La novia más afortunada
Capítulo 276

Capítulo 276: 

Era la primera vez que Jocelyn veía a Luke en ese estado. Aunque era gordo y viejo, era un caballero y rara vez le gritaba. Ella siempre había pensado que él mantendría su impecable comportamiento de caballero.

Se quedó momentáneamente aturdida, pero consiguió volver a sus cabales casi de inmediato. Fiona le había enseñado a hacerse la mansa y dócil delante de los hombres, así que cambió su mirada por una de lástima y queja.

Se sujetó el dobladillo del vestido y dijo en tono recatado: «No era mi intención que esto sucediera. No es cien por cien seguro, después de todo».

¿Cómo podía Luke creer sus palabras? Él sabía muy bien que ella debía de haberse quedado embarazada a propósito porque quería tener un hijo suyo para unirlos.

Ni siquiera podía soportar su mirada.

Otra razón por la que la había escogido para ser su amante era porque pensaba que era estúpida y que no le causaría ningún problema. Sin embargo, eso no podía estar más lejos de la realidad

Catherine, la esposa de Luke, estaba sentada, sorbiendo su té como si nada hubiera pasado. Como si pensara que el té estaba un poco amargo, se metió en la boca una pequeña golosina.

Jocelyn se puso aún más nerviosa cuando Luke siguió sin decir una sola palabra. Cayó de rodillas ante él, le agarró la muñeca y le suplicó: «Señor Turner, por favor, por el bien de este bebé no nacido, tenga un poco de piedad».

A Catherine todo esto le parecía soso y aburrido. Después de todo, ya había pasado por esto en varias ocasiones.

Dejó el minipastel en la mano, se limpió los dedos con una servilleta, se cruzó de brazos y preguntó con una sonrisa: «Luke, la señorita está embarazada de tu hijo. ¿Qué vas a hacer?»

«¡Te he advertido una y otra vez que no puedes quedarte embarazada, pero no has hecho caso y has venido a montar una escena delante de mi mujer!». Dijo Luke con rencor, dirigiéndole una mirada frígida. «Te daré algo de dinero como compensación. Vete a ab%rtar. No vuelvas a acudir a mí nunca más».

Jocelyn no podía creer lo que oía. ¿Cómo podía ser tan cruel con ella? Se acercó, se agarró a su muslo y gritó.

«Señor Turner, ¿Cómo puede ser tan despiadado? Esta es su carne y su sangre. ¿Cómo puede matar a su propia sangre?» Las lágrimas llenaban sus ojos hasta el borde y se desbordaban continuamente.

Lo que había sucedido ahora era completamente contrario a sus expectativas. Sin embargo, Luke hizo oídos sordos a sus palabras.

Se deshizo de sus manos, miró a Catherine y le dijo respetuosamente: «Lo siento. Me ocuparé de esto lo antes posible».

Catherine respondió con calma: «Acabo de comprar esta casa y aun así se las ha arreglado para encontrarme aquí tan fácilmente. ¿De dónde crees que sacó la noticia?».

Luke comprendió inmediatamente. Llevaban años casados y se conocían muy bien.

«Me ocuparé de ello cuando vuelva», prometió.

Catherine agitó la mano y dijo con una sonrisa. «No pasa nada. Puedes ir a hacer tu trabajo. Yo me ocuparé.

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