La novia más afortunada
Capítulo 428

Capítulo 428: A Barnes

Janet se despertó al día siguiente con una aguda punzada en los ojos.

Entró en el baño y se miró en el espejo. Tenía el cabello enredado y los ojos inyectados en sangre e hinchados. Tenía un aspecto terrible.

«Sólo piel y huesos», murmuró, pellizcándose el brazo y forzando una sonrisa.

De repente se dio cuenta de que no tenía nada de qué preocuparse.

Sólo tenía veinte años, aún le quedaba mucha juventud por derrochar, por no hablar de que le esperaba toda una vida por delante.

Janet se sumió en sus pensamientos. Nunca había tenido mucho desde que era una niña.

Cuando estaba en la escuela primaria, tenía una caja de lápices favorita con un hermoso diseño de Barbie. Jocelyn acabó tirándola por despecho y, aunque Janet se sintió desgarrada por la pérdida, al final se olvidó por completo de la chuchería.

Tal vez Ethan fuera igual que esa caja de lápices

Además, se había empeñado en mantener su verdadera identidad desde el principio.

Janet no quería pensar que se debiera a algún recelo por su parte, pero no podía culparlo si ese era el caso.

Con renovada determinación, abrió su ordenador y procedió a enviar su currículum a empresas de diseño de todo el país. Poco después, recibió un aviso para una entrevista de Flying Kite, un famoso establecimiento de Barnes.

La cuestión, sin embargo, era que no les había enviado su currículum.

Curiosa, Janet abrió el correo electrónico para confirmar su contenido. Efectivamente, el director de recursos humanos de Flying Kite expresaba su aprecio por sus diseños, e incluso mencionaba que era consciente de que su antiguo superior en el Grupo Larson no tenía más que elogios para ella.

Se le ocurrió entonces que ya había hablado con Tiffany sobre el cambio de trabajo.

¿Fue Tiffany quien la recomendó a Flying Kite?

La gratitud floreció en el corazón de Janet. No había esperado que alguien más en el Grupo Larson se preocupara de verdad por ella, aparte de Gerda.

La Empresa de Diseño Flying Kite era segunda solo ante el Grupo Larson. Porque se dedicaba principalmente al mercado exterior, y no era especialmente conocida en el ámbito local. Pero Janet había visto sus diseños, y estaban a la altura de los del Grupo Larson

Y aquí estaba ella ahora, mirando su invitación y la impresionante paga que estipulaban.

Janet se lo pensó un segundo antes de decidirse a aceptar la invitación. De todos modos, tenía pensado marcharse y le ofrecían un sueldo muy atractivo. Dadas sus habilidades y experiencia, estaba casi segura de que iba a conseguir ese trabajo.

Y lo que es más importante, Barnes estaba situado en el norte, mientras que Seacisco estaba en el sur.

Cuando se instalara en Barnes, Hannah también podría venir y quedarse con ella.

Janet no empacó mucho. Sólo trajo algunas cosas necesarias, que ni siquiera requerían una maleta. Ethan ya se había ido a la empresa a primera hora de la mañana.

Sin decírselo a nadie, reservó un billete de avión por Internet y tomó un taxi hasta el aeropuerto.

De camino, llamó a Tiffany. «Gracias, Señorita Fisher. He recibido una oferta de Flying Kite y estoy de camino al aeropuerto mientras hablamos. ¿Puede enviarme los formularios necesarios para presentar la renuncia? Me temo que no tengo tiempo de pasarme por la empresa».

«Ya veo, por supuesto. Te deseo un buen viaje y un brillante futuro por delante». Su conversación fue breve. Después de colgar, Tiffany se quedó pensativa.

No estaba segura de por qué Janet le había dado las gracias. ¿Era por una cuestión de formalidad? En realidad, era neutral en cuanto a si Janet debía irse o quedarse, y sólo le sorprendía saber que Janet ya había tomado una decisión tan audaz pronto.

Laney se escondió detrás de un gran pilar mientras veía a Janet atravesar la entrada del aeropuerto. Inmediatamente envió un mensaje a Ethan, y luego siguió a Janet al interior.

Ethan le había ordenado que vigilara a Janet e informara de todos sus movimientos. Al principio Laney había pensado que Janet simplemente iba a dar un paseo, ya que ésta no llevaba equipaje. Pero la frialdad de Laney pronto se desmoronó cuando se dio cuenta de que se dirigían al aeropuerto.

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