La novia más afortunada
Capítulo 1056

Capítulo 1056:

«Deberías habérnoslo dicho enseguida». Johanna corrió hacia Janet, agarrándola por los hombros mientras la observaba de pies a cabeza.

“¿Te has hecho daño? ¡Me has asustado!»

Janet respiró hondo.

“Mamá, no te preocupes. Estoy aquí, ¿Verdad?».

«¿Pero y si la persona que lo hizo realmente te envenenó? No lo sabríamos hasta que los efectos fueran visibles, ¿Y si para entonces ya es demasiado tarde? Hay que hacerte un chequeo cuidadoso y exhaustivo. Espera un momento, ahora llamo al médico de cabecera». Beal estaba dispuesto a llamar a su médico de cabecera.

Una miríada de emociones inundó su pecho al mismo tiempo. Había estado llevando a su mujer de vacaciones por todo el mundo, ¡Sin darse cuenta de que su preciosa hija estaba en peligro!

«Papá, estoy bien. Te lo he dicho porque quiero que me ayudes con otra cosa. Realmente quiero encontrar a la persona que está detrás de todo esto, pero no puedo hacerlo sola». Janet detuvo a Beal y le contó lo que había sucedido.

Johanna puso cara seria cuando preguntó: «¿Cómo va tu investigación? ¿Tienes ya un sospechoso?».

Janet asintió y sacó un documento para entregárselo a Johanna. “Esta es la información sobre Vivian y los lugares donde la habían visto antes. Necesito su ayuda».

Janet estaba segura de que Vivian había planeado hacerle daño, pero no tenía pruebas sustanciales.

Desde que Johanna encontró a Janet, nunca la había oído pedir nada hasta ahora. Cogió las manos de Janet entre las suyas y dijo: «Vamos a volver con la familia. Si necesitas ayuda con algo, acude a nosotros».

Estaba tan emocionada cuando se acercó a ellos que casi llora.

“Por fin nos necesitas, mi querida hija».

La culpabilidad era obvia en la voz de Janet cuando dijo en voz baja: «No quería, pensé que podría manejarlo», consideró algo por un momento antes de agregar: «Papá, mamá, este asunto también involucra a la Familia Turner. Puede ser problemático para la Familia White. Me temo que tendrán problemas».

«La Familia Turner y la Familia White siempre habían mantenido las distancias. Nunca pensé que llegaría un momento en que nos opondríamos a la Familia Turner. Pero tienen que pagar por haber herido a mi hija». Johanna era famosa por su mal genio en sus primeros años. Era imparable hasta que Beal entró en su vida.

Acariciando suavemente la mejilla de Janet, le dijo: «Deja que nos ocupemos nosotros. Cuídate mucho. Sólo así estaremos tranquilos».

«Me cuidaré mucho», dijo Janet. Se puso en pie, aferrándose a los brazos de Johanna y Beal. Se apoyó en el hombro de Johanna. No esperaba que Johanna la protegiera tanto. Una cálida sensación recorrió su corazón. Tener una familia en la que confiar sienta tan bien.

Johanna seguía enfadada cuando subieron al coche. Respiró hondo y dijo: «¿Quién es esa chica, Vivian? ¿Conocemos sus antecedentes? ¿Cómo se atreve a hacerle daño a mi hija?”

«Hasta ahora, todo lo que sabemos es que Luke Y Catherine la adoptaron. Ya le he pedido a alguien que averigüe más sobre ella. Pronto sabremos quién es realmente. Cálmate y no te esfuerces demasiado».

Beal apretó la mano de Johanna. Mantenía la cabeza fría mientras planeaba cómo tratar a la Familia Turner una vez que tuviera las pruebas.

Johanna no soportó ni un momento que Janet se sintiera intimidada.

“Cariño, después de conseguir la información, deberíamos ir al extranjero y conocer a los Turner. Ahora están viajando felices por Toronto. Seguro que no tenían ni idea de lo que estaba pasando».

Las investigaciones se llevaron a cabo de inmediato y las pruebas pronto se acumularon.

…

La primavera llegó en un abrir y cerrar de ojos. El aire de Barnes era nuevo a medida que cambiaban las estaciones, trayendo consigo una nueva vitalidad.

Al final del pasillo del hospital, Janet esperaba ansiosa el resultado. Este sería el último examen de Brandon antes de su alta hospitalaria.

«Cariño, no estés nerviosa. Frank es un buen médico. Tenemos que confiar en él». La mano de Janet temblaba, así que Brandon la cogió y la estrechó con fuerza.

Janet frunció el ceño mientras murmuraba.

“Por eso estoy preocupada. Frank es un buen médico. ¿Y si encuentra un problema más grave?»

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