La mejor venganza
Capítulo 686

Capítulo 686:

La cara de Liam se ensombreció cuando vio esto. Era como si Annie se hubiera convertido en una máquina diseñada para atacarle.

Sus movimientos estaban tan llenos de defectos que Liam podría derribarla con un solo movimiento si quisiera.

Sin embargo, Liam no se atrevía a ponerle las manos encima. Siguió buscando una oportunidad para rodear a Annie y matar a Rennes y Boyd. Rennes se dio cuenta del plan de Liam y bromeó: «No te atreves a hacerle daño, ¿verdad? Bueno, déjame ayudarte».

Rennes sacó un detonador y lo apretó con fuerza.

«Lleva consigo una bomba de relojería. Creo que no quieres que tu amiga vuele en pedazos, ¿verdad? En ese caso, tendrás que tomar una decisión. Nuestro juego termina aquí. Adiós, Lia En cuanto terminó, Rennes arrastró a Boyd que estaba tirado en el suelo y se fue rápidamente.

Antes de irse, Rennes lanzó a Timothy una mirada fría y se limitó a mirar hacia otro lado. Timothy vio esto como una oportunidad para escapar. Forcejeó y luchó contra el dolor, alejándose tan rápido como pudo sobre sus piernas heridas. Liam miró a la gente que huía, con ganas de perseguirlos, pero no podía. En este momento, salvar a Annie era más importante, no podía dejarla abandonada aquí con una bomba de relojería.

«Lo siento, Annie», dijo Liam disculpándose y noqueó a Annie con un golpe de kárate.

Entonces, Liam le quitó el abrigo a Annie y vio la pequeña bomba en cuenta atrás con sonidos de pitidos.

La cara de Liam cambió radicalmente. Recogió la daga que utilizó para derrotar a Boyd y miró confuso los cables rojos, amarillos y blancos.

Quedaban ocho segundos.

Un sudor frío recorrió el rostro de Liam mientras trataba de pensar. No sabía qué cable cortar. ¡Quedaban cinco segundos!

Los pitidos de la bomba eran como las campanas del infierno, llamando a la perdición. En un minisegundo, Liam se decidió y cortó los tres cables al mismo tiempo.

El temporizador de la bomba se detuvo de repente.

Justo cuando Liam estaba a punto de desplomarse de alivio, la cuenta atrás se reinició de repente. ¡Quedaban cuatro segundos!

¡Ahora tres segundos!

«¡Maldita sea!» Liam maldijo en voz baja, frustrado, y cortó con decisión la cuerda que unía la bomba a Annie.

Habían pasado dos segundos y sólo quedaba uno para que la bomba explotara.

Liam le quitó la bomba de encima, la arrojó lejos con todas sus fuerzas y cayó sobre Annie para protegerla con su cuerpo.

Lian esperó y esperó, pero lo único que se produjo fue un extraño silencio. No hubo ninguna explosión.

Con el ceño fruncido, se levantó y fue a recoger la bomba de relojería que acababa de tirar. ¡Maldita sea! No era más que un juguete con temporizador. No era ninguna amenaza.

Liam apretó los puños, enfadado y decepcionado por haberse dejado engañar tan fácilmente. Esta había sido una gran oportunidad para matar a Rennes y a Timothy. Sin embargo, la hazaña ya estaba hecha, y arrepentirse ahora no servía de nada. Liam miró a Annie, que seguía inconsciente, y suspiró pesadamente.

Podía adivinar vagamente que lo más probable era que Annie se hubiera vuelto así por culpa de Jaxtyn.

Había prometido crear una medicina para Jaxtyn, pero habían ocurrido muchas cosas y no había tenido tiempo de cumplir su promesa.

Ahora, Liam se sentía culpable por no haber cumplido su palabra.

La isla, que tanto había bullido últimamente, estaba ahora tan silenciosa. Todas las fuerzas importantes que habían sido atraídas hasta aquí por el fraude de la mina de tierras raras habían muerto o huido, con todas sus fuerzas mermadas.

Liam no tenía nada más que hacer aquí. Levantó a Annie y se marchó.

Cuando los dos se marcharon, Julie salió de su escondite en el valle y observó sus espaldas con una complicada emoción en los ojos.

Tantos sentimientos diferentes y dudas surgieron dentro de ella.

¿Realmente vino? ¿Vino por ella? ¿O estaba aquí por la mina de tierras raras, como todos los demás?

¿Por qué le ha mentido todo este tiempo?

¿Por qué no ha bajado a su encuentro?

Quizás tenía miedo de que a él no le gustara la nueva ella.

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