La novia más afortunada
Capítulo 1967

Capítulo 1967:

A la tenue luz de la madrugada, los incesantes llantos del bebé taladraban la cansada mente de Norma. Se quedó tumbada, frustrada y desesperada, pensando en el niño cuyos llantos parecían interminables. ¿Acaso era de Tyler?

Norma tenía dos novios cuando se quedó embarazada. Cuando buscó el apoyo de ambos, sólo recibió negativas. Había pensado en interrumpir el embarazo, pero no tenía dinero para abortar.

Tras el nacimiento del bebé, Norma pensó en Tyler, que ahora estaba entre rejas. Se mudó con Hannah mientras contemplaba su próximo movimiento. Janet quería hacer una prueba de paternidad. Si Tyler no era el padre, la situación de Norma empeoraría.

Desesperada, decidió robar a la familia White y desaparecer. Los llantos del bebé eran cada vez más fuertes, lo que se sumaba a su punzante dolor de cabeza. La presión era excesiva.

Despertada por el ruido, Hannah abrió la puerta con voz preocupada. «¿Qué ocurre? ¿Por qué llora tan fuerte el bebé?».

Norma, exhausta y cansada, se encogió de hombros. «¿Cómo voy a saberlo? A lo mejor sólo está inquieto. El llanto me está matando. ¿Podrías cuidarle un rato? Necesito un poco de aire fresco». Le entregó al bebé y se escabulló con su bolso. Mientras tanto, los criados se afanaban en preparar el desayuno, ignorantes de la inminente marcha de Norma. No tenía intención de quedarse con el niño. Lo único que ansiaba era escapar del caos.

Fuera, Norma se apresuró a llamar a un taxi. «Al aeropuerto, por favor. Rápido».

Cuando el taxi se alejó, se sintió aliviada y sucumbió a un sueño largamente esperado tras una noche agitada.

Norma se despertó cuando el chófer anunció su llegada.

Salió del coche, estirándose perezosamente, sólo para darse cuenta de que esto no era el aeropuerto después de todo, sino un centro de pruebas.

Frotándose los ojos con incredulidad, Norma observó los alrededores y se sorprendió al ver a Janet acunando al bebé y a Brandon apostado en la entrada. Varios guardaespaldas de aspecto severo introdujeron a la desconcertada Norma en las instalaciones, a pesar de sus protestas.

«¿Por qué demonios me ha traído aquí el conductor?», preguntó.

Con el bebé en brazos, Janet explicó: «Puede que no lo sepas, pero los chóferes de fuera de la villa son empleados nuestros. Cuando te vieron durmiendo la siesta en el coche, me avisaron».

Una pizca de fastidio se deslizó en la voz de Janet mientras continuaba: «¿Y por qué abandonaste al niño y huiste? ¿No es de Tyler?».

«¡Claro que sí!» insistió Norma con firmeza.

Al notar la falta de remordimiento de Norma, Brandon intervino: «Lo sabremos muy pronto, después de la prueba de paternidad. Ya he dispuesto que las muestras de sangre y pelo de Tyler se envíen a analizar a este centro.» Janet asintió.

Se dirigieron al centro de pruebas con el bebé para la prueba.

Dentro, el llanto del bebé resonaba por los pasillos. Momentos después, un médico salió con el niño en brazos y se lo entregó a Norma.

Ansiosa, Norma sugirió: «Las pruebas genéticas suelen llevar tiempo. ¿Podemos volver a la villa? Me muero de hambre».

Janet respondió con sorna: «No hay necesidad de apresurarse. He dado instrucciones a las instalaciones para que aceleren el proceso. Tendremos los resultados en dos horas. Si has estado mintiendo, no tendrás que preocuparte por las comidas. Saldrás por tu propio pie».

«Eres una mujer cruel», espetó Norma, con clara frustración. «Nunca esperé que alguien tan aparentemente gentil fuera tan despiadada. Creo que intenta destruirme a mí y a mi hijo».

En el fondo, Janet no podía evitar la sospecha de que el niño pudiera no ser de Tyler. Después de todo, ¿por qué si no habría huido Norma tan temprano por la mañana?

Con ese pensamiento en mente, Janet no pudo evitar sentir una punzada de decepción mientras esperaban en el vestíbulo. Después de todo, habría sido maravilloso que Hannah tuviera un nieto.

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