La mejor venganza
Capítulo 427

Capítulo 427:

Tras pronunciar aquellas palabras, Yolanda fijó su mirada en Liam.

Las palabras tenían el potencial de engañar, pero el sentimiento reflejado en los ojos no podía mentir.

Yolanda anhelaba que su mirada se suavizara, que se transformara en anticipación, incluso en anhelo. Sin embargo, los ojos de Liam seguían sin albergar más que distanciamiento y frialdad.

¡Estaba declarando la distancia entre los dos!

Yolanda se sintió como si le hubieran apuñalado en el corazón, y su voz tembló al suplicar: «¡Liam! ¿No puedes encontrar en tu corazón la forma de amarme? Después de estar casado conmigo durante tres largos años, ¿cómo puedes estar tan desprovisto de compasión?».

Una oleada de dolor e indignación surgió en su interior hacia este hombre que se suponía que era suyo, pero que ahora la despreciaba descaradamente.

Yolanda no podía comprender que su atractivo ni siquiera creara una conmoción en el corazón de Liam.

Se había esforzado mucho con su atuendo aquel día, y eso no pasó desapercibido para los curiosos que se cruzaron con ella.

Sin embargo, ante Liam, sólo se encontró con su mirada gélida.

Esta aplastante derrota la llevó a cuestionarse su encanto.

A pesar de sus esfuerzos, los intentos de Yolanda por despertar el interés de Liam resultaron inútiles.

En respuesta a sus súplicas, él se burló: «Todos los Lambert son iguales.

Cuando estaba en mi punto más bajo, me despreciaste y atormentaste. Ahora que he recuperado mi puesto en Kingland Group, te peleas por reconquistarme.

¿Me tomas por tonto? ¿Es porque la caída de la familia Riley dejó a la familia Lambert sin un protector que estás tratando de atraerme de nuevo? ¿De verdad creías que te recibiría con los brazos abiertos?».

Sus palabras resonaron con amarga sorna, revelando su profundo resentimiento.

Yolanda se quedó desconcertada, con la ira encendida, la vergüenza tiñendo sus mejillas y el labio sangrando de tanto mordérselo por la frustración.

Señaló con un dedo acusador a Liam, con una voz que rozaba la histeria. «Nunca esperé semejante humillación por tu parte. Pero recuerda mis palabras, ¡te arrepentirás de esto! Suplicarás mi clemencia de rodillas».

«¡Que venga alguien! Vengan a despedir al invitado». ordenó Liam con calma, sin molestarse en ocultar su desdén.

«No es necesario. Puedo encontrar el camino».

Cuando resonó el sonido de unos tacones altos, la silueta de Yolanda desapareció de su vista.

Cuando la mirada de Liam siguió su retirada, estaba llena de gélida diversión, con una sonrisa en los labios.

Sabía muy bien de qué clase de secreto estaba hablando Yolanda.

«Crees que puedes controlarme, pero el chiste es tuyo, Yolanda», se burló Liam en voz baja.

No hace mucho, recibió un informe de Theo.

La aplicación Funbuy estaba creciendo a un ritmo impresionante, llamando la atención de familias influyentes valoradas en billones de dólares. Reconocían su potencial y estaban ansiosas por invertir y competir por un trozo del pastel.

Estas familias acaudaladas habían intentado en repetidas ocasiones socavar a la familia Hoffman, pero se habían encontrado con una fuerte resistencia.

Liam se rió entre dientes, pensando que estos buitres que rondaban su exitosa aplicación sólo podían operar desde las sombras.

Había tomado precauciones, haciendo que sus confidentes de confianza investigaran a todos los colaboradores Como era de esperar, algo iba mal.

Era un minorista anodino, ¡y el jefe detrás de él era en realidad Jerry!

Ahora, las acciones de la familia Caldwell en Salem estaban bajo la atenta mirada de Aikin.

Liam sabía muy bien que Dennis había visitado a Yolanda en el hospital.

«Al principio consideré perdonarte la vida por el bien de Andrea. Pero si insistes en causar problemas, no digas que no te lo advertí», murmuró Liam para sí mismo, con los ojos entrecerrados de forma amenazadora.

Con una sonrisa de satisfacción, marcó el número de Aikin. «¡Entra en acción!»

«¡Entendido, señor!»

Mientras tanto, Dennis acababa de llegar al Hotel Royal y se dirigió a la lujosa sala de conferencias de la última planta.

Varias personas, todas ellas resentidas con Liam, ya estaban reunidas.

Kevin, Emerson, su hijo, Colette y otros estaban sentados en un tenso silencio y la llegada de Dennis atrajo inmediatamente su atención.

Con expresión severa, Kevin se acercó a Dennis y le preguntó: «Identifícate. ¿Cuáles son tus antecedentes?»

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