La novia más afortunada
Capítulo 91

Capítulo 91: 

La ciudad tenía unas condiciones climáticas extremas, con veranos abrasadores e inviernos fríos.

En la frutería que había cerca de su apartamento se vendía zumo de sandía helado y el aroma refrescante de la fruta flotaba en el aire.

Janet compró dos vasos de zumo y se fue a casa.

Seguía pensando en los mensajes de Brandon.

Cuando Janet entró en la casa aturdida, vio a Ethan de pie en el balcón, recogiendo ropa seca del tendedero.

Su cabello se mecía con la suave brisa y unos cuantos mechones cubrían sus brillantes ojos.

«¿Qué pasa? Pareces preocupada».

Ethan se sentó en el sofá y puso la pila de ropa a su lado.

Sus ojos caídos le daban un aspecto indiferente y perezoso.

Su magnética voz sacó a Janet de sus pensamientos.

Una punzada de culpabilidad se instaló en su corazón cuando se encontró con su mirada.

Janet sintió que debía decirle la verdad.

Después de todo, ella no había hecho nada malo.

«He estado pensando en el presidente de mi empresa, Brandon Larson». Las cejas de Janet se fruncieron como si fuera algo importante.

Ethan cogió un vaso de zumo de sandía de la mesa, introdujo la pajita en él y se lo llevó a la boca a Janet: «¿Qué?».

Tras dar un sorbo al zumo, Janet encendió su teléfono y le mostró a Ethan la conversación entre ella y Brandon.

«Creo que está siendo demasiado amable conmigo. No parece una conversación profesional en absoluto. Así no es como un presidente habla con sus empleados». Ethan se bebió el zumo mientras leía la conversación.

Se desplazó por la pantalla y leyó los mensajes.

Aunque Ethan había enviado todos los mensajes, tenía que leer la conversación.

Se alegró de que Janet le hubiera dicho la verdad.

Ethan sentía que era una mujer recta y una buena esposa que nunca le engañaría con un hombre rico para obtener beneficios personales.

«Me parece normal. ¿Por qué no aceptas lo que te ha dado? Brandon es una persona influyente. Estoy seguro de que podrá ayudarte en caso de que encuentres algún problema.»

Ethan se recostó en el sofá y su cabello se frotó contra el cuello de Janet.

«Cariño, hueles muy bien».

No podía hablar mal de Brandon, pues equivalía a maldecirse a sí mismo.

Janet frunció el ceño y estudió su rostro.

«¿Es así como te sientes realmente?»

La reacción de Ethan la sorprendió.

Ella siempre había sentido que el hombre era celoso y posesivo, pero ahora parecía extrañamente tranquilo.

«Los maridos suelen alterarse y enfadarse cuando se enteran de que otros hombres intentan coquetear con sus mujeres. ¿Por qué estás tan tranquilo al respecto?» Janet estaba confundida.

Algo parecía sospechoso.

Ethan nunca había reaccionado así.

«Creo que es bastante obvio que Brandon está tramando algo», añadió.

Ethan era lo suficientemente inteligente como para entender la intención detrás de un mensaje.

Janet pensó que él también debía haber percibido que la conversación no parecía normal, pero no podía entender por qué estaba extrañamente tranquilo al respecto.

«Sólo quiere ayudarte, ¿no es así?».

Ethan se encogió de hombros como si no fuera gran cosa.

Aunque no creía haber hecho nada malo, podía percibir el malestar de Janet. Se sentó erguido y se giró para mirar a Janet, que estaba mirando fijamente a sus pies.

Un ceño fruncido delineó la frente de Ethan.

Quería que Janet pidiera ayuda a Brandon si tenía algún problema.

Después de todo, él era Brandon.

Janet se mordió el labio inferior y guardó silencio. No esperaba que Ethan se pusiera de parte de Brandon.

Su reacción la confundió y la molestó, ya que había besado y abrazado a Janet.

Ahora, otro hombre mostraba una extraña preocupación hacia ella.

Pero Ethan lo descartó como un comportamiento normal.

Quizás no soy tan importante para Ethan como pensaba, se preguntó.

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