La exesposa muda del multimillonario -
Capítulo 522
Capítulo 522:
Los tres se mudaron a un acogedor apartamento. No era tan grande como una villa, pero era perfecto para su pequeña familia. La decoración era cálida y acogedora, haciendo que el espacio se sintiera como en casa.
Para Sophie, todo era una nueva aventura. Nunca había pasado tiempo en el campo, y su entusiasmo desbordaba mientras lo exploraba todo con los ojos muy abiertos y curiosos. Fueran donde fueran, siempre sonreía, ansiosa por descubrir algo nuevo.
Jake, siempre tan cariñoso como su padre, seguía a Sophie de cerca, recordándole suavemente que tuviera cuidado cada pocos pasos. No podía evitarlo; sólo quería asegurarse de que estaba a salvo.
Con un poco de tiempo para sí misma, Kallie dirigió su atención a la lista de participantes en el programa. Había dos personas corrientes y dos famosos. Los participantes ordinarios procedían de diferentes ámbitos de la vida: uno era estudiante y el otro era un empresario de éxito. La propia Kallie pertenecía a esta última categoría. Entre los famosos estaba Elaine Webster, la hermana mayor de la chica que Ewing había mencionado una vez.
Elaine era sorprendentemente bella, con una presencia audaz, casi heroica. En una industria que favorecía los looks delicados y recatados, ella destacaba, segura de sí misma e imposible de ignorar. Kallie comprendía por qué la hermana de Elaine había cautivado tanto a Ewing.
En cuanto a la otra celebridad, era una actriz desconocida con una belleza innegable. Tanto la gente corriente como las famosas eran innegablemente guapas. La alineación del director parecía más un concurso de belleza que un auténtico espectáculo campestre.
Kallie estudió a la actriz desconocida y encontró algo extrañamente familiar en ella. Sin embargo, no podía localizarla. El recuerdo bailaba fuera de su alcance. Antes de que Kallie pudiera pensar en ello, Jake la rodeó con los brazos por detrás, presionándole la espalda con su calor. Se inclinó hacia ella, con voz suave. «Es tarde. Deberías descansar. Sophie se ha dormido de lo excitada que estaba. Te he preparado un baño caliente. Ve a relajarte y le diré a la criada que vigile a Sophie».
Kallie se giró en su abrazo, sonriéndole. «No esperaba que fueras tan considerado».
Jake le estrechó la mano con más fuerza, bajando la voz a un susurro suave y burlón. «No sólo soy considerado así… ¿Quieres que te lo demuestre de otra forma?». Sus ojos se oscurecieron de deseo y Kallie captó el brillo juguetón en ellos.
Sin perder un segundo, Kallie le apartó la mano de un manotazo, sonriendo. «Buen intento. Me voy a la cama».
Después del baño, Kallie salió del cuarto de baño y se encontró a Jake todavía en la cama, con la cara marcada por una cómica mezcla de frustración y anhelo. La mirada de sus ojos oscuros era inconfundible, como la de un cachorro herido que mira su juguete favorito fuera de su alcance.
Secándose el pelo con una toalla, Kallie enarcó una ceja. «¿Qué haces? ¿Intentando ponerme de los nervios?».
Jake, con toda seriedad, señaló hacia la ventana. «Parece que va a llover».
Kallie entrecerró los ojos, captando su intención. «Ni empieces. No te dan miedo los truenos».
Jake la miró, con sus ojos oscuros serios e inquebrantables. «No, pero sé que tú sí».
A Kallie le tembló un poco el pulso. Después de tantos años, aún lo recordaba. Sin embargo, a Sophie no le asustaban los truenos. Cada vez que había tormenta, Sophie se quedaba al lado de Kallie, consolándola a su manera tranquila. Aunque Kallie no estaba tan asustada como antes, seguía sin poder dormir en toda la noche. Y con el rodaje programado para mañana, la idea le provocaba un leve dolor de cabeza.
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