La mejor venganza
Capítulo 715

Capítulo 715:

Todos se detuvieron ante el ensordecedor sonido y miraron al que sostenía el arma.

Demetrius fijó sus ojos en Liam y dijo: «Consideraré el hecho de que ambos somos miembros de la familia Hoffman y te dejaré ir esta vez. Así que, coge a tus hombres y vete y no vuelvas a pisar Invone nunca más».

Liam le devolvió una mirada mortecina y murmuró: «¿Y si digo que no?».

Demetrius inclinó ligeramente la cabeza.

«Entonces no saldrás vivo de este lugar».

A Liam se le calentó la sangre. Estaba tan enfadado que le entraron ganas de matar.

Pero entonces, miró a Riel y a los demás y se contuvo.

Si hubiera estado solo, habría luchado hasta la muerte si hubiera sido necesario.

Pero ahora, sus amigos y su amante estaban aquí, y se negó a ponerlos en una situación comprometida. Todos podían morir si él se quedaba aquí.

De mala gana, Liam apretó los puños y dijo con rigidez: «Vámonos».

Hoy dejaría que Demetrius se llevara la victoria. Era lo suficientemente sabio como para saber que no podía derrotar a esta gente hoy.

Que sangrar por nada ahora, era mejor bajar su espada.

Tendría tiempo de sobra para planearlo todo y vengarse. Tarde o temprano, pagarían.

Mientras Liam y su grupo caminaban hacia la salida, Rennes miró a Liam con una sonrisa malvada y le dijo: «No tengas tanta prisa por irte. Tengo un regalo para ti».

Luego, sacó un mando a distancia y pulsó el único botón que tenía.

¡Pum!

Annie explotó, y Jaxtyn, que era el que estaba más cerca de ella, salió despedido muy lejos por la explosión, cayendo con fuerza al suelo a unos metros de distancia y desmayándose al instante.

Todo lo que Liam podía oír era un zumbido en sus oídos mientras intentaba por todos los medios proteger a Julie.

Debido a la explosión, algunos peligrosos trozos de acero se clavaron en las piernas de Liam, de las que brotó sangre al instante.

Cuando finalmente cesó el fuerte zumbido en sus oídos, Liam miró el charco que una vez fue Annie. Todo lo que quedaba en su lugar era un montón de vaho de sangre, trozos de hierro y algo de carne.

Resultó que Rennes no se había tirado un farol en la Isla del Dios del Mar.

En efecto, había colocado una bomba en el cuerpo de Annie. El juguete que Liam le había quitado sólo había sido una distracción.

Una vez que la familia Duncan se llevó a Annie, estaba condenada a morir.

La mente de Liam se quedó completamente en blanco. Ya no podía pensar. Parecía estar observando lo que sucedía desde fuera de su cuerpo. No podía creerlo. Aquella no podía ser la Annie animada que una vez conoció.

Todo parecía ir mejor estos días, pero sólo habían estado viviendo en una mentira.

Julie se arrastró con dificultad, con los ojos llenos de lágrimas. De repente rompió a llorar sin contenerse.

En ese instante, la ira de Liam le cegó. Cuando volvió a mirar a Rennes, sólo tenía un objetivo en mente, y era matarlo.

«¡Ah!» Con un rugido espantoso, Liam se puso de pie y se lanzó hacia Rennes.

Sin embargo, Rennes se limitó a mirarle sin pestañear.

Volar a Annie siempre había sido su plan desde que estaban en la Isla del Dios del Mar. Si quería ocultar la bomba en su cuerpo, el volumen de la bomba tenía que ser realmente pequeño, pero el poder de una bomba tan pequeña sería limitado.

Originalmente, el plan de Rennes era matar a Liam. Se suponía que Liam estaba junto a Annie cuando explotó la bomba, pero ella estaba siguiendo a Jaxtyn en su lugar, y ahora, Liam todavía estaba aquí.

Rennes detonó la bomba ahora porque quería que Liam perdiera el control y cometiera una estupidez.

Rennes tenía ahora todas las cartas en su mano. Sólo quería que Liam hiciera un movimiento para poder acabar con él y eliminar a este grupo de personas leales en el acto. Si lo lograba, tendría un problema menos.

Sin embargo, Fiona y Aikin, que estaban junto a Liam, le detuvieron antes de que pudiera llegar muy lejos y hacer algo de lo que se arrepentiría.

Fiona tenía los ojos inyectados en sangre.

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