La novia más afortunada
Capítulo 258

Capítulo 258:

Después de un momento de vacilación, Adolf dijo: «Para ser sincero, esto ha ocurrido antes, Señorita Turner. Algunos empleados simplemente tienen un rendimiento excepcional, y nuestra empresa les ofrece la oportunidad y las recompensas adecuadas para ayudarles a crecer.»

Su afirmación irritó a Charis. «Pierce, no estoy pidiendo tu opinión».

Adolf llevaba muchos años trabajando en el Grupo Larson, así que se daba cuenta de que Charis tramaba algo. Lo más probable era que la empleada la hubiera ofendido.

Al notar su vacilación, Charis le recordó: «Te ayudé una vez cuando estaba en el extranjero. Me debes un favor». Adolf se quedó sin palabras.

Estaba en deuda con Charis. Además, ella había hecho una gran contribución al Grupo Larson. Aunque no era tan poderosa como Brandon y Garrett, también ocupaba una posición importante en la empresa. Por lo tanto, Adolf no se atrevió a ofenderla.

«Sí, Señorita Turner. Me encargaré de esto.» Adolf sintió que algo iba mal, pero no tuvo más remedio que hacer caso a Charis. Suspiró y fue a reunirse con Tiffany.

Tiffany estaba revisando los últimos borradores de diseño en su despacho. Sus ojos se abrieron de par en par cuando vio a Adolf. «Señor Pierce, puede llamarme si necesita algo. ¿Por qué tomarse la molestia de venir hasta aquí para verme?»

Ella ya se había presentado ante Adolf, y él podía citarla en su despacho si quería decirle algo. Tiffany no entendía por qué estaba aquí.

«Acabo de almorzar, así que pensé en pasarme por tu despacho a la vuelta. Me he enterado de algo esta mañana y quería saber más al respecto».

Adolf retiro una silla y se sentó frente a Tiffany. Sería demasiado formal y llamativo llamar a Tiffany a su despacho, así que decidió venir a verla en persona.

Tiffany estudió su rostro por un momento y asintió con seriedad. «Claro, ¿De qué quiere hablar?».

Adolf se rascó la barbilla y fue directamente al grano. «He oído que has nombrado a Janet Lind como directora del proyecto del Grupo Perkins. Bueno… el proyecto es muy importante para nosotros, y Janet no está cualificada para llevarlo. Ella ha estado con nosotros sólo por unos meses. Otros diseñadores experimentados siguen trabajando en el proyecto. ¿No crees que es un poco precipitado ponerla al frente de este proyecto?».

Un ceño fruncido delineó la frente de Tiffany. «Creo que Janet es competente».

«No me parece una buena idea. Me parece un poco injusto para los otros diseñadores». Adolf sacudió la cabeza con preocupación.

Tiffany se dio cuenta de que Adolf era firme con su decisión. Además, era su superior, así que no se molestó en seguir discutiendo con él.

«De acuerdo, designaré a un diseñador experimentado para que se encargue de este proyecto».

Al oír eso, Adolf asintió y se fue.

Janet estaba entusiasmada con el nuevo proyecto. Estaba ordenando alegremente los documentos que podría necesitar.

Justo entonces, Tiffany llamó a Janet a su despacho. «Bueno, nuestro superior sigue pensando que eres un poco inexperta para manejar este proyecto, así que hemos decidido nombrar a un diseñador más competente para que se haga cargo del proyecto».

Tiffany suspiró y palmeó el hombro de Janet. «Lo siento. Eres capaz y tienes talento. Estoy segura de que tendrás la oportunidad de demostrarlo en el futuro».

La sonrisa de Janet se desvaneció y la emoción de su corazón murió en un instante.

Bajó la mirada para ocultar su decepción. «Lo comprendo. Prometo esforzarme más en el futuro».

Tiffany le apretó el hombro para tranquilizarla. «Estoy segura de que lograrás algo en esta industria. Todo ha sido culpa mía. No debería habértelo contado hasta que no hubiéramos tomado la decisión».

Janet esbozó una sonrisa irónica y salió del despacho de Tiffany. Después de respirar profundamente, volvió al escritorio y se desplomó en la silla abatida.

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