La exesposa del CEO es una cirujana
Capítulo 182

Capítulo 182:

Keith encendió momentáneamente las luces del interior del coche porque no podía resistirse a mirar.

Era todo un reto moverse por el coche, pero Karise hacía todo lo posible para comérselo desde el centro y a un lado, dejando que su punta le rozara la mejilla interior.

Cada vez que Keith conseguía una vista perfecta, siseaba, y su boca se abría para dejar escapar un grito er%tico.

Cuando Karise sintió que ya lo había dejado perfectamente lubricado, volvió a apagar las luces y se sentó sobre él lentamente.

En ese mismo instante, mientras dejaba que su duro miembro entrara poco a poco en ella, ambos g!mieron de placer.

Karise se sentía totalmente llena, mientras que Keith se sentía caliente y mojado.

“Maldición, me encanta. Me encanta estar dentro de ti”, comentó Keith.

Karise se apoyó en él y sintió cómo su miembro tocaba sus paredes internas.

Entonces, ella empezó a rockear el mundo de Keith.

Arriba y abajo, Karise rebotó encima de Keith repetidas veces.

El sonido de sus carnes resonó en el pequeño espacio del coche de Keith.

“Bebé, eres preciosa”, comentó Keith.

Sus ojos ya se adaptaron a la oscuridad y podía distinguir la se%y figura de Karise.

Sus pechos rebotaban mientras seguía cabalgándolo.

Un siseo salió de los labios de Keith mientras recorría su figura.

Le acarició los pechos, le palpó la cintura y la agarró por detrás.

No podía cansarse de ella. ¿Quién habría pensado que un simple arreglo de conveniencia le traería tanta excitación y satisfacción?

Desde fuera, el coche de Keith se movía a la par que ellos hacían el amor.

Keith a veces miraba más allá de las ventanas de su coche por si alguno de sus amigos los buscaban.

Había una emoción añadida de tener se%o afuera de la casa de Evan, sabiendo que el lugar no era suyo desde el principio.

“¡Aah! ¡Keith!”

Cuando Karise lo llamó por su nombre, Keith sintió sus brazos. Se le estaba formando la piel de gallina, así que sabía que ya estaba por llegar a su clímax.

La sujetó por la cintura y la ayudó con la p%netración. Empujó hacia arriba, entrando y saliendo de ella y dijo:

“Juntos, bebé… ¡Aahh!”.

Keith explotó en el v!entre de Karise.

Mientras Karise temblaba en los brazos de Keith por el subidón al que acababan de llegar, el cuerpo de Keith se agitaba en éxtasis.

Podía sentir cómo su miembro se retorcía dentro de Karise; empujó y empujó mientras aguantaba su peso para dejarlo todo dentro de ella.

Acariciándole la cara, Keith le pidió un beso.

Se besaron durante un minuto antes de que Keith dijera:

“Bebé, ¿Sientes eso? Sigo duro. Creo que será mejor que nos despidamos de nuestros amigos y nos vayamos a casa”.

Karise se enderezó.

Se apoyó en él y respondió:

“Sigues duro”.

Se movió hacia arriba y hacia abajo, sintiendo cómo Keith se retorcía dentro de ella.

“Qué bien se siente. ¿Cuánto más puedes durar?”

En los minutos siguientes, el coche volvió a moverse sin parar.

“¿Karise? ¿Keith? ¿Dónde están?”, llamó Shantelle mientras salía hacia la entrada.

“¿No dijeron que darían un paseo por el patio?”

Desde su línea de visión, no vio a nadie.

Estaba a punto de regresar al interior de la casa cuando de repente se dio cuenta de que el coche de Keith se movía erráticamente.

Entrecerró los ojos, tratando de mirar a través de la ventana de cristal tintado.

Pudo distinguir un marco, saltando en el asiento del conductor.

“¡Ay Cielos! ¡Mi chica es tan traviesa! Bueno, al menos eso significa que Keith la tranquilizó”, comentó Shantelle.

“¿Pero se%o en el coche? ¡Maldita sea! Me aseguraré de probarlo”.

Shantelle volvió al grupo e informó de que Karise y Keith seguían discutiendo.

Dijo: “Lo están arreglando de una forma única”.

Después de que Keith y Karise tuvieran su experiencia en el coche, volvieron al grupo para llenar sus estómagos.

Se marcharon de la mansión al mismo tiempo que Wendell y Sean.

Finalmente, cuando la pareja se quedó sola en la entrada, Shantelle se acercó seductoramente a su esposo y lo abrazó.

Le sugirió:

“Esposito, ¿Quieres probar se%o en el coche?”

“¿Ah?”

El hombre se sorprendió.

De repente, su esposa estaba interesada en explorar otro entorno sexual.

“Esposita, ¿De dónde viene esto?”.

Shantelle agarró el brazo de Evan y respondió:

“Pillé a Keith y Karise teniendo se%o en el coche. vamos”.

Al principio, probaron con el deportivo de Evan, pero cuando el hombre se subió, se dieron cuenta de que no había espacio para acomodar a Shantelle y su barriga.

Se trasladaron a la limusina de marca Audi de la familia.

Evan se acomodó en un asiento y Shantelle intentó trepar por encima de él.

Por desgracia, su barriga la estorbaba.

La pareja apenas podía besarse sin incomodarse.

“Hazlo por detrás”, sugirió Shantelle.

Se giró rápidamente hacia el asiento opuesto, exhibiendo el trasero.

Evan le besó las nalgas, pero pronto Shantelle se quejó:

“Siento que mi peso es demasiado. Me podría caer en esta posición. Probemos el todoterreno y hagámoslo en el asiento trasero”.

“De acuerdo, esposita”, reconoció Evan.

Se trasladaron al todoterreno, donde Shantelle pudo recostarse boca arriba. Sin embargo, esto requirió que Evan moviera las piernas de ella ya que no podía separarlas con el asiento trasero bloqueando un lado.

“¡Ay! Evan, me estás clavando la pierna en el estómago!”, se quejó Shantelle.

Luego, sugirió:

“Probemos con la vaquera invertida”.

“Eso sí que es se%y, esposita”, dijo Evan antes de sentarse y ayudar a su esposa encima de él.

Finalmente, llegaron al punto de p%netración.

Shantelle cargaba con su peso, subiendo y bajando sobre Evan.

Los g$midos empezaron a salir de sus labios, pero después de solo dos minutos, Shantelle golpeó su espalda contra la de Evan.

Suspiró y gritó:

“Estoy demasiado pesada. No puedo soportar mi peso y el de los bebés”.

G!mió y dijo:

“Me rindo. Vayamos a la habitación. Es más cómodo allí”.

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