La mejor venganza
Capítulo 183

Capítulo 183:

Andrew tembló de miedo después de que le regañaran.

Era consciente de que Liam era bueno luchando, pero no se había esperado que Liam fuera tan poderoso.

¡Era difícil creer que hubiera alguien capaz de luchar contra más de cien personas él solo!

Era una locura.

Con los ojos muy abiertos, Andrew contempló la escena como si estuviera soñando.

Ahora mismo, sus posiciones estaban invertidas: Liam era el cazador y los gánsteres eran la presa.

Liam ya se había deshecho de su chaqueta. Sus músculos estaban abultados y parecía fuerte y seguro de sí mismo.

Aunque tenía muchos moratones en el cuerpo, no sentía nada.

Liam ni siquiera se molestó en recoger y utilizar los tubos de acero del suelo.

Para él, sus puños eran suficientes para derribar a los hombres de la Banda del Hacha.

Sus puños goteaban sangre. Sin embargo, era difícil saber a quién pertenecía la sangre. ¿A Liam o a los pandilleros?

¡Liam era feroz y poderoso!

Los miembros restantes de la Banda del Hacha se apiñaron en un círculo y no se atrevieron a dar un paso adelante.

Liam se situó en el centro mientras pisaba los cuerpos. Miró a su alrededor, pero nadie se atrevió a mirarle a los ojos.

Liam los miró con desprecio.

Sus ojos estaban rojos de rabia y su cuerpo parecía hostil.

Cuando se aseguró de que ninguno de los hombres se atrevía a moverse ni un centímetro, giró lentamente la cabeza y miró a Andrew, que estaba de pie a un lado.

Andrew empezó a sudar frío.

Quería retirarse, pero sentía los pies pesados. Le empezaron a temblar las rodillas.

Liam caminó lentamente en dirección a Andrew. Su andar le hacía parecer un animal que se acerca a su presa.

A cada paso que daba, los gánsteres retrocedían un paso.

Incluso abrieron paso a Liam.

«¡Piérdete!»

rugió Liam.

Los tubos de acero cayeron de los dedos sin vida de los hombres. Rápidamente recogieron a sus compañeros del suelo y huyeron hacia los minibuses.

Estaban muertos de miedo. Temerosos de ser la próxima víctima, no se atrevieron a quedarse ni un segundo más.

De repente, sólo quedaban dos personas. Liam y Andrew.

Andrew tragó saliva visiblemente y cayó al suelo en su intento de alejarse de Liam.

Se arrastró hacia atrás y gritó: «¡No te acerques!

¡No te acerques! ¡Socorro! ¡Que alguien me ayude! ¡Me va a matar! Ayúdenme!»

Con rostro severo, Liam puso un pie sobre el pecho de Andrew. Cogió el teléfono y miró a los miembros de la familia Lambert en la pantalla.

Aunque estaban a miles de kilómetros de distancia, se estremecieron cuando vieron los ojos penetrantes de Liam.

Preguntó con tono gélido: «¿Dónde está Tyler?».

El rostro de Tyler se puso lívido de ira.

Cogió su teléfono y amenazó a Liam: «No te pongas tan gallito. Te mataré tarde o temprano».

Liam se burló. «Tyler, acabas de recuperar tu estado. No estés tan ansioso por morir. Si no, ni siquiera la familia Norris podrá protegerte».

Tyler se recostó en el sofá. «Liam, ¿de verdad tienes tan buena opinión de ti mismo? No importa que sepas luchar. ¿Cuánto tiempo vas a luchar en esta sociedad?

Todo lo que tú tenías, lo tengo yo ahora. Yo soy el verdadero ganador. Soy el heredero de uno de los clanes más importantes de la capital».

A continuación, hizo una seña a alguien desde un lado.

Yolanda se acercó obedientemente y se sentó junto a Tyler. Se apoyó en su pecho.

Él le acarició suavemente la mejilla y se rió con orgullo. «Yolanda, ¿por qué no le dices algo a ese inútil de tu ex marido?».

En ese momento, supo que torturar físicamente a Liam no era una opción.

Así que Tyler cambió inmediatamente de táctica. Decidió torturar a Liam mentalmente y verlo sufrir.

Yolanda sabía muy bien lo que Tyler quería de ella. Reprimió el asco que sentía y dijo en un tono gélido: «Liam, ¿alguna vez pensaste que llegaría este día en que decidiste llevar a la familia Lambert a la bancarrota? Por desgracia, no hemos quebrado y somos más prósperos que nunca. ¡Ya nos hemos convertido en la familia número uno de Ninverton! ¿Y tú? No eres más que una persona ordinaria que no tiene dinero y se queda en el fondo de la sociedad. No mereces que te veamos».

Yolanda levantó entonces la cabeza y besó a Tyler.

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