La novia más afortunada
Capítulo 405

Capítulo 405: 

Desanimada, Janel volvió a la empresa

En ese momento, Gerda estaba ocupada dibujando algunos diseños. «Tiffany quería verte. Dijo que te pasaras por su despacho en cuanto volvieras», dijo.

Janet miró el despacho de Tiffany durante unos segundos, se levantó y se acercó de mala gana.

«¿Vuelves luego de 50 años? Parece que no has encontrado ninguna prueba» Tiffany estaba leyendo un documento mientras hablaba. Ni siquiera levantó la cabeza, pero sabía que era Janet la que había entrado en su despacho.

Janet respondió: «Necesitaré unos días más, pero te conseguiré las pruebas que necesitas».

Tiffany dejó escapar un suspiro. «Me inclino a confiar en ustedes, pero cada uno le da su propio giro a lo que realmente ocurrió anoche. Como no hay ninguna prueba concreta, como tu superior, tengo que quedarme objetiva en esto. No puedo hacer mi juicio basado en prejuicios personales. Sólo trata de encontrar una prueba que apoye tus afirmaciones».

Janet se quedó en silencio por un momento ‘Parece que Tiffany está diciendo que no tomará ninguna acción contra este asunto a menos que encuentre pruebas’.

«De acuerdo, lo entiendo». Las lágrimas brotaron de los ojos de Janet cuando salió del despacho de Tiffany.

Después de esa interacción, Janet trabajó en la empresa con normalidad.

Lamentablemente, el asunto aún no había terminado. Como habían perdido la prima trimestral, todos sus compañeros del departamento de diseño le guardaban rencor y descargaban su ira contra ella. Aunque no había ninguna prueba que demostrara quién mentía, la mayoría de sus compañeros estaban de parte de Patty.

La razón principal era que Patty era la novia del director de operaciones del Grupo Larson. Y ahora, ella y Janet estaban enfrentadas.

Ninguno de los empleados se atrevía a ofender a alguien más influyente y poderoso que ellos.

Patty no se peleó con Janet por esto. Incluso actuó como si fuera la persona más importante al decir: «Aquí todos somos colegas. Creo que es mejor que todos seamos amables. Entiendo que hay muchos rumores circulando sobre Lind. Aunque no me sorprende que haga algo así, dejémoslo pasar y sigamos adelante».

Gerda se sentó en su propio puesto, estirando el cuello para poder dar un mejor vistazo a Patty.

Patty habló tan alto que todos los presentes en el despacho debieron oírla. Haciendo un puchero, Gerda bajó la cabeza y le dijo a Janet: «¡Qué hipócrita es! Una vez la oí hablar mal de ti a tus espaldas. Les dijo a nuestros compañeros de trabajo que te faltaba un tornillo y que eras demasiado orgullosa para tu propio bien».

Janet, por su parte, se limitó a seguir esbozando sus diseños en su puesto de trabajo en silencio.

A raíz de este asunto, vio los verdaderos colores de Patty.

“Tarde o temprano, encontraré las pruebas que apoyen mis afirmaciones. Por ahora, ignorémoslas y concentrémonos en nuestro trabajo, ¿de acuerdo?» respondió Janet con indiferencia.

Gerda dejó escapar un suspiro. ‘Janet es tan fácil de intimidar’, pensó. Por culpa de Patty. Janet se había convertido en la persona más odiada del departamento de diseño,

Aunque los demás no lo decían abiertamente, realmente odiaban a Janet. Incluso alguien tan despreocupada como Gerda podía ver claramente que Janet estaba siendo aislada por todos los demás. No sería una exageración decir que Janet se había visto atrapada en un terrible aprieto en todo el departamento de diseño, Gerda era la única dispuesta a hablar con Janet ahora.

Janet fingía que aquello no le afectaba, pero en realidad, le mermaba el ánimo. Justo cuando su estado de ánimo se agravó, su teléfono vibró sobre la mesa. Janet se quedó mirando el identificador de llamadas durante unos segundos.

Era una llamada de Ella Davian, su antigua compañera de universidad.

Janet se quedó pensativa un momento. Rara vez había contactado con sus compañeras de universidad desde que se graduaron, y menos aún con alguien con quien no se llevaba bien como Ella.

Ella era su compañera de cuarto en la universidad. Habían tenido algunos conflictos en el pasado, por lo que su relación no era muy buena.

Janet quería ignorar esta llamada. Pero, por educación, descolgó el teléfono.

«¿Por qué has tardado tanto en contestar al teléfono, Janet?» Ella, como siempre, estaba de mal humor. No podía soportar la idea de que otros la ignoraran

«Lo siento, estaba demasiado ocupada para darme cuenta enseguida». Janet respondió con poca sinceridad.

«No pasa nada. Me enteré por otra compañera de clase que ahora trabajas para el Grupo Larson. ¿Significa eso que te va muy bien?» Ella habló con bastante calidez por teléfono. «El sábado por la noche habrá una fiesta de reunión de nuestra antigua promoción. Tú deberías venir. No lo olvides».

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