La novia más afortunada -
Capítulo 1475
Capítulo 1475:
Con el rostro surcado de lágrimas, Janet se atragantó:
“He perdido mis recuerdos… si algo te sucediera, ¿Qué pasaría si nunca recuperara nuestro pasado? No necesito que vengues a Jeremy. Solo te quiero a ti. A mi lado, ayudándome a recuperar nuestros recuerdos”.
Conmovido por la súplica entre lágrimas de Janet, la resolución de Brandon flaqueó.
Suspiró, ofreciendo una seguridad impotente.
“Prometo regresar ileso”.
“¡No!”
Intervino Janet, con lágrimas en los ojos.
“¡Te quiero de vuelta! ¡Te quiero a salvo y conmigo!”
Al observar la angustia de Janet, Johanna sintió una oleada de simpatía.
Dirigiéndose a Brandon con severidad, dijo:
“Si hubiéramos sabido su intención de confrontar a Jeremy solo, ¡Nunca hubiéramos accedido!”.
Beal, agobiado por la resignación, imploró seriamente:
“Brandon, no es una cuestión de fe en tus capacidades. Se trata del territorio de Jeremy. A pesar de la destrucción de su guarida, no podemos descartar que queden restos de su fuerza. Las probabilidades no son a tu favor. Deliberaremos sobre esto”.
A pesar de sus intentos de disuadirlo, la determinación de Brandon de reunirse con Jeremy permaneció inquebrantable.
“No temas. Estoy adecuadamente preparado. Te aseguro que no me sucederá ningún daño”.
Las lágrimas cayeron en cascada por las mejillas de Janet.
“¿Cómo puedes estar seguro de tu seguridad? ¡No lo permitiré! Brandon, ¿Me estás escuchando? ¡Te prohíbo correr riesgos!”
Al escuchar el temblor en la voz de Janet, una sensación de remordimiento e impotencia envolvió a Brandon.
Él la consoló con paciencia y le dijo:
“Al eliminar a Jeremy, me pondré en contacto de inmediato, ¿De acuerdo? Prometo no causarte preocupaciones indebidas”.
Al darse cuenta de que su determinación era inquebrantable, la frustración de Janet alcanzó su punto máximo.
Se le llenaron los ojos de lágrimas cuando declaró:
“¡Si persistes en buscar a Jeremy, considera que nuestros caminos se separaron para siempre!”
Al escuchar la acalorada réplica de Janet en la línea, Brandon no pudo evitar reírse.
“Espera mi regreso”, respondió, terminando rápidamente la llamada.
Janet se quedó mirando la llamada desconectada, su firme resolución brillando en sus ojos.
“Madre, padre, necesito encontrar a Brandon”.
Su declaración preocupó a Johanna.
“Pero es muy peligroso allí en este momento. No puedes ayudar a Brandon simplemente estando allí. ¿Qué pasaría si algo te sucediera?”
Devolviendo el teléfono al servicial espectador, Janet, con un brillo obstinado en sus ojos, respondió:
“Madre, no puedo simplemente quedarme quieta mientras Brandon pone su vida en riesgo. Necesito regresar. Intentaré detener sus acciones imprudentes. Y si no puedo, entonces permaneceré a su lado durante el peligro”.
Secándose las lágrimas, afirmó:
“He luchado mucho para regresar. Sólo hemos estado juntos unos pocos días. ¡No puedo quedarme quieta y dejar que algo le pase a Brandon!”.
Johanna anhelaba disuadir aún más a Janet, pero Beal intervino:
“Janet es terca. Nadie puede hacerla cambiar de opinión. Déjenla ir”.
Mirando a Beal, Johanna expresó sus reservas:
“Pero… la situación allí es muy peligrosa”.
Con una mirada fija, Janet respondió:
“Madre, el padre tiene razón. Ahorra tus esfuerzos para convencerme. Mi decisión es definitiva”.
Al ver la postura decidida de Janet, Johanna suspiró con resignación.
“Eres tan testarud… bien. Que así sea. Ve si es necesario. Siempre tendrás el firme apoyo de la Familia White”.
Beal colocó suavemente una mano sobre la cabeza de Janet y le dijo tranquilizadoramente:
“Adelante. Enviaré a los miembros de la Familia White para que te ayuden”.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Janet mientras miraba a sus padres.
Se quedó sin palabras para expresar su gratitud por su apoyo inquebrantable.
“Gracias, muchas gracias”.
Johanna, con una cálida sonrisa, le dio unas palmaditas en el hombro a su hija.
“Niña tonta, no hay necesidad de agradecer”.
Pronto abordaron el avión de regreso a casa.
Durante el vuelo, Janet estuvo plagada de ansiedad y le suplicó al piloto que aumentara la velocidad.
Temía que cualquier retraso pudiera poner a Brandon en peligro.
Tanto Johanna como Beal se sintieron impotentes, pero entendieron las emociones de Janet y se abstuvieron de intervenir.
Mientras tanto, después de desconectar la llamada, Brandon se masajeó las sienes con cansancio y murmuró:
“Espero que a Janet no le ocurra nada malo”.
Habiendo escuchado la conversación entre Brandon y Janet, Frank apretó los puños con furia.
Deseó poder darle una lección a Jeremy de inmediato.
“¡Jeremy está bajo desprecio! Él planeó atraparte, pero deliberadamente le filtró esto a Janet. ¿No le preocupa que te abstengas de caer en su trampa una vez que te enteres de su emboscada?”
Los ojos de Brandon se endurecieron y su tono era gélido.
“Él es muy consciente de que lo enfrentaré, por eso se atrevió a informar a Janet”.
“¿Pero qué pasa si Jeremy tiene una estrategia alternativa?”
Frank le preguntó con ansiedad.
Brandon replicó imperturbable:
“Si él tiene una contingencia, yo también”.
Frank encontró consuelo en el tono confiado de Brandon.
Sin embargo, una preocupación persistente regresó rápidamente, lo que le hizo fruncir el ceño.
“Pero la salud de Janet es precaria en este momento. Cualquier estrés indebido por parte de Jeremy podría precipitar una crisis más allá de nuestras predicciones”.
Ante estas palabras, Brandon, que hasta el momento había estado sereno, entrecerró los ojos y su expresión se oscureció.
De repente pisó el acelerador y corrió hacia el punto de encuentro.
La repentina aceleración hizo que Frank se sacudiera contra el respaldo de su asiento.
Agarrándose apresuradamente a la barandilla cercana, miró con aprensión la expresión severa de Brandon.
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