La novia más afortunada
Capítulo 347

Capítulo 347: 

Cuando Tyler recibió la llamada de Janet, se alegró, pensando que había saldado todas sus deudas.

En sus primeros años, Tyler fue atraído por un casino y se convirtió en un adicto al juego cuando trabajaba con los gamberros del pueblo hace varios años. Más tarde, se trasladó a otro lugar para jugar, y sus deudas se fueron acumulando con el paso de los años. Los cobradores le perseguían como depredadores a la espera de atrapar a su presa.

Justo cuando Tyler se preguntaba qué hacer, oyó a unas personas de su pueblo decirle que su madre, a la que había abandonado hacía años, tenía una nieta prometedora. Le dijeron que trabajaba en el famoso Grupo Larson y que era la amante del presidente de la empresa. Su madre parecía llevar una vida cómoda gracias a ella. Tyler se puso celoso; sentía que la vida era injusta. ¿Cómo podía su madre llevar una buena vida cuando él sufría? No era de extrañar que su madre no se hubiera molestado en buscarlo. Resultó que ella vivía una vida espectacular y no lo necesitaba más.

Cuanto más pensaba Tyler en ello, más se enfadaba. Se había escondido para escapar de las deudas, durmiendo bajo el puente junto a los mendigos. Su vida no era mejor que la de un perro callejero.

Por lo tanto, decidió volver con su madre. Hannah tenía el corazón blando. Si él se reponía y fingía pasar página, ella lo perdonaría en un santiamén. Además, Janet era rica ahora. Era la amante del presidente y ciertamente no le faltaría dinero. Su deuda era sólo una gota de agua para Janet.

Como era de esperar, Janet había accedido a prestarle cincuenta mil dólares sin dudarlo mucho. Cincuenta mil dólares eran sólo la punta del iceberg de sus deudas de juego. Sólo quería utilizarlos para tantear el terreno y ver qué hacía Janet. Cincuenta mil dólares no eran ni mucho menos suficientes para saldar las deudas de juego que había acumulado a lo largo de los años. Sin embargo, mientras Tyler seguía pidiendo dinero prestado, para su sorpresa, Janet se negó a prestarle dinero y dijo que encontraría la manera de ayudarle.

De hecho, Tyler se sorprendió de que Janet pudiera ayudarle en primer lugar. El casino estaba formado por todo tipo de personas, y sólo unas pocas podían opinar sobre las cosas. No podía entender cómo Janet podía ser tan capaz. Más tarde, después de pensarlo mucho, Tyler llegó a la conclusión de que probablemente ella pediría ayuda al presidente del Grupo Larson. Así conseguiría rescatarlo de un problema tan grave.

El Grupo Larson era una de las empresas más reputadas de todo el país. Tyler pensó que sería mejor que Janet consiguiera de alguna manera que el casino condonara sus deudas de juego. Teniendo todo esto en cuenta, Tyler decidió dejar que Janet interviniera.

Sin embargo, para su total consternación, Janet le llamó y le informó de que tenía que pagar las deudas a plazos. El corazón de Tyler se hundió de abatimiento.

Llevaba toda la vida sin hacer nada. Era demasiado perezoso para trabajar duro y pagar la deuda con su escaso salario.

«Esta deuda de juego es demasiado». Tyler suspiró. «Me llevará varios años pagarla en pequeños plazos. Ya que tienes la capacidad de persuadir a la gente del casino para que me permita pagar la deuda a plazos, ¿Por qué no les pides que me condonen toda la deuda?»

La imprudencia de Tyler disgustó a Janet. «¡Eso es imposible!», espetó ella con frialdad, «Un casino nunca permite a nadie pagar a plazos. Intenté por todos los medios mover algunos hilos para ayudarte y finalmente accedieron a hacer una excepción. ¿Cómo pretendes que te condonen las deudas por completo?».

Janet quería colgar el teléfono de inmediato. Intuyendo que Tyler era un hombre notorio, le advirtió: «Mira, Tyler, he hecho lo mejor que he podido para ayudarte. Esto es todo. No vuelvas a venir a pedirme dinero. Encuentra un trabajo serio y paga todas las deudas sin molestar a Hannah». Con eso, colgó el teléfono.

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