La exesposa muda del multimillonario
Capítulo 834

Capítulo 834:

Una oleada de pánico se apoderó de Lacey.

Ella conocía a Jake.

Una vez que esa mente testaruda se decidía, no había forma de cambiarla.

Nada de lo que dijera cambiaría las cosas lo más mínimo.

Lacey suspiró y asintió.

Bien, haz lo que quieras.

Y no te preocupes por mí ni por mi hermana.

Ya has hecho más que suficiente por nosotras.

Te debemos una.

Jake se levantó y abrió la ventana.

El aire fresco de la noche entró, bañando a Jake con la suave luz de la luna.

Su hermoso rostro era ahora una máscara de indiferencia.

Parecía casi etéreo, como un ángel bañado en luz plateada.

Se está haciendo tarde.

Deberías descansar -dijo Jake en voz baja.

Lacey asintió en silencio.

Justo cuando llegaba a la puerta, se detuvo, recordando algo importante.

Se volvió hacia Jake.

Seguro que has oído hablar de ese ricachón al que he estado tratando, ¿verdad? Pues parece que le gusto y me ha invitado a su fiesta de cumpleaños.

He visto la lista de invitados…

Kallie también estará allí’.

Jake se quedó helado, completamente sorprendido por sus palabras.

Se quedó inmóvil, incapaz de articular palabra.

Lacey lo observaba atentamente.

Sé lo que estás pensando.

Quizá pueda meterte en esa fiesta.

Pero es arriesgado.

Tienes que pensarlo bien».

Los ojos de Jake brillaron con una chispa de esperanza al mirar a Lacey.

¿Crees que es posible? No necesito conocerla cara a cara.

Con verla de lejos sería suficiente».

Lacey se sorprendió.

Nunca había visto ese lado vacilante y casi sumiso de Jake.

La amargura le retorció el estómago.

Se le escaparon las palabras.

Sólo pudo emitir una risa hueca y asentir brevemente con la cabeza.

Jake se sintió aliviado y asintió agradecido.

Gracias por hacer esto posible, Lacey -dijo con sinceridad.

En el momento en que Lacey cerró la puerta de Jake tras de sí, la fachada se desvaneció.

La calidez desapareció de su rostro, sustituida por una fría máscara.

Una chispa de posibilidad se encendió en su interior.

Esta podría ser su oportunidad.

.

.

.