La novia más afortunada
Capítulo 137

Capítulo 137: 

En cuanto Janet se sentó en su escritorio, Gerda giró su silla para mirar a Janet.

«¿Has oído las noticias? La evaluación anual de los diseñadores intermedios está a punto de empezar. Todo el mundo ha estado corriendo de un lado a otro como pollos sin cabeza tratando de prepararse para ello. Por cierto, ¿Por qué te volviste a ir de permiso ayer?»

«Me surgió algo urgente en casa».

Después de tomar un sorbo de agua, Janet echó un vistazo a la bulliciosa oficina.

«Parece que todo el mundo está emocionado».

«Claro que todo el mundo está entusiasmado. Es una buena oportunidad para ascender. Además, se acerca la semana de la moda de otoño-invierno. Todos compiten en secreto entre sí».

Entonces, Gerda se inclinó y susurró en su coche: «Sólo hay tres puestos. Todos los nuevos diseñadores están ansiosos por conseguir una plaza. Sé de dos que llevan tiempo trabajando aquí, y ambos han tenido un rendimiento excelente. Sé que conseguirán el ascenso -pero en cuanto al tercer puesto, es difícil decir quién lo conseguirá»

«Hay mucha gente en nuestro departamento. La competencia debe ser dura».

Janet apretó los labios con nerviosismo, intuyendo que estaba a punto de comenzar una feroz batalla.

Aunque la batalla aún no había comenzado en sí, la gente ya estaba cargando sus armas.

«Bueno, ¿Qué opción tenemos? Sé que estoy muy lejos de su liga, así que estoy bastante tranquila. Después de todo, hay demasiados competidores fuertes este año. Siento que sólo seré carne de cañón ahí fuera».

Gerda suspiró amargamente.

Luego, miró a Janet y sus ojos se iluminaron.

«Tú y Kaya podrían tener una oportunidad».

«¿Kaya?»

Janet parpadeó a su colega interrogativamente.

«Ya sabes, Kaya Dixon… ¡oh, claro! Se fue a estudiar al extranjero, así que aún no la conoces».

Los ojos de Gerda se desviaron hacia el salón de té y puso un puchero.

«Es ella».

Janet siguió su mirada y vio a una mujer delgada con el cabello corto.

Los ojos de Kaya se encontraron con los suyos y se acercó a Janet, con sus tacones altos chocando contra el suelo, y le preguntó: «¿Es usted Janet Lind? Encantada de conocerte. Soy Kaya Dixon».

«Hola».

Janet sonrió y le estrechó la mano amablemente.

«He oído que la empresa tiene un gran proyecto próximo, y que muchos diseñadores tendrán que participar. Se dice que esto servirá de referencia para la promoción. Estoy deseando ver tu actuación», Kaya asintió y sonrió a Janet con gracia.

Parecía que la Señorita Dixon ya la había considerado como una competidora potencial.

«Oh, gracias. Yo también espero tus diseños». Janet respiró secretamente aliviada.

Para ser sincera, no quería presionarse demasiado.

Debido a la próxima evaluación, innumerables diseñadores trabajaron horas extras, dando lo mejor de sí mismos para el proyecto.

Últimamente, Janet estaba ocupada cuidando de Hannah, así que había dedicado menos tiempo y energía al trabajo.

No llevaba mucho tiempo en la empresa, pero su excelente rendimiento la había puesto en el punto de mira.

En palabras de Gerda, el tercer puesto estaba entre ella y Kaya.

La noche anterior a la fecha límite de entrega de sus diseños, muchos de los diseñadores seguían trabajando horas extras.

Janet miró a su alrededor y descubrió que todos sus colegas estaban inclinados sobre sus mesas, trabajando duro. Se masajeó el cuello dolorido y se encontró reseca.

Justo cuando se levantó para ir al salón de té, se encontró con que Kaya estaba detrás de ella.

«¿Quieres tomarte un descanso? Toma, acabo de hacer café. ¿Quieres?» Mientras hablaba, Kaya miró sutilmente el ordenador portátil que estaba sobre el escritorio de Janet.

Sin embargo, Janet no se dio cuenta y aceptó agradecida el ofrecimiento de Kaya.

«Claro, gracias».

A Janet le apetecía un café que le levantara el ánimo. «No hay problema. ¿Esta es tu taza? Deja que te sirva un poco». Sonriendo dulcemente, Kaya cogió la taza de Janet.

De repente, perdió el agarre de la tetera y ésta cayó con estrépito, derramando el café por todo el portátil de Janet.

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