La exesposa muda del multimillonario
Capítulo 540

Capítulo 540:

Nadie había esperado semejante giro de los acontecimientos.

Saniya aún llevaba la pulsera en la muñeca. Desde el primer momento en que la vio, quedó cautivada.

La pulsera estaba hecha de cristales de jade rosa, que irradiaban una pureza natural, sin tintes artificiales. El valor del jade era inconmensurable, y el brazalete, convertido en una pieza tan exquisita, aumentaba su rareza y atractivo.

El brazalete presentaba unicornios en miniatura, cada uno de ellos minuciosamente elaborado con gran atención al detalle. A pesar de su pequeño tamaño, las diminutas figuras transmitían una sensación de exquisita artesanía.

Kallie se dio cuenta enseguida de que la pulsera no formaba parte del juego de joyas original. Jake debía de haberlo hecho a medida para ella.

Kallie se acercó a Saniya con una sutil sonrisa. «Señorita Mason, ¿no cree que es hora de devolver la caja a su legítima propietaria?».

Las pestañas de Saniya se agitaron mientras daba instintivamente un paso atrás. Su rostro enrojeció de angustia, sus ojos rebosaban lágrimas, como si estuviera a punto de derrumbarse.

Ante la mirada de todos, no tuvo más remedio que quitarse la pulsera y entregársela a Kallie. Entonces, antes de que nadie pudiera hablar, Saniya se dio la vuelta y huyó, con sus sollozos resonando tras ella, sin dejar a Kallie la oportunidad de hacer más preguntas.

Elaine sintió que la invadía una oleada de vergüenza.

Saniya le había regalado un collar delante de todos. Ahora, Elaine estaba mortificada, al darse cuenta de que la elegante pieza ni siquiera era de Saniya.

Elaine tanteó el cierre y le temblaron las manos al quitárselo. «Lo siento mucho, señorita Nixon. No sabía que era suyo».

Kallie no echó mano del collar y replicó con calma: «Puesto que se lo regalaron, no tengo motivos para retirarlo».

Elaine negó con la cabeza. «No, de verdad que no puedo aceptarlo. No me parece bien».

Pero la mirada de Kallie seguía fija en Elaine, su negativa a aceptar el collar seguía siendo clara.

Atrapada por la tensión, Elaine vaciló, con la cara enrojecida por la vergüenza. Se sentía totalmente perdida, insegura de si debía guardarlo o no.

Debbie intervino para calmar la tensión, acercándose para susurrar a Elaine. «Señorita Webster, parece que ha habido un malentendido. Quizá debería explicárselo a Sophie. Independientemente de quién se quede con el collar, es importante aclarar las cosas con Sophie. Se ha sentido agraviada en todo esto».

Elaine frunció el ceño, su voz teñida de frustración. «Pero son dos asuntos distintos».

Kallie sonrió débilmente, señalando el logotipo de la caja. «Si te fijas bien, verás la marca del Grupo Turner, que es de mi propiedad. Le he regalado a mi hija muchos de estos artículos, pero es demasiado pequeña para ponérselos. ¿De verdad crees que se pondría celosa por unos pendientes o unos broches que le sobraran y se los arrebataría a Saniya?».

Elaine se esforzó por encontrar una respuesta.

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