La novia más afortunada
Capítulo 606

Capítulo 606: 

Seth se encontró con la mirada de Tasha y dijo sin expresión: «Ni hablar».

Seth era indiferente por naturaleza, pero el niño en el vientre de Tasha seguía siendo suyo. Una familia grande y prominente de Seacisco como la de los Lester concedía gran importancia a la descendencia. Además, era su primer hijo. Seth nunca permitiría que su primogénito viviera con nadie más que con él.

Era su hijo. Simplemente no dejaría que otros se lo quitaran. Él creía que Tasha se consideraba tontamente a sí misma. Una mujer era sólo una herramienta para tener hijos. El niño llevaría su apellido, no el de ella. ¿Qué derecho tenía ella a quitarle el niño?

«El bebé también es mío, Seth. ¿No crees que estás siendo demasiado egoísta? Oh, no importa. De todos modos, nunca lo entenderás».

De repente, Tasha se puso nerviosa. Sus pupilas dilatadas reflejaban el movimiento en el televisor. «Si el niño vive contigo, será imposible que sea feliz. Sólo puedo imaginar lo mal que tratarás a nuestro hijo. El niño se arruinará, o peor: se convertirá en otra máquina sin alma, como su padre».

Tasha cerró los ojos y se estremeció. Si ése era el destino del niño, prefería no traerlo a este mundo.

Seth buscó en su bolsillo el encendedor y la pitillera.

«¿Arruinado? La Familia Lester sólo le dará lo mejor al niño. Eso es mejor que el niño viva contigo, una mujer divorciada». Tasha se quedó sin palabras.

Sabía de antemano que sería inútil razonar con una persona tan poco razonable. Dejó el plato de fruta y se levantó para subir.

«O el niño se queda conmigo o no hay divorcio. Es tan sencillo como eso».

Seth agarró la muñeca de Tasha. Su tono era dominante e inusualmente agudo.

«El niño se quedará con la Familia Lester. No hay lugar para la discusión. Si no estás de acuerdo con el divorcio, de hecho, tengo muchas formas de obligarte a hacerlo».

«¿Qué-qué quieres?» Asustada por la mirada enloquecida de él, el rostro de Tasha palideció.

Al notar que se había puesto pálida, Seth se giró hacia la criada y ladró: «¡Lleva a la Señora Lester a su habitación y pídele al médico que la revise!».

En cuanto terminó de hablar, soltó a Tasha, se dio la vuelta y salió de la villa.

La criada ayudó a Tasha a ir a su habitación. El médico se apresuró a examinar su cuerpo y comprobó que estaba bien. Sólo necesitaba acostarse y descansar un poco.

Cuando el médico se fue, la criada trajo un tazón de sopa tónica para Tasha.

Tasha se lo bebió y se hundió en la cama aturdida. La horrible mirada de Seth que acababa de lanzarle volvía a aparecer en su mente.

Cerró los ojos y se dio unas palmaditas en el pecho para calmar su acelerado corazón. Pasó mucho tiempo antes de que finalmente cayera en un sueño inquieto.

A la mañana siguiente, Tasha planeó empacar sus cosas y mudarse. Como Seth no quería dejarle al niño, tuvo que idear otra solución. Justo cuando llevaba su equipaje empacado a la puerta de la villa, fue detenida por dos guardaespaldas

«Señora Lester, por favor, quédese en la casa. El Señor Lester ha dicho que no puede ir a ninguna parte hasta que acepte que el niño sea criado por la Familia Lester».

Los guardaespaldas empujaron directamente a Tasha y su equipaje hacia la villa. Tasha estaba tan enfadada que se sentía asfixiada. Al dar un vistazo a la sala de estar, descubrió que había más cámaras de vigilancia instaladas.

Inmediatamente comprendió lo que estaba pasando.

Apuntó a una cámara y gritó histérica: «¡Seth, eres un b$stardo inhumano! ¿Cómo te atreves a encarcelarme?»

No podía creer que Seth no sólo enviara gente a vigilarla, sino que también instalara cámaras de vigilancia para controlar todos sus movimientos en cualquier momento.

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