La exesposa muda del multimillonario -
Capítulo 582
Capítulo 582:
El caos atrajo la atención de todos.
A pesar de la oportunidad, Kallie interpretó bien su papel, optando por no huir.
Para hacer más convincente la actuación, cuando el supuesto infiltrado se giró para atacar a Ernesto, Kallie intervino, apoderándose del cuchillo y casi sufriendo un aborto en el proceso.
La isla estalló en actividad.
Griffin tomó el mando, dirigiendo a sus hombres en repetidas investigaciones. Llevó consigo a Jake en busca de ayuda.
Debido al embarazo de Kallie y a que había estado a punto de abortar, llamaron a numerosos médicos de la familia para que la atendieran.
Abrumada por el dolor, Kallie yacía allí, apenas consciente y empapada en sudor, escuchando fragmentos de la conversación entre Ernesto y Griffin desde fuera de su habitación.
«Papá, esta vez pasa algo. Nuestro sistema de seguridad es de última generación. ¿Cómo ha podido infiltrarse alguien?». Grifo expresó sus sospechas.
«Ni la mejor seguridad es infalible. Basta de declaraciones absolutas». Ernesto expresó su frustración. «Deberían reflexionar sobre sus disposiciones. ¿Cómo ha podido ocurrir un error tan grave?».
Grifo explicó: «Tiene que haber un problema interno. Si no, ¿cómo podría alguien haber localizado a Kallie? Sospecho que hay un traidor entre nosotros». Kallie hizo una mueca de dolor.
Grifo era astuto y observador. Si Jake y ella querían escapar, necesitaban un plan para distraer a Grifo.
Ernesto entrecerró los ojos, cuestionando la acusación de Grifo: «¿Un traidor? ¿Sabes quién puede ser?». Grifo se burló. «¿Lo mencionaría si no estuviera seguro?».
La ansiedad de Kallie aumentó. Sin embargo, su dolor era demasiado intenso para concentrarse plenamente. Incluso si Jake y ella eran capturados, no había vuelta atrás. La audacia era su única aliada. Tenían que arriesgarse, sin importar las consecuencias. Si fracasaban, no podrían escapar de su terrible situación.
Kallie cambió su enfoque, tratando de ignorar el dolor mientras se acunaba el vientre, inclinándose ligeramente.
Los gemidos de dolor de Kallie resonaron en la habitación.
A las palabras de Ernesto, la respuesta de éste fue una risita desdeñosa, su voz cortando el aire como el hielo. «¿Seguro que no estás insinuando que Kallie orquestó esa intrusión?».
El silencio de Grifo fue estrepitoso, su actitud estoica revelaba más de lo que podrían hacerlo las palabras.
La gélida mirada de Ernesto atravesó la habitación, deteniéndose finalmente en la puerta de Kallie. No hizo ademán de alertar a los guardias. Más bien, con deliberada lentitud, Ernesto levantó su bastón y asestó varios golpes secos a Grifo.
«¿Has perdido la cabeza? Está prácticamente prisionera aquí, acosada por nuestros guardias a cada paso. La idea de que pudiera colarnos a alguien es ridícula. Si tuviera tales recursos a su disposición, no estaría atrapada aquí, ¿verdad? ¿Y por qué se pondría en peligro para protegerme?».
Grifo replicó: «No se trata de protegerte».
Las sombras de los ojos de Ernesto se hicieron más profundas. «¿Crees que no me doy cuenta? Cada uno de sus movimientos está calculado. Pretende cogerme desprevenido, para aliviar su propia situación, o tal vez para salvar su pellejo una vez que dé a luz.»
Griffin frunció el ceño, con tono cauteloso. «Las intrigas de Kallie son más profundas de lo que crees. No es simplemente astuta. Es taimada».
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar