La exesposa muda del multimillonario
Capítulo 453

Capítulo 453:

Jenny finalmente había aceptado que él no tenía intención de formar ningún vínculo con ella. Su plan había fracasado. Ahora, pensaba en encontrar a su familia, o si podía, simplemente lo dejaría donde lo encontró.

En lo que a ella respecta, ya había hecho más que suficiente por él. Llevaba mucho tiempo cuidando de él, alimentándolo bien y manteniéndolo bajo su techo.

Cuando Jenny se sentó, sacó el jade y lo giró en sus manos con una mezcla de curiosidad y codicia. «¿Qué es esto? Me pregunto cuánto valdrá…».

De repente, Tyrone se acercó con sorprendente rapidez y le arrebató el jade de las manos. Sus ojos se vidriaron mientras lo sujetaba con fuerza, susurrando: «Kallie, mi Kallie, mi nieta…».

Jenny se enfureció y apartó a Tyrone de un empujón, con voz áspera. «¿Qué crees que estás haciendo? Eso es mío. Devuélvemelo».

Tyrone se tambaleó, pero se aferró al jade con fuerza.

Jenny entrecerró los ojos y se le ocurrió una idea astuta. Suavizó el tono y preguntó: «Lo reconoces, ¿verdad?».

Tyrone asintió lentamente, con una voz llena de nostalgia. «Fue mi regalo para mi nieta. La quiero tanto…».

Jenny observó la mirada distante de Tyrone y se dio cuenta de que no siempre tenía las ideas claras. Una sonrisa socarrona se dibujó en su rostro al ver una oportunidad. «Soy tu nieta», dijo, suavizando la voz al inclinarse hacia él. «Dime cómo te llamas, abuelo».

Tyrone miró a Jenny con una mezcla de esperanza y confusión. «¿De verdad eres mi nieta?».

Jenny sonrió dulcemente y señaló el jade que tenía en la mano. «Por supuesto que lo soy. ¿Por qué iba a tener esto? Abuelo, te has hecho demasiado viejo para reconocerme. Te he buscado por todas partes».

Tyrone frunció el ceño y un atisbo de duda cruzó su rostro. Había algo que no encajaba, pero no sabía qué era.

Al ver su vacilación, la expresión de Jenny tembló mientras se forzaba a llorar. «Abuelo, ¿por qué no me reconoces? Me esforcé tanto por ayudarte a recordar, pero nunca es suficiente. Llévame a casa. Sólo quiero volver a casa contigo».

Ver sus lágrimas le dio un vuelco al corazón de Tyrone. Dejó escapar un fuerte suspiro, con el peso de su tristeza presionándole. «De acuerdo, te llevaré de vuelta con la familia Nixon, pero antes tengo que visitar a un viejo amigo».

Aunque los recuerdos de Tyrone eran borrosos, ver el jade había desencadenado algo. Recordaba vagamente haber vuelto con su nieta y haberle dado ese jade, diciéndole que sería una muestra para reconocer a su amigo si alguna vez se cruzaban.

Tyrone se esforzó por recordar el aspecto de su nieta, los recuerdos se deslizaban por su mente como arena.

Jenny se secó rápidamente las lágrimas y sacó su teléfono, buscando «la familia Nixon». Su corazón se aceleró al ver los resultados y sus ojos se abrieron de par en par, incrédulos.

Si las palabras de Tyrone eran ciertas, estaba al borde de una riqueza y un poder inimaginables. Pero entonces cayó en la cuenta: la verdadera nieta de Tyrone no era otra que Kallie, la mujer que la había humillado junto al mar.

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