarme… de quien debo estar alerta, Gael… yo..”., él apretó mis manos, y me miró con fiereza, pero sabía que esa carga no estaba dirigida hacia mí.
“Rafael Bailléres le hizo la vida de cuadros a mi madre, Sofía”.
“¿Es por esa razón que no tienes su apellido?”, él negó.
“Mi abuelo me dio su apellido para proteger los bienes familiares, y mi padre no se negó en lo absoluto…Rafael es un hombre corrupto, depravado, que metió a cuanta mujer dentro de la casa, y trató a mi madre como un trapo”.
Mordí mi boca y bajé la cabeza.
“Pero ella era una tonta”, miré los ojos de Gael.
“Lo siento”, él negó.
“El accidente que tuvo mi madre, y de… mi exesposa…fue provocado por él”.
Mis ojos se abrieron mucho y una sensación se instaló en mi pecho.
“No… ¿Cómo es posible?”, Gael me miró a los ojos, mientras yo podía ver la ira que le generaba la situación.
Y era increíble como podíamos tener panoramas diferentes. Yo anhelaba a mi padre, y él odiaba al suyo.
“Por qué no lo denunciaste… por qué… tu podías”.
“No… no quiero una justicia que se pondrá de su parte y anulará todas las pruebas. Lo más valioso para Rafael, es el poder, y el estatus, y yo, Sofía… voy a quitarle todo… todo lo que anhela, y todo lo que desea, será mío”.
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