La novia más afortunada
Capítulo 747

Capítulo 747:

La mujer de la esquina pareció oír la conmoción a sus espaldas, porque miró hacia atrás por encima de su hombro y vio a Laney acercándose a ella.

Se puso en pie de un salto y estaba a punto de huir, pero Laney la atrapó.

Laney la agarró por el abrigo e intentó quitarle la máscara.

La mujer de negro apretó los dientes y luchó contra Laney.

Laney se sorprendió. Esta mujer de negro resultó ser bastante fuerte y se movía con agilidad. Obviamente, era una luchadora entrenada.

Aunque Laney era mejor luchadora que la mujer de negro, ahora estaba embarazada. Ambas lucharon y Laney estaba a punto de tomar ventaja.

Estaba a punto de quitarle la máscara a la mujer de negro. cuando de repente. un carro de comida se dirigía a gran velocidad hacia ellas.

Laney no tuvo más remedio que saltar hacia atrás. La mujer de negro aprovechó para empujar a Laney y luego salió corriendo del restaurante.

En ese momento, cuando Laney corrió hacia la esquina del restaurante, Janet intentó correr tras ella.

Pero antes de poder ayudar, vio que la mujer de negro había empujado a Laney, que entonces cayó pesadamente al suelo.

Sorprendida, Janet corrió a su lado. Laney se hizo un ovillo y se cubrió el vientre, con el rostro pálido como un fantasma. Antes era buena luchadora, pero ahora estaba embarazada y se había vuelto mucho más lenta y débil…

«¡No dejes que se escape!» gritó Laney con dificultad, señalando la dirección en la que escapaba la mujer de negro.

¡Ha estado tan cerca de atraparla!

La guardaespaldas estaba a punto de salir corriendo para perseguir a la mujer de negro, pero Janet la detuvo.

«¡Laney está sangrando! ¡Tenemos que llevarla al hospital ahora!»

La guardaespaldas dudó. Su trabajo era proteger a Janet y atrapar a la persona que intentaba hacerle daño.

«¡Deprisa! ¡Su vida podría estar en peligro! ¡No puedo llevarla sola!» Janet no pudo evitar levantar la voz ante el vacilante guardaespaldas. «Tenemos que llevarla al hospital ahora mismo. Nada es más importante que la vida de mi mejor amiga».

Las lágrimas se agolparon en sus ojos y su voz se volvió ronca. Estaba realmente preocupada por Laney.

Finalmente, la guardaespaldas cedió y llevó a Laney a un taxi mientras Janet subía al otro lado. Juntos, se dirigieron al hospital.

…

La mujer de negro no se detuvo hasta llegar a un callejón apartado, mirando por encima del hombro para ver si alguien la había seguido.

Para su sorpresa, el callejón estaba vacío. La mujer corrió hacia una cafetería cercana. En la esquina más alejada de la cafetería estaba sentada una hermosa mujer, comiendo tranquilamente el postre. Era Vivian.

Vivian levantó la vista con sorpresa cuando la mujer que había contratado se le acercó sin aliento. Dejó la cuchara con el ceño fruncido y preguntó: «¿Qué haces aquí? ¿No te dije que vigilarías a Janet?”

La mujer de negro estaba un poco ansiosa. Se dejo caer en una silla para atrapar el aliento antes de decir finalmente: «Casi me atrapan. Janet no sólo tenía un guardaespaldas a su lado, sino también una amiga que tiene un sexto sentido o algo así. No sé cómo, pero me encontró y dio una buena pelea. Debe haber tenido entrenamiento. Es incluso mejor que yo».

«¿Te vio el rostro?» El ceño de Vivian se frunció. Había perdido el apetito.

«¿No eres una profesional? ¿Por qué no puedes hacer lo que te pedí? La tarea era muy sencilla: asustar a Janet».

La mujer de negro también se quedó sin palabras.

«No me vieron el rostro, pero me diste una información equivocada. Janet no tiene ningún miedo a los fantasmas. Siento que está jugando conmigo cada vez que la llamo».

Con los brazos cruzados sobre el pecho, Vivian se recostó en su silla. se había calmado y parecía estar pensando en algo. De hecho, Vivian no sabía que Janet fuera tan atrevida, pero no podía dejar las cosas al azar.

«Inmediatamente después del incidente de la valla, tiene un guardaespaldas con ella a todas partes. Además, tenía una amiga allí para ayudarla. No es de extrañar que Charis perdiera contra ella».

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