La novia más afortunada
Capítulo 992

Capítulo 992:

Cuando Janet se despertó, fue recibida por la brillante luz dẹ la mañana que entraba por la ventana.

La había pasado muy bien la noche anterior, pero ahora le dolía todo el cuerpo y se sentía débil. Brandon, por otro lado, no parecía tener rastro de cansancio.

Él envolvió sus brazos alrededor de ella por detrás y besó su esbelto cuello.

«Seguro que sabes cómo activar el encanto, cariño».

Janet se sonrojó y se escondió debajo de la manta ante el cumplido. Pero se podía escuchar la risa ahogada de Brandon.

Él le entregó su teléfono y dijo: «Alguien te llamó varias veces anoche».

En el calor del momento la noche anterior, Janet nunca tuvo un momento para revisar su teléfono. Cuando miró su teléfono, vio varias llamadas perdidas y un mensaje de Elizabeth preguntando si ella y Brandon estaban bien.

Con una leve sonrisa, Janet dejó a un lado su teléfono y miró a Brandon. Ella le preguntó con curiosidad: «¿Frank ha estado alguna vez enamorado?».

«No estoy seguro”, respondió Brandon con cautela. No conocía la historia romántica de Frank, pero sospechaba que Frank había estado en una relación antes, así que eso era todo lo que podía decir.

Janet estaba acostumbrada a su reticencia en algunos temas. Parecía que no estaba interesado en los chismes en absoluto.

Él la abrazó y dijo: «Pero Frank es un hombre confiable, alguien con quien puedes contar. Eso es seguro».

Janet se giro para mirar a los ojos de Brandon, que estaban llenos de sinceridad. Entonces una sonrisa apareció en su rostro de la nada.

Pensó que Elizabeth finalmente podría haber encontrado un buen hombre.

Cuando llegó el momento de ir a trabajar, bajaron las escaleras para pagar. Brandon le preguntó a la recepcionista: «¿Recuerdas a la camarera de cabello corto de ayer? ¿Todavía está aquí en el trabajo? Necesito preguntarle algo»

Casi todas las camareras tenían el cabello largo, así que cuando Brandon mencionó a la mujer con el pelo corto, la recepcionista sabía exactanente de quién estaba hablando.

Suspiró y dijo; «Lo siento, señor, pero la camarera que mencionó estaba involucrada en un accidente ayer y actualmente está en coma en el hospital».

«Pero ella estaba bien ayer ¿Qué pasó?» Janet exclamó sorprendida.

La recepcionista no pudo darles más información, por lo que llamó al gerente del hotel para que se encargara del asunto. El gerente del hotel reconoció a Brandon y Janet y supo que no eran sus clientes promedio.

Para evitar cualquier publicidad negativa para el hotel, el gerente los invitó a la sala VIP y les explicó la situación en detalle.

«Fue solo un accidente desafortunado. Hubo un problema con las escaleras, pero tendremos más cuidado en el futuro. No se alarme. En nombre del hotel, pido disculpas por cualquier inconveniente o lo que sea que esto pueda tener. Señor y Señora Larson, su estancia en el hotel esta vez correrá por cuenta de la casa. Por cierto, ¿Qué era lo que quería preguntarle?»

El gerente sintió que algo andaba mal en el interés de Brandon y Janet por la humilde camarera.

«No es nada serio, solo algunas preguntas menores», dijo Brandon con una sonrisa, pero tenía profundas sospechas.

El accidente ocurrió en un momento muy conveniente. ¿Fue una coincidencia? ¿O alguien había tratado deliberadamente de evitar que supieran la verdad?

Cuando Janet salió del hotel, no pudo evitar sentirse arrepentida.

«Deberíamos haber encontrado el momento para preguntarle ayer».

Brandon, con una actitud serena, la tranquilizó: «No te preocupes, La persona que mueve los hilos detrás de nosotros eventualmente saldrá».

Janet sintió que Brandon tenía un plan en mente, pero él no le dio la oportunidad de preguntar.

En lugar de eso, sugirió amablemente: «Deja que el conductor te lleve al estudio, Por ahora, regresaré a la compañía».

Abrió la puerta del auto y esperó hasta que Janet estuvo instalada adentro antes de partir.

Entonces Janet volvió al Estudio W Marks.

Al sentarse, Janet fue recibida por una apresurada Elizabeth. Janet no había devuelto la llamada ni respondido a su mensaje, por lo que Elizabeth supuso que Janet y Brandon se habían peleado. Sin embargo, cuando vio a Janet llegar al trabajo en el auto de Brandon, sus preocupaciones se disiparon.

Elizabeth pareció aliviada y cariñosamente le dio un codazo en el hombro a Janet: «No habría pensado que eras tạn hábil para suavizar las cosas. Brandon estaba bastante gruñón ayer. Pero te trajo aquí hoy. Cuéntame, ¿Qué hiciste?».

El rostro de Janet se puso rojo cuando lo cubrió con las manos y dijo: «Acabo de aclarar todo y nos reconciliamos».

«Ah, ya veo», dijo Elizabeth con una sonrisa de complicidad.

Al ver las mordidas de amor en el cuello de Janet, no pudo resistir la tentación de reírse. Quizás fue la mirada conspicua de Elizabeth lo que hizo que Janet se diera cuenta de ellos.

Rápidamente agarró una bufanda del cajón y la envolvió alrededor de su cuello.

«No me mires así todo el tiempo». Janet sostuvo sus mejillas encendidas con sus manos, sintiéndose extremadamente avergonzada.

«¿Vi algo? ¡No! La cuestión es que el gerente de Derek me envió el mensaje de confirmación final, solicitando que comenzara la producción en igualdad de condiciones”, Elizabeth había obtenido con éxito la cooperación.

Exhalando un suspiro de alivio, Janet dijo: «Derek ya no será una espina en nuestro costado».

Elizabeth asintió con una sonrisa y mencionó otra cosa antes de irse.

«Estella llamó al estudio esta mañana a toda prisa, buscándote. Asumo que no pudo comunicarse contigo, así que llamó al estudio. Asegúrate de devolverle la llamada de inmediato, sonaba bastante nerviosa». Janet luego llamó a Estella.

Estella estaba realmente muy ansiosa y su voz era bastante irritable.

«¡Janet! Pensé que habías desaparecido de la faz de la tierra. Recuerda venir a la entrega de premios este fin de semana. ¡Le dije a los organizadores que eres la diseñadora de mi vestido y debes estar allí! “

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