La hija del multimillonario
Capítulo 18

Capítulo 18:

Franco Cuando desperté y vi a Saphira tumbada a mi lado, el corazón me dio un vuelco. La recuerdo vagamente ayudándome a acostarme. Pensé que estaba soñando pero al verla a mi lado durmiendo plácidamente, me di cuenta de que estaba aquí. Intenté quedarme quieto, pero la fuerza que me impulsaba a acariciarle la cara era muy fuerte. Casi estaba tocando su cara cuando se despertó.

Su preocupación y sus cuidados eran abrumadores. Me ahogo de felicidad.

Después de ayudarme con la comida que me preparó, pensé que nada podría arruinar mi noche hasta que mi madre decidió volver a casa y traer a un visitante no bienvenido a nuestro hogar.

«Franco, oh. ¿Estabas enfermo? Hola Saphira, no sabía que estabas aquí».

«Buenas noches señora».

«Mamá, ¿por qué la trajiste aquí? No puedo hacer esto ahora mamá todavía me siento débil».

«Lo siento hijo, ella insistió en venir aquí y hablar contigo. No sabía que estabas enfermo. Debería haberme quedado en casa para cuidarte».

«No te preocupes mamá, Saphira me cuidó».

«Ahora que lo mencionas, debo irme ya. Tu madre ya está aquí así que yo sólo. . .»

Sentí que la cabeza me iba a estallar, por el dolor de cabeza y por darme cuenta de que la presencia de Madeleine podía perjudicar a Saphira. Debo protegerla, así que hice lo que debía hacer.

«No. Quédate. Por favor, quédate».

«Owwkaayy.»

«Así que, niños, tengo que ir a preparar la cena y podéis hablar aquí mientras preparo algo de comida».

«Ahhm, señora ya he preparado algo para cenar. Lo siento pero estaba aburrida mientras esperaba que Franco se despertara».

«Oh, Saphira cariño, eres tan dulce. Gracias.»

Ver a mi madre abrazar a Saphira alivió mi dolor de cabeza y calmó mis nervios.

«Voy a preparar la cena para que podamos comer todos».

«Mamá, Saphira y yo ya hemos comido. Por favor, cena y descansa. Sé que ha sido un día muy largo para ti».

«Gracias cariño. ¿Estás segura de que te sientes mejor?»

«Sí mamá. Mi enfermera es muy eficiente».

Vi que Saphira se sonrojaba y no pude evitar sonreír. Casi había olvidado que había alguien más en la habitación.

«Bueno niños, hasta luego».

«Franco.»

Y entonces, ella habla.

«Madeleine, esta es mi mejor amiga Saphira. Saphira, ella es Madeleine alguien de mi pasado.»

Vi a Madeleine estremecerse con esas palabras.

«¿Podemos hablar? ¿En privado?»

«Lo que tengas que decir puedes decirlo delante de ella. Se lo contaré de todas formas, así que mejor que se entere de primera mano».

«Franco, por favor, no seas grosero».

Saphira siempre fue la amable y sé que debo escucharla o me regañará cuando esto termine.

«Bien. ¿Qué quieres decirme Madeleine? Te escucho».

La vi mirar cautelosamente a Saphira antes de exhalar sonoramente. Estaba nerviosa.

«Mira, he venido a disculparme. No tuve el valor suficiente para hablar contigo antes de irme el verano pasado, así que me limité a escribir una carta».

«Lo que dijiste en la carta fue esclarecedor. Gracias por tu sinceridad».

«Me equivoqué. Ahora, pensándolo bien, todo lo que te dije era mentira. Me di cuenta cuando me fui. Estar lejos de ti me hacía sentir solo y triste.

Tú me hacías feliz. No había nadie más que me hiciera sentir amada como tú».

Al oír sus palabras, no sentí nada. Sólo quiero que esto termine para poder estar a solas con Saphira una vez más. La miré y parecía dolida e insegura de sí misma.

«Hasta ahora, sigues siendo egoísta. De lo único que te diste cuenta fue de cómo te hice sentir. ¿Pensaste siquiera en cómo me sentí cuando te fuiste? ¿Cómo me sentí al leer tu carta y descubrir que acababa de desperdiciar un año de mi vida con una pretenciosa como tú?».

«Franco, lo siento pero me di cuenta de eso ahora. Por eso he vuelto a por ti. Quiero reconquistarte. Voy a demostrarte que vuelvo a ser digna de tu amor».

«No es necesario Madeleine. Como dijiste, cuando nos volvimos a ver debería haber seguido adelante. Bueno, seguí adelante. Y me siento mucho más feliz ahora que por fin puedo decir delante de ti que ya no te quiero».

Si vi dolor en sus ojos no estaba seguro ya que era alguien que puede enmascarar muy bien sus sentimientos. Pero no me importa. Todo lo que quiero es que se dé cuenta de que nunca volveré con ella.

«¿Franco por favor?»

Intentó acercarse a mí, pero levanté la mano para detenerla.

«Tú fuiste mi pasado y esta maravillosa chica sentada a mi lado es mi futuro. Así que por favor, búscate a otra. No te preocupes, ya te he perdonado por lo que hiciste. Yo también te estoy agradecido, si no fuera por ti no me daría cuenta de que el amor es cosa de dos. Es una relación de dar y recibir».

«Franco, si pudiera volver el tiempo atrás. . .»

Ahora estaba llorando y Saphira parecía querer consolarla. Oh Saphira, ¿cómo puedes ser tan bondadosa?

«Preferiría que no lo hicieras. Aprendí mucho de nuestro pasado y estoy segura de que será de gran ayuda para que lo que nos pasó no se repita con mi futuro.»

«Gracias por tu sinceridad y perdona por molestarte. Espero que te recuperes pronto».

Recuperó la compostura y se marchó sin miramientos.

«¿Estás bien?»

«Sí. Nunca he estado mejor».

«¿Es verdad?»

Supe que debía acercarla más a mí.

«Cada palabra».

Estaba a punto de abrazarla cuando mi muy ruidosa madre irrumpió en mi habitación.

«Franco, Saphira, Madeleine ya se fueron. Ahora me voy a dormir. Portaos bien. Buenas noches. ¡Oh, Saphira, una cena deliciosa! Eres una cocinera impresionante».

«Gracias señora. Buenas noches.»

«Entonces. . .»

«Tengo que irme a casa ahora, se está haciendo tarde, y tú todavía tienes que descansar.» No quiero que este día termine pero ella tiene razón, no puedo retenerla aquí.

«De acuerdo. Llama a tu chófer para que te recoja».

«Ya me están esperando».

No pude evitarlo y la abracé.

«Gracias por cuidar de mí. Lo que le dije era la verdad. Me veo en el futuro con usted».

«Shhh . . aún nos queda mucho camino por recorrer. Lo importante es que estamos juntos».

«Lo sé. Simplemente estoy feliz de tenerte. Por favor, no me dejes nunca…». La abracé más fuerte.

«No te preocupes, aunque me eches, siempre me quedaré».

.

.

.