La novia más afortunada
Capítulo 577

Capítulo 577: 

Laney supo al instante que algo no cuadraba, pero no tuvo tiempo de averiguarlo.

«Esta es mi casa. No importa la clase de disputa que tengan, resuélvanla en otro lugar». Laney apretó los puños y habló clara y concisamente.

«¡Cállate, z%rra! Greg es tu novio, ¿Y qué?» A sus compañeros les ladró: «¡A por él!».

En un abrir y cerrar de ojos, el resto de los matones se adelantaron.

Laney y Greg eran superados en número. Peor aún, esos hombres estaban armados. No podía derrotarlos a todos ella sola.

Además, con Greg escondido detrás de ella, no podía salir corriendo.

Agarró a Greg por el cuello y lo arrastró hacia la ventana del salón. Los hombres se acercaron a ellos.

Para ganar tiempo, Laney cogió una silla y la lanzó hacia ellos. Le gritó a Greg: «¡Salta por la ventana! Te cubriré».

Greg levantó el cuello y dio un vistazo por la ventana. Al instante, su rostro palideció. Estaban en el tercer piso. Aunque el suelo de abajo estaba cubierto de hierba, aún existía la posibilidad de que muriera si saltaba…

«¡No no puedo! Estamos demasiado arriba». La voz de Greg era temblorosa.

Laney estaba ocupada luchando contra estos fuertes hombres con sus propias manos, pero sabía que no iba a durar.

«Voy a saltar sin ti. Si te matan, no voy a volver para identificar tu cadáver». Greg todavía estaba dudando cuando Laney apretó los dientes y le empujó por detrás.

«¡¿Por qué te quedas ahí parado?!»

Greg dejo escapar un grito desgarrador mientras los dos saltaban juntos por la ventana. Aterrizaron en el césped y rodaron.

La caída parecía haber sacado todo el aire de Greg, porque estaba tirado en el césped, inmóvil.

No fue hasta que Laney lo puso en pie de un tirón que pudo ponerse en pie: «¡Corre! ¡Es sólo cuestión de tiempo que esos hombres te atrapen!». Laney estaba sudando profusamente por la pelea, pero no tenía tiempo para preocuparse.

Agarró a Greg del brazo y corrió. Pronto, los hombres los alcanzaron, acorralándolos en un callejón.

Laney no tuvo más remedio que luchar. Apretó los dientes y comenzó a atacar a los hombres.

Los hombres no eran matones comunes. Obviamente, habían tenido un entrenamiento formal antes. Afortunadamente, Laney era una luchadora hábil.

En pocos minutos, consiguió derribar a tres hombres, pero pronto, se vio arrinconada. Miró a Greg, que estaba detrás de ella. Quería pedirle ayuda.

Tal vez juntos, los dos tendrían una oportunidad. Sin embargo, lo que vio la dejó sin palabras. Greg estaba encogido detrás de ella, temblando como una hoja.

El corazón de Laney se hundió. Sabía que no podía contar con él. Justo cuando estaba a punto de perder la esperanza, una voz se escuchó desde la entrada del callejón.

«Un grupo de hombres acosando a una mujer sola. Oh, la humanidad». De pie en la entrada del callejón con un bate de béisbol en el hombro, Garrett chasqueó la lengua con decepción, Se había quitado las gafas y parecía mucho menos gentil que de costumbre.

«¿Así que este es vuestro caballero de brillante armadura?» Todos los hombres dieron un vistazo a Garrett y se echaron a reír. Luego se abalanzaron hacia él.

Laney estaba sorprendida. Le gritó ansiosa: «¿Qué demonios estás haciendo aquí? ¡Te van a matar!»

«¡Estoy aquí por ti!» Agitando el bate de béisbol en su mano, Garrett luchó contra los hombres.

Laney se unió a la lucha, y pronto, se pusieron espalda con espalda. «No te preocupes. He llamado a los refuerzos». Garrett le gritó en medio del alboroto.

Garrett había intentado llamar a Laney después de enterarse de que Greg se había mudado a su casa, pero nadie respondió a su llamada. Preocupado, fue a ver cómo estaba y vio a esos hombres atacándola.

Antes de salir de su coche, llamó a sus hombres. Garrett trató de rechazar a estos matones lo mejor que pudo, pero al fin y al cabo eran luchadores entrenados. Uno de los hombres consiguió asestarle un golpe directamente en la espalda durante la pelea.

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