La novia más afortunada
Capítulo 1052

Capítulo 1052:

Es un nido de víboras con el Grupo Turner.

Brandon puso el documento sobre la mesa y sus ojos se endurecieron como el acero.

Los ojos de Derek brillaron de curiosidad al preguntar,

«Son los Turner los que movieron los hilos contra Janet antes, ¿Verdad?». Era la conjetura de Derek.

La última vez, mientras estaban en peligro, le había preguntado a Janet al respecto. En aquel momento, Janet le había dicho que lo revelaría todo cuando estuvieran fuera de peligro.

Sonrió amargamente y pensó que tal vez nunca tendría la oportunidad de averiguar la verdad aunque ambos estuvieran sanos y salvos.

«Esto es entre nosotros y los Turner. Deja de estresarte por ello”.

Brandon no quería arrastrar a Derek al problema.

Entonces respondió Derek con altanería.

“¿De verdad parece que necesito saberlo?». Luego salió furioso de la habitación. Antes de abrir la puerta, no pudo evitar mirar hacia atrás.

“Yo… no se lo diré a nadie. No te preocupes».

En ese momento, Brandon le detuvo de repente.

“Tu información sobre él es una mina de oro para nosotros. Di el precio y haré que mi ayudante transfiera los fondos a tu cuenta».

Derek resopló y miró hacia atrás.

“¿Cree que soy un mendigo? No lo hacía por dinero. Ese estúpido asesino casi me mata. No podía dejarlo pasar».

Los ojos de Brandon se oscurecieron, un ceño fruncido marcó su rostro.

“¿Necesitas que le diga algo a Janet?», preguntó, conocedor del poder de sus palabras.

La pregunta tomo desprevenido a Derek. Tras un momento de contemplación, bajó los ojos y dijo: «Ayúdame a cuidarla bien. No quiero que la vuelvan a hacer daño, sean cuales sean las circunstancias».

«Métete en tus asuntos», replicó Brandon, con un deje de posesividad, marcando su territorio.

La respuesta enfureció a Derek. Miró a Brandon, rechinó los dientes y escupió.

“¿Entonces por qué me preguntaste si tenía algo que decirle? Sólo estabas jugando conmigo».

Los dos hombres en la habitación eran como el agua y el aceite, pero las dos mujeres fuera de la habitación no podían parar de reír.

«¿De verdad que Derek no tiene ni idea?». Gilda sonrió mientras escuchaba a Janet hablar de Derek.

Al principio, cuando Janet vio a Gilda, pensó que era una mujer tímida y callada, pero enseguida se dio cuenta de que Gilda era en realidad una chica divertida.

No podía entender por qué una chica tan maravillosa querría salir con un jugador como Derek. Janet no pudo evitar preguntar: «¿Desde cuándo conoces a Derek? Los dos son modelos, así que debían de ser viejos conocidos», añadió, intentando comprender la situación.

Pero Gilda negó cualquier conocimiento previo de Derek con una sonrisa socarrona.

“Derek es un modelo famoso, pero no le conocía personalmente. Lo creas o no, sólo le conozco desde hace una semana».

Hace cinco días, hubo una repentina tormenta eléctrica en Barnes, Gilda estaba recogiendo a una amiga del hospital cuando vio el coche de Wilder aparcado fuera.

Iba a saludar cuando oyó a Wilder hablando con un hombre de figura alta y cincelada.

Gilda no tardó en darse cuenta de que se trataba de Derek. Era muy guapo, sobre todo por sus rasgos faciales perfectos. Tenía una vibración contagiosa, positiva y atractiva que hacía difícil que las mujeres se resistieran a él.

Sin embargo, Derek no subió al vehículo con Wilder. Finalmente, se alejó. No llevaba paraguas, así que se empapó bajo la lluvia.

Gilda tenía un paraguas extra y era una persona de buen corazón. Rápidamente alcanzó a Derek en medio de la tormenta y le dio el paraguas.

«Así fue como nos conocimos. Derek parecía abatido en ese momento, pero a medida que crecía nuestra amistad, me di cuenta de que en realidad era un tipo muy jovial». Gilda bajó la barbilla y sonrió tímidamente.

Janet ató cabos y se dio cuenta de que Brandon estaba herido y lo habían enviado al hospital el mismo día que Gilda conoció a Derek.

Janet estaba preocupada por Brandon en ese momento y no prestó atención a nadie más a su alrededor. Tanto Derek como ella estaban cerca ese día. Pudieron escapar de una colisión gracias al hermano de Derek, pero ella ni siquiera expresó su gratitud ya que sólo tenía ojos para Brandon.

En ese momento, Derek debió sentirse muy triste.

En medio de su conversación, Derek salió furioso de la habitación: «Es hora de irse, Gilda». Su comportamiento sugería que estaba furioso.

Janet se le acercó y le preguntó: «¿Qué ha pasado? ¿Has discutido con Brandon dentro?».

«La verdad es que no. Sólo me voy con mi novia». Derek dio un solo paso antes de darse la vuelta y murmurarle a Janet: «Brandon es un tipo escurridizo. Mi mejor opinión es que está fingiendo estar enfermo porque quiere que le mimes unos días más. No caigas en la trampa».

Janet suspiró impotente y dijo: «No te preocupes, entiendo lo que hay que hacer».

Consternado, Derek la miró. ¡Janet estaba tan ciegamente enamorada! Se despidió de Janet antes de marcharse con Gilda.

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