La exesposa muda del multimillonario
Capítulo 733

Capítulo 733:

Menos mal que solo eran unas cajas de cartón ligeras, no objetos pesados.

Ahí estaba, el botón. Lo pulsó y una puerta oculta se abrió de golpe. Un destello de esperanza se encendió en los ojos de Clayton mientras corría hacia la puerta recién descubierta.

Sophie, al notar la prolongada ausencia de Elma, fue en su busca. Encontró a Elma acurrucada en un rincón, sollozando en voz baja.

«Elma, ¿qué te pasa? No llores», arrulló Sophie, levantando suavemente a Elma y secándole las lágrimas.

Elma evitó la mirada de Sophie, mientras sus lágrimas fluían libremente. Sophie hizo una pausa, con el ceño fruncido. «¿Te lo ha vuelto a hacer pasar mal tu madre? No tengas miedo. En mi casa estás a salvo. No se atrevería a acosarte aquí».

«No. No es así». Elma negó enérgicamente con la cabeza.

Sophie suspiró suavemente y acarició la cabeza de Elma. «Está bien, cariño. No me entrometeré más. Pero, por favor, no llores», le dijo con dulzura.

Elma respiró hondo y se obligó a decir: «Sophie, ¿podrías salir conmigo a comprar algo?».

«¿Quieres ir de compras?» preguntó Sophie, con un deje de sorpresa en la voz. «¿Qué necesitas? Seguro que lo tenemos aquí. Y si no, siempre puedo enviar a alguien del personal a que te lo traiga».

Elma negó con la cabeza. «No, quiero ir yo misma».

Sophie no hizo más preguntas. Simplemente sonrió y dijo: «De acuerdo, iré contigo».

Sophie y Elma estaban a punto de irse cuando se toparon con Calvin.

Calvin las miró perplejo. «¿Adónde vais?»

Sophie dijo: «Elma quiere ir de compras, así que la acompaño».

Calvin se animó de inmediato. «Oh, entonces iré contigo».

«No, no será necesario», dijo Elma, negando con la cabeza. «Sólo necesito la compañía de Sophie. Deberías quedarte aquí».

Calvin, desconcertado, continuó. «Pero, ¿por qué?

Elma, aferrada a la mano de Sophie, se esforzaba por encontrar las palabras. «Ahora mismo necesito a Sophie».

Sophie, sintiendo una mezcla de simpatía y ligera diversión, le dio unas palmaditas en la cabeza a Elma. «No pasa nada, Calvin. Quédate aquí. Nuestra madre volverá en cualquier momento. Es mejor que la esperes».

Con un movimiento de cabeza reacio, Calvin aceptó. «De acuerdo.»

Justo cuando estaban a punto de marcharse, Elma se detuvo y se volvió hacia Calvin, dejándoles a él y a Sophie confusos con sus palabras de despedida. «Calvin, no lo olvides, nos vamos por la puerta de atrás».

Calvin no se lo pensó mucho y se limitó a asentir. «De acuerdo».

Elma se dio la vuelta, con las facciones contorsionadas por emociones contradictorias. Cara le había ordenado específicamente que atrajera tanto a Sophie como a Calvin al exterior.

Sin embargo, Elma tenía sus propios planes. Convenció a Calvin de que se quedara dentro, dejándole con la pista de que Sophie y ella se habían escabullido por la parte de atrás. Esta información le vendría a la mente más tarde si se daba cuenta de que Sophie había desaparecido. Era todo lo que podía hacer dadas las circunstancias.

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