La novia más afortunada
Capítulo 145

Capítulo 145: 

El despertador sonó en la mesilla de noche.

Janet se revolvió en la cama y se estiró antes de abrir los ojos.

Una amplia sonrisa se dibujó en sus labios: hoy estaba de buen humor.

Ethan estaba comiendo un sándwich mientras miraba su teléfono con indiferencia. Cuando ella abrió la puerta, él levantó la vista y sonrió.

«Por fin te has despertado».

«Hmm».

Janet se frotó los ojos y bostezó.

Tras refrescarse en el baño, cogió un trozo de pan y se dio la vuelta para salir.

«Me voy a la empresa ahora». Ethan se puso la chaqueta y la siguió.

Le dio una palmadita en el hombro y la acompañó a la salida.

Janet lo miró.

Al ver su atractivo rostro, bajó la cabeza y sonrió.

Nada más llegar a la empresa, Janet vio a Gerda terminando su sándwich a toda prisa.

«La reunión está a punto de empezar. Cielos, voy a llegar tarde».

«¿No nos quedan diez minutos más?»

Janet sonrió y se dirigió al despacho de Tiffany.

Entonces, presentó todos los diseños que había terminado la noche anterior.

«No esperaba que fueras tan rápida», se burló Tiffany.

La reunión comenzó a las diez de la mañana, como estaba previsto.

Todos los diseños presentados estaban apilados en la mesa de Tiffany.

«Bueno, he revisado todos los diseños que han presentado. Todos han hecho grandes progresos».

Tiffany llevaba un vestido rojo y su mirada se tornó aguda cuando observó a los diseñadores en la sala de reuniones.

«Bueno, durante el proceso, ha ocurrido algo desagradable. Ya lo he dicho antes, y lo vuelvo a repetir: nuestro Grupo Larson sólo fomenta la sana competencia. Si quien vencer a sus colegas diseñadores, recurran a su fuerza y habilidades. No mantenemos a la gente que usa a trucos sucios».

Muchos diseñadores que habían trabajado horas extras esa tarde habían visto que el portátil de Janet estaba salpicado de café.

Y los que no estaban presentes durante la escena se habían enterado por sus colegas.

En definitiva, todos los presentes sabían de quién hablaba Tiffany.

Todos miraron unánimemente en la misma dirección, Kaya apretó los dedos y bajó la cabeza. Su cara se sonrojó de vergüenza y rabia.

Tras la reunión, todos empezaron a cotillear el incidente en privado.

«Kaya está condenada esta vez. Ha dejado tan mala impresión en Tiffany. Su futuro aquí parece sombrío».

«Así es. Ahora que Janet ha presentado sus diseños a tiempo, no hay ninguna esperanza de que Kaya gane el concurso. Tengo curiosidad por saber qué va a hacer ahora».

Kaya se exasperó y chocó deliberadamente con Janet mientras salía de la habitación.

Janet no quiso perder el tiempo discutiendo con la mujer, así que volvió a su mesa y continuó con su trabajo.

«¿Te ha dado la empresa un nuevo portátil?» Gerda levantó la cabeza y miró a Janet con curiosidad.

«Vaya, parece uno muy caro. Te envidio».

«Es porque mi anterior portátil estaba salpicado de café. No hay nada que envidiar. Perdí toda la información que tenía en mi antiguo portátil. Puede que hoy tarde una eternidad en restaurar los datos».

Janet suspiró mientras apoyaba la barbilla en la palma de su mano.

Janet no se fue hasta la medianoche.

Todos sus colegas se habían marchado para entonces.

Las brillantes luces de las calles salpicaban la hermosa ciudad de noche.

Desde el edificio del Grupo Larson, Janet tenía una vista clara de toda la ciudad. Entró en el ascensor, mirando su teléfono y comprobando los nuevos mensajes.

Cuando la puerta se cerró, Janet se dio cuenta de que un hombre también estaba dentro, de espaldas a ella, y sus ojos se abrieron de par en par cuando lo miró.

El hombre tenía un extraño parecido con Ethan.

Janet se frotó los ojos y se sintió confundida después de haber trabajado duro todo el día.

El hombre llevaba un traje caro.

‘¿Por qué vendría Ethan aquí con un traje caro?’ pensó.

Probablemente sea Brandon. Se parece mucho a Ethan.

Janet entrecerró los ojos, pero desgraciadamente no pudo ver su rostro desde atrás.

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