La mejor venganza
Capítulo 712

Capítulo 712:

Como ellos querían, la boda se celebró sin ninguna persona extra invitada que no fuera familia y amigos.

La única diferencia era que Liam no se iba a casar con Julie como heredero como se suponía.

Había seda roja cubriendo toda la mansión, La boda no fue particularmente grandiosa. Era sencilla y elegante, pero los arreglos eran bastante exquisitos.

Luces de colores colgaban de todas las copas de los árboles de la mansión, y el entorno estaba embellecido con flores.

Julie llevaba un vestido de novia blanco, e incluso con las cicatrices en la cara, todavía se podía ver la belleza que una vez tuvo.

Habían invitado a Jaxtyn, Fiona y otros amigos y subordinados de la pareja, Las invitadas femeninas estaban alrededor de Julie, hablando y riendo, mientras que los invitados masculinos se disputaban la bebida. Todo el mundo estaba claramente muy feliz. La alegría era evidente en sus rostros.

La boda no fue tan grandiosa como debería haber sido, pero a Liam y Julie no les importaba. Estaban satisfechos con tal de que sus familiares y amigos estuvieran presentes para presenciar la boda.

Muchos miembros de la familia Hoffman también aparecieron.

«Felicidades, Liam. Te he visto crecer y ahora te casas».

«Liam, te deseo un feliz matrimonio.»

«Julie, mira por dónde tiras el ramo, ¿de acuerdo? Deberías tirármelo a mí».

Todos felicitaron alegremente a Liam y Julie, la nueva pareja. Tomaron asiento y esperaron a que Sergio saliera a presidir la boda.

Bebieron para matar el tiempo. Pero a medida que pasaba el tiempo, bebían muchas copas y Sergio seguía sin aparecer.

El ceño de Liam se frunció mientras esperaba.

Sergio no había llegado y Theo no aparecía por ninguna parte. Liam tenía la sensación de que algo iba mal.

Se acercó a Riel y le susurró al oído: «Es extraño que mi abuelo no haya salido todavía. Algo va mal. Ve a echar un vistazo».

Riel asintió y se levantó para salir.

Justo cuando alargó la mano para abrir la puerta, ésta fue empujada desde fuera y un gran grupo de gente entró en tropel, sin dejarle otra opción que retroceder.

Todos los presentes se quedaron estupefactos. Todos se pusieron de pie y miraron a ese grupo de personas, sólo para descubrir que eran de varios clanes de Invone, incluida la familia Sandoval.

Adelina dejó escapar una extraña sonrisa mientras sus ojos observaban la sala.

«¿Qué les pasa? No hay necesidad de estar en guardia. Sólo estamos aquí para felicitar al señor Hoffman por su boda, no para saquear».

Todos los representantes de los clanes que seguían a Adelina se hicieron eco de inmediato: «Le deseamos al señor Hoffman un feliz matrimonio y le felicitamos por casarse con una hermosa novia».

Todos pudieron oír el énfasis que pusieron en las dos últimas palabras.

Obviamente se estaban burlando de la apariencia de Julie.

El rostro de Liam estaba frío como una piedra en ese momento. Todos los no invitados eran buenos amigos de la familia Sandoval, no del mismo bando que la familia Hoffman.

Adelina dejó caer su mirada sobre Liam y dijo con una extraña sonrisa que no prometía nada bueno: «Sr. Hoffman, debe haber estado tan ocupado que se le olvidó enviarnos una invitación. Pero no importa.

No se lo reprocharemos. Verá, aun así hemos venido con un pequeño regalo de felicitación».

La expresión de Liam no cambió. Sabía que la visita sorpresa de Adelina no tenía nada de bueno. Estaba buscando una oportunidad para causar problemas. La habría tratado como correspondía, pero como hoy era el día de su boda, no podía dejar que su enojo lo dominara.

Así que sonrió amablemente.

«Bueno, ya que estás aquí, deberías quedarte y comer algo». Luego, pidió a los sirvientes que consiguieran más asientos.

Con una sonrisa de suficiencia en el rostro, Adelina se adelantó y tomó asiento.

Sus ojos se movieron involuntariamente hacia Julie en el escenario. Tan pronto como la vio, su sonrisa se volvió malvada.

Ya había descubierto que fue Liam quien destruyó su boda con Timothy.

Por eso había venido hoy, para devolverle el favor. Su rabia era demasiado para ella.

De repente, se echó a reír.

.

.

.