La novia más afortunada
Capítulo 304

Capítulo 304: Sentimientos encontrados

Ritchie retrocedió unos pasos conmocionado. Exasperado, miró a sus hombres, que estaban todos tirados en el suelo y gimiendo de dolor.

«¿Dónde los has contratado?», preguntó incrédulo.

La voz de Ethan era tan fría como el hielo. «Son mis amigos».

«¿Tus amigos? ¡Ja! Deben ser unos perdedores sin trabajo como tú». Aunque Ritchie estaba un poco asustado y nervioso, se negó a mostrarlo. Miró a los ‘amigos’ de Ethan con condescendencia. Después de todo, Ethan era un perdedor. Tenía sentido que sus amigos fueran todos unos matones.

Ethan no respondió. En su lugar, pidió al hombre que estaba detrás de él que se ocupara de Laney. Luego, tomó la mano de Janet y dijo suavemente: «Vamos a casa».

Ritchie se sorprendió aún más. ¿Era éste realmente el Ethan que él conocía? ¿Cómo se atrevía a faltarle el respeto así?

Ritchie se enderezó el traje y se dirigió a la puerta del salón privado: Pasó por delante de Ethan y chocó con su hombro deliberadamente. Dirigió una mirada de reojo a Ethan, con los ojos llenos de odio. Crujiendo los dientes, Ritchie dijo: «Debes sentirte bien contigo mismo, teniendo un grupo de matones como amigos. Sólo recuerda: no eres más que un pobre e impotente perdedor. Te juro que te haré la vida más miserable de lo que es ahora».

Ethan se burló. Bajo el ala de su gorra, sus ojos brillaban con frialdad. Tenía una mano en el bolsillo mientras la otra sostenía la mano de Janet. Ignorando a Ritchie, miró hacia los demás y dijo: «Vamos».

Ayudaron a Laney a entrar en el coche. Estaba cubierta de heridas sangrientas, pero su rostro estaba pálido como un fantasma.

«Laney, aguanta un poco más. Ya casi estamos en el hospital». Con lágrimas en los ojos, Janet intentó rápidamente presionar algunos pañuelos contra las heridas de Laney para detener la hemorragia.

Incluso los labios de Laney no tenían color, pero sus ojos estaban inyectados en sangre. No respondía a Janet y miraba al techo del coche con desgana. Parecía tener un dolor insoportable. Hizo un gesto de dolor y frunció el ceño, mientras su cuerpo temblaba ligeramente.

Con una cara larga, Ethan miró hacia el conductor y le dijo con severidad: «Ve a casa de Frank lo más rápido posible».

Antes de que llegaran a su destino, Laney se había desmayado en el coche por la excesiva pérdida de sangre. Sosteniendo a Laney en sus brazos, Janet trató de limpiar sus heridas. Miró a Ethan y pareció querer decir algo, pero se detuvo al pensarlo. Lo más importante ahora era que Laney recibiera tratamiento lo antes posible. Janet no tenía tiempo para interrogar a Ethan.

Pronto, Laney fue llevada en silla de ruedas a la sala de urgencias del hospital de Frank. Tras un examen exhaustivo, Frank sacudió la cabeza y chasqueó la lengua mientras salía de la sala de urgencias.

«Has estado aquí varias veces últimamente. Debes tener muy mala suerte, Ethan».

«Basta de tonterías. ¿Cómo está ella?» A decir verdad, Ethan no estaba realmente preocupado por Laney, pero ver la mirada asustada de Janet le hizo sentir pena.

«Estará bien».

Al oír esto, Janet finalmente dejó escapar un suspiro de alivio. «Quiero verla».

«Ahora no. Necesita descansar». Frank sacudió la cabeza con firmeza.

Janet no tuvo más remedio que volver a sentarse y esperar distraídamente. Como si pudiera sentir la tensión en el aire, Frank miró a Ethan con conocimiento de causa y luego se fue.

Esto dejó sólo a Janet y a Ethan en el pasillo. Ethan frunció los labios y bajó la cabeza. Después de pensar durante un largo rato, levantó la vista hacia Janet para decirle algo, se encontró con que ella lo miraba interrogante.

Con los puños apretados, Janet exigió: «Ethan, ¿Qué pasó exactamente entre tú y Ritchie?».

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