La indomable esposa del presidente
Capítulo 169

Capítulo 169:

Mia se alegró mucho al ver que habían vuelto a casa. Al conocer el resultado del examen de Elena, se emocionó mucho e insistió en preparar una fiesta para celebrarlo.

Elena intentó detenerla inmediatamente. «¡Vamos, no quiero engordar! ¡Por favor! Tengo que ponerme a dieta».

«¿Ponerte a dieta? ¡De ninguna manera! Tienes que ponerte más gordita». Mia sonrió y miró a Logan, intentando conseguir su apoyo: «Señor, ¿Está de acuerdo?».

Pero Elena le miró fijamente, diciéndole en silencio que podría meterse en problemas si decía que sí.

Logan comprendió su «amenaza» y se puso de su parte, así que cambió de tema: «Bueno, Zach, creo que deberíamos hacer una conservación en el estudio».

Al oír esto, Zach se puso rígido. Sabía que Logan no lo dejaría pasar así como así. Así que los siguió al estudio obedientemente.

Ahora estaban en el estudio. Logan miró a Zach y fue directo al grano: «Dime ahora. ¿Qué vas a hacer?».

«No lo sé, Logan, sabes que yo…».

«Me conoces. Quien haga daño a Elena pagará el precio».

dijo Logan en voz baja y fría. Sus palabras fueron como rocas, asestando un duro golpe a Zach. Éste respondió en tono débil: «Entendido. Diré la verdad a los Lee y a los Brown. Y luego no interferiré».

«Bien».

Zach se levantó y quiso marcharse. Pero Logan lo detuvo: «Zach, nunca hago un comentario sobre tu vida, pero ahora debo recordártelo. Mantente alejado de Anna».

Zach asintió, pero nadie sabía si realmente seguiría el consejo de Logan o no.

Mientras, Logan continuó: «Sophia es una buena chica. Si no te gusta, déjala en paz. Si de verdad quieres estar con ella, primero deberías arreglar las cosas».

«Lo sé».

Logan asintió: «Vale. Ya puedes irte. Descansa. La investigación puede esperar. No quiero que tus emociones personales afecten a la investigación».

Zach lo miró y lanzó un gran suspiro de alivio. Luego sonrió bromeando: «Logan, sé que te preocupas por mí. Mírate, estás muy preocupado por mí».

Logan entrecerró los ojos bruscamente, lo que le repelió de inmediato.

Elena se encontró por casualidad con Zach en las escaleras. Cuando Zach la vio, se sintió un poco culpable.

Elena sonrió: «¿Qué? ¿Te ha regañado Logan?»

«No». Zach sacudió la cabeza y dijo: «Elena, no quieres que vea a Sophia, ¿Verdad?».

Elena se sorprendió un poco: «¿Por qué lo crees?».

«Porque…»

Porque Elena siempre le pedía que no se acercara a Sophia ni pensara en ella. Siempre intentaba proteger a Sophia de él, como si fuera un monstruo o una bestia.

Él no respondió, pero sus sentimientos quedaron al descubierto en sus ojos. Elena fue lo bastante lista para entenderlo y sonrió: «¿Qué opinas? ¿Quieres verla? ¿Te gusta?»

«No lo sé». Contestó él.

Ambos guardaron silencio. Al cabo de un rato, añadió: «En realidad, me gusta, pero…».

«¿Pero qué?»

«Pero tengo a Anna». Zach respondió con sinceridad. Comprendió lo que quería decirle: «Elena, sé lo que quieres decir. Es que soy demasiado egoísta…». Elena lo miró, sólo para ver su frustración.

Cuando Zach iba a marcharse, Elena lo detuvo y le dijo seriamente: «Zach, sigue a tu corazón esta vez. No sé lo que hay realmente entre vosotros. Tampoco debería juzgarte ni influir en tu decisión. Debes elegir por ti mismo».

De repente levantó la cabeza y la miró, viendo la brillante sonrisa de su rostro.

Luego abrió la puerta y dijo antes de salir: «Ahora debo irme. Gracias, Elena».

Cuando Logan salió, vio por casualidad que Zach se marchaba: «¿Qué le has dicho?».

«Nada». Ella negó con la cabeza, mostrando el postre que les había preparado, «Logan, ¿Tomamos el té de la tarde?».

Él levantó las cejas y dijo contento: «Por supuesto».

Ella sonrió, bajando con él. yo ban a disfrutar del momento y de la paz.

… Sin embargo, algo rompió la paz. Como los Brown sabían la verdad por boca de Zach, ordenaron a Logan y Elena que se fueran a casa inmediatamente. Quisieron negarse, pero el abuelo George dijo: «Si no volvéis ahora, iremos a vuestra casa».

En este caso, no tenía sentido negarse. Así pues, fueron enseguida a la casa de los Brown.

En cuanto entraron en la casa, vieron que todos parecían hoscos. El ambiente que les rodeaba era muy desagradable. También se sorprendieron al ver que Anna estaba arrodillada en medio del vestíbulo. Y sus padres estaban de pie junto a ella.

El abuelo George los vio y se levantó rápidamente: «¡Por fin estás aquí!».

«Abuelo». le llamó Elena cortésmente, caminando hacia ellos.

El abuelo George tiró de su mano y le dijo lastimeramente: «¡Elena, siento saber que has sufrido tanto! ¿Por qué no me dijiste la verdad? ¡Podríamos afrontarlo juntos! Pero no lo hiciste. Lo siento mucho por ti».

Elena respondió: «Abuelo, ya se ha acabado».

«Abuelo, cálmate». dijo Logan.

El abuelo George le miró con expresión descontenta: «¿Por qué no me lo has dicho? ¡Estoy tan preocupado por ti! Ahora estoy muy cabreado».

El abuelo George siempre se preguntaba por qué no habían tenido un hijo desde que llevaban tanto tiempo casados. ¿Cómo iba a saber que Anna había envenenado a Elena en secreto? ¡Elena casi quedó estéril por su culpa! ¡Y quizá nunca tuviera un bisnieto!

El Señor Lee dio un paso adelante y se disculpó: «Logan, Elena, ¡Lo siento mucho! No conseguí educar a Anna para que fuera una chica buena y amable. Por favor, ¡Perdonadnos!»

«¡Papá!» gritó Anna con ansiedad. Quiso levantarse, pero su padre la miró fijamente, lo que la detuvo de inmediato.

La Señora Lee se entristeció mucho al ver aquello, pero no pudo decir nada para ayudar a Anna.

Mientras, Logan y Elena parecían tan indiferentes que ni se molestaron en hablar.

El Señor Lee continuó: «Logan, sé que debes de estar enfadado. Así que hoy traigo aquí a Anna y debe pedirte disculpas».

«Bueno, como sabes que ha cometido un error tan grande, podrías castigarla según tus normas, Señor Lee. Por favor, adelante. Y estaremos encantados de aceptar esto como su disculpa». Logan sonrió y dijo despacio.

¿Logan estaba instando al padre de Anna a que la castigara ante todos? Anna estaba arrodillada en el suelo, y parecía dolida por la desesperación.

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