La novia más afortunada
Capítulo 376

Capítulo 376: 

Janet no tenía ni idea de lo que había pasado fuera.

Sumida en su propia ansiedad, se encerró en casa. Cerró todas las cortinas, sumiendo la habitación en sombras deprimentes.

La nevera estaba vacía. Ethan salió a comprar comida. Cuando Janet se asomó a través de la cortina para mirar al exterior le saludó el crepúsculo invernal, que parecía muy nocturno.

Todavía había un gran grupo de fans asediando el barrio, especialmente su edificio. Janet suspiró.

Estaba a punto de mirar hacia otro lado cuando una nueva ola de conmoción pareció agitar a la multitud. Todos seguían muy agitados. Estaban mirando algo en sus teléfonos y discutiendo animadamente entre ellos. Sin embargo, las pancartas de «Janet, discúlpate» habían desaparecido, y ya nadie gritaba ni maldecía en la ventana de Janet.

Janet sintió que la turba enfurecida ya no estaba molesta con ella. Parecían haberse calmado un poco. Los guardias de seguridad hicieron sonar los silbatos y dispersaron a la multitud.

Finalmente, pudieron abrir un camino a través de la puerta. Entonces sonó el teléfono de Janet.

Como la habitación estaba tan silenciosa como una tumba, el sonido sobresaltó a Janet. Se apresuró a buscar su teléfono y contestar la llamada.

Era Laney.

Desde que Janet y Laney se separaron en la escalera, no se habían puesto en contacto. Janet pensó que, dado que ahora era el blanco de las críticas públicas, podría meter a Laney en problemas si seguía comunicándose con ella.

«¿Janet? ¿Has comprobado tu teléfono?» Preguntó Laney con voz excitada, lo cual era raro. Normalmente hablaba con un tono monótono e indiferente.

«No. Ethan me quitó el teléfono y cortó la conexión a Internet. Tenía miedo de que me pusiera aún más ansiosa si revisaba mi teléfono», respondió Janet, bajando los hombros.

«Entonces enciende la televisión y mira las noticias».

«Lo siento, no creo que sea una buena idea. Ahora mismo no estoy de buen humor. Si veo las noticias ahora, puede que tenga que pedir un largo permiso después», dijo Janet como si estuviera bromeando. No quería que los demás pensaran que se preocupaba demasiado.

Laney dijo con una sonrisa en la voz: «No se trata de ti. Se trata de Emani. Anoche, muchas noticias contra Emani fueron expuestas al público, y ahora está siendo criticada en línea. Creo que verla en la televisión te hará sentir mejor». Las palabras de Laney le recordaron a Janet las extrañas escenas de hace un momento en el piso de abajo.

Cogió el mando a distancia de la mesa de té y encendió el televisor de mala gana. Emani estaba en todas las noticias. Su sucio pasado había salido a la luz y muchas personalidades influyentes de la televisión la condenaban y la calificaban de mala influencia cuya inmoralidad no tenía límites.

La atención del público se centraba ahora en Emani. Parecía que todo el mundo se había olvidado de Janet.

Janet estaba aturdida. No podía creer que hubiera sobrevivido a una situación tan desesperada. No entendía cómo habían cambiado las tornas de repente, pero se sentía inmensamente aliviada.

Cambió a otro canal de televisión. En él se emitían noticias de alguien que decía estar presente en el pintoresco lugar turístico donde Emani sufrió el accidente.

Publicó un vídeo que había grabado en ese momento. Emani y Janet aparecían en él, y estaban junto al lago.

El ángulo era perfecto, y captaba lo que realmente ocurrió entre Janet y Emani ese día.

Janet no había tocado a Emani en todo el tiempo. Fue Emani quien tomó la mano de Janet y pareció usar mucha fuerza.

Janet parecía un poco incómoda en el vídeo, pero antes de que pudiera hacer nada, Emani ya había caído al lago.

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