La novia más afortunada
Capítulo 324

Capítulo 324: 

Ethan frunció los labios. Volvió a mirar a Janet en la cocina y luego abrió la puerta de cristal para salir al balcón se sorprendió un poco al ver que Patrick le llamaba.

Era invierno y el viento frío no perdonaba. Ethan se asomó al balcón, dejando que el viento le moviera el cabello.

«¿Por qué demonios contestas el teléfono fuera? ¿No hace frío ahí fuera?» La voz de Janet rompió el silencio.

Ethan estaba ensimismado en sus pensamientos y no se dio cuenta de que Janet abrió la puerta y asomó la cabeza.

Entrecerrando los ojos con desconfianza, miró el teléfono que Ethan tenía en la mano.

Volvía a contestar el teléfono en el balcón. ¿Era Charis la que llamaba de nuevo?

«Es Patrick Lester». Divertido por la expresión extravagante de su rostro, la atrajo hacia sus brazos y finalmente contestó el teléfono.

«Ethan, ¿Por qué demonios me has hecho esperar?» La voz irritada de Patrick llegó desde el otro lado de la línea.

«Estaba ocupado hace un momento», se limitó a responder Ethan.

A Patrick le importaba un bledo lo que estuviera haciendo Ethan. Había algo de lo que tenía que hablar con Ethan, así que fue directamente al grano.

«Se acerca el cumpleaños de tu abuela y le vamos a hacer una fiesta. Quiere que tú y tu mujer estén aquí».

Sin esperar la respuesta de Ethan, colgó bruscamente.

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Janet había escuchado la voz fuerte de Patrick. Levantó la vista hacia Ethan y preguntó vacilante: «Entonces, ¿Iremos?».

Ethan la abrazó más fuerte y suspiró. «Iremos. Patrick rara vez me pide que vaya. No habrá más que problemas si le desobedecemos. Además, hace mucho tiempo que no veo a mi abuela. Es justo que esté allí en su cumpleaños».

Janet le sonrió dulcemente. «Se nota que le tienes cariño».

Era cierto que la expresión de Ethan se suavizaba cuando hablaba de su abuela.

Nora Lester, la abuela de Ethan, era una pariente lejana de la Familia Larson. Había conocido a la madre de Ethan cuando era una niña. Aunque no aprobaba lo que había hecho Patrick, no podía hacer nada contra las decisiones de su hijo.

Siempre había sentido pena por Ethan y solía enviarle dinero en secreto.

Era la única Lester que se preocupaba por Ethan.

Pensando en esto, Ethan apoyó su barbilla en la parte superior de la cabeza de Janet. «Es una señora amable», dijo con calma.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se vieron, demasiado tiempo.

«No hablemos aquí. Hace mucho frío». G!mió Janet, con el castañeteo de sus dientes.

De repente, se le ocurrió una idea. Gritó: «¡Los huevos! Me había olvidado de ellos».

Se soltó del abrazo de Ethan y corrió hacia la cocina a toda prisa.

Ethan la siguió. Miró fijamente a Janet, que estaba muy nerviosa, y no pudo evitar sonreír. «¡Chica tonta! Te he dicho que vigiles los huevos».

Sacudiendo la cabeza, la apartó suavemente mientras él mismo limpiaba el desorden en la cocina.

Haciendo girar los pulgares, Janet se quedó en un rincón, observando inquieta cómo Ethan limpiaba después de ella.

«Lo siento. Creía que estabas hablando con Charis, así que me precipité hacia ti y me olvidé de que estaba cocinando».

Ethan lo había adivinado. Tras secarse las manos recién lavadas, levantó los ojos para mirar a Janet con seriedad.

«La culpa es mía. No te di la suficiente sensación de seguridad». Tras decir eso, extendió los brazos y dijo suavemente: «Ven aquí».

Janet obedeció y apoyó la cara en su pecho, sonrojándose ligeramente.

Luego, pensando en la invitación de Patrick, murmuró: «Los Lester te tratan mal, especialmente Ritchie. Te odia y acabo de meterle en un problema. Seguramente nos guarda un gran rencor. ¿No pasará algo malo si vamos allí?»

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