La novia más afortunada -
Capítulo 681
Capítulo 681:
La fachada de calma de Luke se desmoronó poco a poco.
Con ojos llenos de odio, siseó: «He investigado y resultó que alguien había provocado el incendio a propósito. En cuanto descubra quién está detrás de esto, haré que se arrepienta del día en que nació». A Charis se le subió el corazón a la garganta.
No podía dejar que nadie descubriera que era ella quien había planeado este incendio, ¡incluido su propio padre!
Charis levantó la voz de repente y miró a Luke con lástima.
«Papá, ¿Qué sentido tiene? No puedes retroceder en el tiempo y arreglar esto…» Luke no sabía cómo responder.
Al ver a su hija con tanto dolor, decidió no decir nada más. Entre todas las personas que habían entrado en la casa encantada aquella noche, Charis fue la que tuvo peor suerte.
La mayoría de ellos pudieron salir sanos y salvos, mientras que ella sufrió quemaduras de tercer grado y, como resultado, quedó desfigurada.
Durante el proceso de recuperación, Charis estuvo confinada en el hospital de Barnes durante mucho tiempo. Muchos periodistas vinieron a entrevistarla, pero apenas mencionaron algunas preguntas, antes de que Luke los espantara impacientemente.
En su segunda semana en el hospital, Brandon y Janet fueron a visitarla.
Cuando Charis los vio entrar en la habitación, el corazón le dio un vuelco. Un profundo sentimiento de inferioridad la abrumó, la asfixió. Se sintió afortunada de seguir envuelta de pies a cabeza en gasas.
Al menos Brandon no vería sus asquerosas heridas…
«Me enteré por la Señora Turner de que estabas gravemente herida. Le pedí a Garrett que se hiciera cargo de tus responsabilidades por el momento. No te preocupes». Brandon la consoló, de forma formulista.
Mientras hablaba, colocó el ramo sobre la mesa y miró a Charis, que ni siquiera le miraba.
Al ver esto, no pudo evitar fruncir el ceño. Los ojos de Charis estaban pegados a Janet, que estaba de pie detrás de Brandon.
Era un día cálido y soleado, pero Charis estaba temblando. Sus ojos estaban inyectados en sangre por el odio. Deseaba abalanzarse sobre Janet y estrangularla en el acto, pero no tenía más remedio que tragarse su ira por ahora.
Janet vio claramente la ferocidad en sus ojos. Charis. La mujer envuelta en gasas probablemente la odiaba hasta la médula, pero ¿Por qué? Charis era la que estaba detrás del incendio en la casa encantada.
¿Por qué culpó a Janet del fracaso de su plan?
«Al menos has salido con vida». Janet levantó un poco la cabeza y sus ojos recorrieron el cuerpo vendado de Charis. La mayor parte del cuerpo de Charis estaba envuelto en gasas, lo que significaba que probablemente estaba desfigurado por las quemaduras. No había ningún rastro de compasión en el rostro de Janet. Al contrario, estaba encantada.
Charis había lastimado a Janet tantas veces antes, y ahora finalmente era castigada por sus propias acciones. Se merecía el karma.
Charis se burló, apartando la mirada de Janet. Temía que, si echaba una mirada más a la z%rra, se abalanzaría de verdad sobre Janet.
«De todas formas, ¿Por qué estabas allí? Que yo recuerde, ni siquiera entraste en la casa encantada con nosotros». Brandon miró a Charis con calma, aunque había un indicio de intriga en sus ojos.
Charis apartó la mirada y no dijo nada. En realidad, no quería que Brandon la viera en ese estado, pero, pensándolo bien, podría ser una buena idea, una oportunidad para hacer que se compadeciera de ella. Así que puso una sonrisa amarga y lo miró con dulzura.
«Después de que la casa encantada se incendiara, oí que entraste corriendo. Estaba preocupada por ti, así que corrí a buscarte».
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