Capítulo 220:

Milan se secó el sudor de la frente antes de abrir la cajita.

Ella seguía sonriendo, pero pronto se quedó inmóvil al reconocer una caja de terciopelo.

Se mordió el labio antes de levantar nerviosamente la caja de terciopelo.

Su expresión lo decía todo, estaba claro que estaba empezando a dudar de quién era realmente el regalo.

“¡Ábrelo!”, insistió Karise.

“¡Ábrelo!”, repitió Brooklyn.

Milan buscó a Wendell entre el público, pero él no estaba en su mesa. Entonces, su instinto le dijo que debería abrir el joyero.

“¡Ábrelo Tía Milan! ¡Te va a encantar!”, dijo Lucas a través de la pantalla detrás de ella.

Ella se giró hacia Lucas antes de regresar su mirada al público y abrir la caja de terciopelo. Jadeó, pero hizo una mueca en cuanto la caja se abrió.

La caja estaba vacía.

Una vez más, Milan se quedó petrificada, pero en cuanto eso ocurrió, todos dijeron:

“¡Sorpresa!”.

La voz de Lucas sonó tan fuerte que Milan se sorprendió. Justo cuando se dio la vuelta, ¡Estallaron fuegos artificiales dentro de la sala! Wendell estaba de rodillas frente a ella.

Milan no sabía cuándo ni cómo apareció, pero él estaba allí, sosteniendo un anillo de diamantes de aspecto caro y abrazando un enorme peluche de Shiba.

Wendell estaba sonriendo, pero todos podían ver que también estaba nervioso.

Wendell dijo:

“Milan, la ley del amor no conoce límites de espacio ni de tiempo. Casarse no tiene que ver con la edad ni con el momento adecuado. Se trata de encontrar a la persona perfecta. Para mi, tú eres la persona perfecta. ¿Quieres casarte conmigo, Milan?”.

Milan se quedó totalmente sorprendida.

Habian hablado de concertar el matrimonio y, aunque todo fue preparado para ellos por sus familias, nunca esperó que Wendell aún le hiciera una propuesta de matrimonio con la que cualquier chica soñaría.

Las lágrimas rodaron por sus mejillas y casi se arrodilla junto a Wendell al decir:

“Si. Sí, sí quiero”.

Wendell tuvo que sostenerla y abrazarla.

Ella lloró contra su pecho durante un tiempo indeterminado antes de levantar la vista y pedirle un beso.

Wendell la besó repetidas veces, también le dio algunos besos en la cara y dijo:

“Te amo, Milan”.

Mirándolo a los ojos, Milan sonrió alegremente y respondió:

“Yo también te amo, Wendell”.

La fiesta de Milan continuó llena de entretenimientos y bebidas.

Era la chica más feliz de la sala.

En una mesa, el Señor Gray se sentía como el padre más alegre, al ver a Milan realmente feliz,

Lo veía en el brillo de los ojos de Milan, en su sonrisa, en cómo se sonrojaba y en cómo abrazaba constantemente a Wendell.

Al Señor Gray le encantaba especialmente que Milan fuera bien recibida por el circulo de amigos de Wendell.

Imaginó que su hija tendría una familia maravillosa.

Luego, sacó su teléfono y buscó en el navegador:

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El Señor Gray sonreía de oreja a oreja mientras esperaba los resultados de su búsqueda.

“Los declaro marido y mujer”, dijo el juez después de que Wendell y Milan firmaran el contrato matrimonial en la corte.

Milan estaba sonriendo.

Wendell estaba sumamente feliz.

Ahora eran oficialmente marido y mujer.

El siguiente paso para la pareja era cumplir su promesa con el padre de Milan, y eso significaba tener la boda oficial.

Sean, Karise, Keith y Shantelle pudieron asistir a su boda en la corte. Todos ellos les desearon lo mejor para su vida matrimonial y su nueva etapa juntos.

Evan logró conseguir el último piso del Hotel Diamante de Rose Hills para Wendell, así que la pareja de recién casados se mudó allí esa misma tarde.

Ahora que estaban casados, el Señor Gray les dio su bendición para que Milan viviera con Wendell. Después de felicitar a los recién casados, Shantelle se excusó diciendo:

“Wendell, Milan, Tengo que irme. Tengo una operación dentro de unas horas”.

“Entiendo, Shanty. Por cierto, estamos programando la ceremonia en unos seis meses, ¿Lucas podrá asistir?”, le preguntó Wendell.

“Ay, Wendell, no tienes que cambiar la fecha de la ceremonia por nosotros, ni por Lucas”, le respondió Shantelle.

“Insisto. Quiero que Evan y tú estén allí. Sobre todo quiero que esté mi ahijado Lucas”, dijo Wendell.

Detrás de Wendell, Milan también dijo:

“Opino lo mismo”.

Shantelle dejó escapar un suspiro y respondió:

“Está bien, de acuerdo. Si insisten. Son realmente encantadores por tenernos en cuenta para su boda. De verdad los quiero”.

Shantelle los abrazó a ambos.

Sean carraspeó desde detrás de ellos y dijo:

“Ahora, me siento culpable”.

Esto se debía a que la boda de Sean se iba a celebrar en un mes, independientemente de la situación de Lucas.

“Ay, no te pongas así”, dijo Shantelle.

“La familia de Brooklyn es la que está planeando la boda. No puedes decepcionar a tu futura familia política. Además, no quiero que retrasen sus planes por nosotros”.

“Sí, y técnicamente, no lo estamos haciendo”, corrigió Wendell.

“Esta boda se nos vino encima, saben, ¿No? Necesitamos tiempo para prepararlo. Necesitamos programarla para el momento adecuado, cuando Evan y tú estén libres de preocupe”

“De nuevo, creo que es muy dulce de tu parte, Wendell, pero podemos discutir esto en otro momento. Tengo que irme”, le dijo Shantelle.

Se despidió y le dio un beso a Karise.

“¿Tuvieron una noche larga?”, le preguntó Shantelle a Evan por teléfono.

“¿Cómo le va con su primera dosis?”.

Shantelle se estaba preparando para una operación cuando decidió llamar a su esposo, ya que no contestó a primera hora de la mañana.

“Más bien estaba preocupado por nada. Mi mente me mantuvo despierto toda la noche”, dijo Evan.

“Hasta ahora, Lucas lo está tolerando bien. Ahora mismo está durmiendo. Vamos a dejarlo descansar y lo despertaré más tarde”.

“Pero el Doctor Patel sí me advirtió que el medicamento de la mañana será difícil”, agregó Evan.

“Cierto”, respondió Shantelle.

Se quedó en silencio durante unos segundos, pensando.

Casi se le salían las lágrimas mientras le advertía a su esposo:

“Será mejor que le des fuerzas, Evan. Tienes que hacerlo”.

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