La novia más afortunada
Capítulo 619

Capítulo 619: 

En la casa de la Familia Lester, Tasha había estado vigilando en secreto a Seth estos días. Todas las noches, él estaba siempre con su portátil en su estudio. Tasha también se dio cuenta de que habitualmente se duchaba por la noche, dejando la puerta del estudio sin cerrar y sin vigilancia. Generalmente, sus duchas duraban unos veinte minutos.

Al ver a Tasha merodeando en la puerta del estudio de Seth una noche, Julia pensó que Tasha se negaba a abandonarlo.

Se acercó enfadada y tiró de Tasha hacia las escaleras. «¿Qué haces fuera del estudio de Seth? ¡No eres más que una fea embarazada y ya no le gustas a Seth! Aunque te quites toda la ropa y te pongas delante de él desnuda, ¡No se interesará por ti!» escupió Julia con arrogancia, cruzando los brazos sobre el pecho.

«Tranquila. Sólo pasaba por el estudio». Tasha no quería discutir con Julia ni tampoco quería despertar las sospechas de Seth.

Mirando el pecho plano de Julia, sonrió con altanería. «¿No te ha dicho Seth que le gustan los grandes pechos?»

Julia miró inconscientemente su propio pecho plano. Sólo entonces se dio cuenta de que Seth rara vez le tocaba el pecho en la cama. Al pensar en esto, su rostro se puso rojo de ira y de vergüenza. Tasha dejó escapar una risita y se marchó.

…

Tras retirarse a su habitación, Tasha envió un mensaje a Ethan para preguntarle cuánto tiempo tardaría en copiar los datos del portátil de Seth.

Ethan le confirmó que, mientras no hubiera demasiados datos en el ordenador, veinte minutos eran suficientes. Incluso si desconectaba el pendrive antes de copiarlo todo, la parte de los datos que se había copiado seguiría estando en el pendrive. Y lo más importante, no quedaría ningún rastro del h$ckeo en el ordenador.

Tasha se sintió aliviada al escuchar esto. Esa noche, Seth terminó de cenar y se dirigió a su estudio como un reloj. Tasha volvió a su habitación y esperó. Pronto oyó pasos fuera de la puerta, lo que significaba que Seth había vuelto a su habitación para ducharse.

Cuando Tasha pasó por la escalera, vio a Julia viendo la televisión en el piso de abajo. Esta era la oportunidad que había estado esperando. Tasha entró de puntillas en el estudio. Se dirigió directamente al portátil de Seth y conectó el pendrive que Ethan le había dado. La pantalla del ordenador parpadeó durante unos segundos. Parecía que el sistema había sido descifrado por el programa del pendrive.

Pronto, una barra de progreso apareció en la pantalla. Tasha se mordía el labio inferior con ansiedad. Cada segundo de espera era una tortura.

Unos minutos después, oyó la voz de Julia desde el exterior del estudio. «Seth, está dentro. La he visto entrar». Todo el color se le fue del rostro. Se movió rápidamente y sacó la unidad del ordenador portátil. Miró alrededor del estudio con pánico, pero no había lugar para esconderse.

El sonido de los pasos acercándose hizo que el corazón de Tasha se acelerara. Sin poder hacer nada, Tasha se puso en cuclillas y fingió que buscaba algo en el cajón. En ese momento, el pomo de la puerta giró. La puerta se abrió de golpe y Seth y Julia entraron.

Al ver que Tasha se levantaba apresuradamente, Julia dio una mirada complaciente a Seth y esperó su reacción.

Estrechando sus insidiosos ojos, la mirada de Seth se desvió entre el portátil y Tasha. A Tasha le brotó un sudor frío en la frente, pero se las arregló para mantener una expresión tranquila mientras deslizaba disimuladamente el pendrive en el bolsillo de su pantalón.

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