La novia más afortunada
Capítulo 2007

Capítulo 2007:

El corazón de Janet bailó al contemplar la escena que se desarrollaba ante ella, un testimonio no sólo del triunfo del amor, sino también de la alegría que seguía a cada lucha. Las palabras de Frank despertaron algo en lo más profundo de su ser, un sentimiento que seguramente resonó aún más profundamente en Elizabeth. Apoyada en el sólido pecho de Brandon, Janet sintió un nudo en la garganta y los ojos se le llenaron de lágrimas.

«Frank, normalmente tan reservado, me sorprendió con su calidez. Es un alivio saber que Elizabeth está en buenas manos».

Brandon inclinó la cabeza para mirarla y sacó un pañuelo del bolsillo. Con tierno cuidado, apartó las lágrimas que adornaban sus mejillas, y sus ojos se llenaron de afecto al contemplarla.

«Ya eres mayor, pero las lágrimas siguen apareciendo cada día».

Las mejillas de Janet se calentaron con una tímida sonrisa al encontrarse con su mirada. «El romance de Frank me llegó».

«¿En serio?» Brandon le pellizcó la mejilla juguetonamente. «¿He perdido mi toque? ¿O es que has olvidado lo romántico que puedo llegar a ser?».

«No», respondió Janet con mirada inocente, los ojos muy abiertos y serios.

«Entonces dime, ¿quién crees que es más romántico, Frank o yo?». Brandon insistió, con un reto juguetón en los ojos.

Janet soltó una carcajada ante la pregunta de Brandon, con un brillo juguetón en los ojos. Levantó la mano, agitándola dramáticamente delante de su nariz. «¿Huelo celos en el aire?»

¿Cómo podía Brandon pasar por alto su juguetona burla? Con fingida indignación, alargó la mano y le pellizcó ligeramente la cintura. «¿Te burlas de mí? Esta noche aprenderás la lección».

Janet, que tenía unas cosquillas increíbles, esquivó rápidamente su pellizco juguetón. «Vale, vale, estaba bromeando. Pero de verdad, ahora eres prácticamente una figura paterna-¿por qué sigues tan celoso como antes?».

Una vez que se calmaron las bromas, la conversación giró en torno al próximo programa de estudios en el extranjero de Frank y Elizabeth. A Janet se le encogió el corazón de emoción. La inminente partida de su querida amiga le tocaba la fibra sensible, llenándola de una profunda tristeza ante la idea de despedirse.

Brandon envolvió a Janet en un suave abrazo, ofreciéndole consuelo con sus palabras. «Si alguna vez los echas de menos, súbete a un avión. Dado tu embarazo y tus restricciones para viajar, me encargaré de conseguir un avión que los traiga de vuelta cuando quieras».

En medio de su conversación, llegaron en silencio a un lujoso restaurante, el coche se deslizó hasta detenerse en la entrada.

Frank organizó una gran fiesta de despedida en el restaurante, a la que invitó a familiares y amigos suyos y de Elizabeth, quizá con la esperanza de que la ocasión fuera memorable y festiva.

Cuando llegaron al lugar, se encontraron con que casi todo el mundo se había reunido ya, lo que aumentó el ambiente festivo.

Garrett se acercó a ellos con un vaso de vino tinto en la mano. «Elegantemente tarde, ¿eh? Eres la última pieza del puzzle».

Se da la vuelta y levanta la copa para llamar la atención. «Ahora que todo el mundo está aquí, empecemos. Brindemos por Frank y Elizabeth: ¡que su viaje al extranjero sea tranquilo y lleno de infinitas oportunidades!».

A continuación, levantó el vaso y se lo bebió de un trago, señalando el comienzo de la celebración.

Garrett tiró de Frank en un abrazo despreocupado antes de volverse hacia Elizabeth con un guiño juguetón. «Sabes, esas chicas internacionales son bastante abiertas de mente. Elizabeth, vigila de cerca a Frank».

Elizabeth clavó los ojos en los de Frank, su mirada transmitía un mensaje significativo que lo decía todo.

Frank dio un codazo en el pecho de Garrett, reprendiéndole con una sonrisa burlona. «¿Crees que soy tan travieso como tú?»

La mirada de Garrett se dirigió instintivamente hacia Laney. «¡Ignora eso! Hace tiempo que me retiré de mis días de playboy».

La sonrisa de Brandon contenía un atisbo de preocupación cuando se dirigió a Frank. «Si alguna vez tienes problemas en el extranjero, sólo tienes que decirme mi nombre. Tendré a alguien allí enseguida».

Frank asintió agradecido y volvió a levantar el vaso. «No te preocupes. Tengo pensado montar mi propia empresa después de mis estudios. Cuando llegue el momento, te agradeceré cualquier recurso que puedas proporcionarme».

Con una leve sonrisa en los labios, Brandon pellizcó ligeramente el hombro de Frank.

«Si planeas quitarme recursos, prepárate para un poco de amor duro».

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar