Capítulo 490:

La mirada de Jake permaneció fija en la figura de Kallie que se retiraba, con un amor profundo y tácito grabado en los ojos. Forzó una sonrisa, aunque apenas disimulaba su agitación interior.

«No tenía intención de dejar que Anna se librara tan fácilmente. Pero primero tengo que sacarla del país. No subestimes lo que una madre puede llegar a hacer por su hijo. Yo me encargaré de esto; Kallie no necesita ensuciarse las manos».

Afortunadamente, Sophie estaba fuera de peligro tras la operación. El médico tranquilizó a todos, afirmando que sus extremidades estaban intactas y que, con los cuidados adecuados, no sufriría efectos duraderos.

A pesar del aspecto aterrador de las heridas de Sophie, no eran tan graves como podía parecer. Su llegada a tiempo al hospital había marcado la diferencia. Como Sophie era aún una niña, su recuperación fue rápida.

Sin embargo, la tierna edad de Sophie la hacía más susceptible a los traumas psicológicos. Kallie tenía que estar especialmente atenta al bienestar mental de Sophie.

Kallie permaneció al lado de Sophie durante tres días seguidos, esperando ansiosamente a que despertara del coma postoperatorio. Durante los tres últimos días, Kallie sólo había conseguido dormir menos de cinco horas, y sólo sucumbía al sueño cuando no podía mantener los ojos abiertos.

Sophie se despertó por fin al cuarto día.

Con los labios agrietados y secos, llamó débilmente a su madre. A Kallie le dolía el corazón al ver a su querida hija rodeada de instrumentos médicos y tubos. La visión era desgarradora.

Kallie era muy consciente de que Jake no se había ido. Siempre venía mientras ella dormía o encontraba un lugar donde no pudiera verle. Puede que él pensara que estaba bien escondido, pero los instintos de ella eran agudos y captaban el menor rastro de su presencia. Decidió no mencionarlo mientras él se mantuviera fuera de su línea de visión directa.

Ruth y Tilda llegaron al hospital poco después. Sus rostros se llenaron de lágrimas al ver el frágil estado de Sophie. Kallie se levantó bruscamente, sintiendo una oleada de mareo que casi la hizo caer.

Cuando Ruth vio la expresión agotada de Kallie, se acercó rápidamente para ofrecerle apoyo. «Señorita Nixon, parece muy agotada. Por favor, descanse un poco. Su hija la necesita. La competición está a punto de empezar. No hace falta que me acompañe. Puedo sola».

Kallie se tomó un momento para recuperar la compostura. Se frotó los ojos cansados y de repente sintió el peso del tiempo. Sus niveles de energía no eran ni de lejos los que había tenido en la adolescencia o a principios de los veinte. Tras días de noches sin dormir, el cansancio era inconfundible.

Con un fuerte suspiro, Kallie expresó su preocupación: «Jenny está obligada a crear problemas. Me preocupa mucho que vayas sola».

Ruth le dedicó una sonrisa tranquilizadora y le dio unas palmaditas en el hombro. «No te preocupes. He aprendido mucho de ti. ¿Cómo voy a quedarme en el Grupo Turner si no puedo manejarlo?».

Kallie aceptó a regañadientes al ver la determinación de Ruth. Le dio a Ruth instrucciones adicionales antes de permitirle marcharse.

Pero en medio de todo esto, le trajeron a Kallie una buena noticia: Tilda había conseguido colarse en la residencia de ancianos asociada a Jenny. El padre de Jenny nunca había sido especialmente cariñoso, y la propia Jenny no era diferente. Jenny sólo había visto a Tilda un puñado de veces en su vida, y eso cuando era sólo una niña.

Como Jenny ya no recordaba el rostro de Tilda, a Tilda le resultó fácil infiltrarse en la residencia de ancianos sin pasar desapercibida. Tras algunas averiguaciones, Tilda descubrió el paradero de Tyrone. Efectivamente, vivía con Jenny, pero, por alguna razón, no lo hacía con los demás ancianos residentes.

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Nota de Tac-K: Pasen un estupendo lindo fin de semana queridas personitas, seguimos con nuevo estreno el día lunes (─‿‿O)

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