La exesposa muda del multimillonario
Capítulo 547

Capítulo 547:

Sophie frunció ligeramente el ceño. «Saniya, eso ya lo sé. Lo he leído en los libros».

Los espectadores comenzaron a burlarse de Saniya:

«Eso es simplemente hilarante. Estaba intentando presumir delante de una niña y no esperaba que Sophie supiera todo eso».

«Está claro que Kallie adora a su hija y le proporciona una educación excepcional».

«Sus comentarios parecen un poco duros. Es natural que los adultos compartan conocimientos con los niños, y Saniya no dijo nada fuera de lugar.»

«Tengo una repetición en directo de cómo Saniya se dirigió antes a Kallie y Sophie. Creo que lo mejor es que Saniya mantenga las distancias con Sophie».

«Sólo estás esparciendo rumores. Si Saniya no fuera tan bondadosa como es, ya habría emprendido acciones legales contra ti».

Saniya no pudo evitar sentirse avergonzada por las palabras de Sophie, pero estaba decidida a no dejar que aquello acabara así. Extendió la mano y dijo: «Deja que te enseñe».

Saniya golpeó la seta varias veces y retrocedió rápidamente.

Por desgracia, Sophie no tuvo tiempo de reaccionar.

«¡Cuidado!» Al sentir que algo iba mal, Elaine se apresuró a taparle la boca y la nariz a Sophie, pero al hacerlo, inhaló accidentalmente un olor agudo y acre.

El rostro de Elaine palideció mientras el mundo parecía inclinarse a su alrededor. Empezó a sentirse débil y desorientada.

El incidente fue tan rápido que, cuando llegó Kallie, Elaine ya se había desmayado.

Saniya, el origen del caos, estaba cerca, con la cara convertida en una máscara de miedo y pánico.

Saniya insistió en que ella no tenía la culpa mientras retrocedía, buscando una salida.

Las lágrimas caían en cascada por el rostro de Sophie, cuyo miedo era palpable.

Al darse cuenta de la gravedad de la situación, el equipo de producción interrumpió inmediatamente la emisión en directo y llevó a Elaine al hospital.

Al percatarse del intento de huida de Saniya, Kallie se movió rápidamente para interceptarla.

«¿Intentas marcharte?» La mirada de Kallie era fría.

Saniya luchó por liberarse, pero el agarre de Kallie era inflexible. Abrumada por la emoción, los ojos de Saniya se humedecieron. «¡Yo no lo hice! Fue Sophie. ¿Por qué me acusas?»

Debbie, que estaba ayudando a Elaine a subir a la camilla, captó la súplica de Saniya y estalló en cólera.

Normalmente tranquila, Debbie señaló ahora a Saniya, con la voz alzada. «¿Crees que estamos ciegas? Todos vimos lo que pasó. Elaine no estaría en este lío si no fuera por tu negligencia. Esta seta podría ser tóxica. Si le pasa algo a Elaine, ¡tú tienes la culpa!».

Nerviosa, la fachada de Saniya se desmoronó en sollozos, su expresión era la de una inocente agraviada. «No me lo esperaba. Además, si Elaine no hubiera venido, nada de esto habría ocurrido. Es sólo su desgracia».

La furia de Debbie se intensificó. «¡Elaine siempre ha sido tu amiga, te ha defendido siempre que ha hecho falta!».

Saniya replicó con una mezcla de miedo y frustración: «¿Cómo que “ha sido tu amiga”? Sólo se acercó a mí para averiguar dónde estaba su hermana».

Como Saniya hablaba accidentalmente fuera de lugar, se llevó la mano a la boca en señal de asombro, pero Debbie, preocupada por Elaine, no le prestó atención.

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