Capítulo 141:

En el instante en el que apareció el nombre de Tyson en la pantalla de su celular, los ojos de Celia se iluminaron y contestó de inmediato.

«Cece, ya son las nueve y media. Deberías volver a casa. Es demasiado tarde». Preocupado, él continuó: «Empaca tus cosas, ¿Sí? Iré a buscarte».

Mirando el diseño sin terminar, ella dudó por un momento.

“Pero no puedo irme todavía. Iré a casa después de que termine de mejorar esto. Dame un poco de tiempo, ¿Sí?».

Él suspiró levemente antes de ceder.

“Te veré en la entrada de la Calle del Este frente a tu trabajo más tarde. Ten cuidado cuando salgas. Ya está oscuro e incluso está lloviendo».

Sonriente, ella respondió: «Está bien, te haré caso. Tú ten cuidado en tu camino hasta aquí».

Con eso, colgó y rápidamente continuó trabajando. Tras terminar de pulir algunos detalles, inspeccionar todo el diseño hasta quedar satisfecha. Luego apagó la computadora y le envió un mensaje a Tyson diciéndole que estaba lista.

Una vez que salió de la empresa, descubrió que la lluvia era más fuerte de lo que pensaba. A pesar de que el Grupo Semshy estaba en una zona comercial bulliciosa, bajo ese clima en la noche oscura, solo había unas pocas personas en la calle.

Por suerte, ella había llevado un paraguas, de lo contrario, no tendría idea de dónde comprar uno en este momento.

Ella no vio el auto de Tyson estacionado en la entrada de la Calle del Este. De todos modos, suponía que él se tardaría un poco para conducir hasta allí dadas las condiciones.

Entonces esperó en la puerta de la empresa por un rato. Cuando la lluvia se volvió un poco más ligera, ella caminó hacia el lugar indicado para esperar allí a Tyson como había prometido.

No obstante, la lluvia parecía estar deliberadamente en su contra, pues apenas dio unos pasos, comenzó a caer con más fuerza. Incluso se estaba volviendo más y más pesada.

Ante eso, ella aceleró el paso en dirección a la parada de autobuses en la entrada de la Calle del Este para protegerse de la lluvia, ¡Pero un fuerte viento se llevó su paraguas repentinamente!

Con la lluvia ahora cayendo directamente sobre ella, Celia se apresuró a agarrar el paraguas, pues era el único que le quedaba, y si lo perdía, tendría que comprar uno nuevo, lo cual sería otro gasto. Cabe destacar que lo que ella menos quería por ahora era derrochar.

A medida que el viento soplaba más, más se alejaba el paraguas, por lo que lo siguió varios metros, y cuando lo recogió cerca de un callejón no muy lejos, ya ella se había mojado por completo.

Jadeando ligeramente, lo levantó de nuevo y trotó de regreso a su lugar original. Para colmo, entre tanto ajetreo, su celular se deslizó de su bolsillo al suelo.

«¡Mi celular!».

Ella entró en pánico, temiendo que el dispositivo se dañara al mojarse. Sin importarle la lluvia, Celia en el acto se agachó para recogerlo, y este ya estaba sumergido en un charco a punto de ser arrastrado por la lluvia.

Después de esforzarse más, logró recuperar el celular. Con el rabillo del ojo, ella de pronto captó una figura que destellaba detrás de ella, y se dio la vuelta inconscientemente.

Sin darle oportunidad de que pudiera ver con claridad quién era, la golpearon en la cabeza y la dejaron inconsciente en el acto.

Antes de que perdiera el conocimiento, ella gritó el nombre de una persona en su mente. Tyson.

Por otro lado, este se había cambiado de ropa y condujo su Volkswagen hasta la entrada de la Calle del Este, pero no vio a Celia.

Él había ido tan pronto como recibió el mensaje de ella de que estaba a punto de salir del trabajo, así que pensó que ella estaría allí esperando a que él la pasara buscando. ¿Acaso había regresado a la empresa porque olvidó algo?

Preguntándose eso, Tyson sacó su celular y la llamó.

Aunque repicó por mucho tiempo, nadie respondió.

Al principio, concluyó que tal vez ella de repente había tenido un destello de inspiración para modificar el diseño una vez más, y que debía estar tan inmersa en su trabajo que no notó su llamada.

De todos modos, volvió a llamar, pero ella seguía sin atender.

Por alguna razón, ahora él tenía un sentimiento extraño en su corazón. Entonces intentó varias veces, pero nadie contestó.

Entonces empezó a entrar en pánico, sintiendo que algo andaba mal.

Y es que sin importar lo ocupada que estuviera Celia, él estaba seguro de que ella no ignoraría ni se negaría a atenderle. Ella nunca haría algo como esto ya que sabía que podría preocuparlo.

En ese momento deseó poder entrar a la empresa para saber dónde estaba ella, pero ahora llevaba una máscara, y no era apropiado que entrara allí, así que tuvo que limitarse a llamar a Emmitt.

Ni bien este atendió, le ordenó apresuradamente: «Necesito que vayas a la empresa y verifiques si Celia todavía está en el departamento de diseño. ¡Ahora mismo!».

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar