La exesposa del CEO es una cirujana -
Capítulo 175
Capítulo 175:
“Quiero princesas Shantys”, respondió Evan alegremente.
“Sería bueno que fueran niñas. Los niños pueden ser realmente demasiado enérgicos, al menos con mi experiencia con Lucas”, describió Shantelle.
Con una mano en el pecho, agregó:
“Pero mientras sean nuestros, Evan, nos darán mucha alegría, independientemente de su género”.
“Tienes razón, esposita”.
Mientras tenía el brazo sobre el hombro de Shantelle, declaró:
“Esta vez, no me perderé ni una sola etapa”.
“Se mueven mucho”, comentó Evan al ver la ecografía de diecinueve semanas.
Mientras se ponía la mano en el pecho.
Evan no pudo controlar la sonrisa.
Dijo: “Nunca pensé que sentiría esta emoción. Es tan hermoso ver la vida dentro de tu v!entre, Shanty”.
Evan agarró la mano de Shantelle y dijo:
“Me alegro de haber venido”.
Se le llenaron los ojos de lágrimas al ver la forma de los gemelos.
A través de la ecografía 3D, vio que sus caras, narices, labios y dedos tenían una forma perfecta.
Le encantó sobre todo ver cómo se movían sus extremidades.
Recostada en la cama del hospital, Shantelle también lloraba mientras observaba la pantalla.
Gracias a las tartas de piña, los gemelos estaban muy activos ese día.
Uno de los gemelos se sujetaba las piernas y Evan podía ver claramente el género del niño.
Al ver un p%ne colgando entre ambos, Evan respiró hondo y anunció:
“¡Yo quería niñas, pero está claro que este pequeño es un niño!”.
Evan se alegró a pesar de todo, sobre todo porque Lucas quería un hermano.
Afirmó:
“El próximo será sin duda una niña. Si no, seguiré trabajando en ello”.
Shantelle le dio un golpe en el brazo, advirtiéndole:
“¡Déjame parir primero, Evan! Deja de pensar en tener otro”.
“Su latido también es estupendo”, le felicitó la Doctora.
“¿Pasamos al siguiente bebé?”.
“SÍ”, dijeron Evan y Shantelle al mismo tiempo.
Tardaron más en identificar el se%o del siguiente bebé.
El segundo bebé mostraba sobre todo la espalda y las piernas unidas.
La Doctora tuvo que navegar con la sonda de ultrasonidos, a veces haciendo cosquillas al segundo gemelo con la misma sonda.
Al cabo de un rato, el bebé acabó cediendo.
Shantelle abrió mucho los ojos y Evan se quedó boquiabierto.
“Enhorabuena”, anunció la Doctora.
“Es un…”.
…
El siguiente fin de semana, la pareja organizó una pequeña reunión en su nueva casa, a la que invitaron a amigos cercanos y familiares.
Querían anunciar el género de los gemelos.
Los amigos cercanos de Evan estaban allí, incluyendo a James, su asistente. Los Thompson también estaban presentes, ansiosos por la revelación de género.
Shantelle invitó a Karise y, por supuesto, sus padres también estuvieron presentes.
Todos comieron al aire libre en el enorme jardín.
Cuando terminaron de degustar los platos principales, la Señora Shaw y Miguel sacaron bandejas de pastelitos.
Las distribuyeron a cada invitado.
“Así que, dependiendo del color del relleno de sus pastelitos, eso nos indicará el género de los bebés”, anunció Shantelle mientras esperaba a que todos tomaran un trozo.
“Serán niños. ¡Formará parte del equipo de los chicos!”, afirmó Sean, haciendo que todos rieran entre dientes.
“No losé. Yo estaba bastante contento con Shanty”, comentó William y le guiñó un ojo a Shantelle.
“Ay, papá. Gracias”, dijo Shantelle. “Te amo a ti ya mamá”.
Evan tenía la boca cerrada todo el tiempo.
Le recordó a sus amigos:
“Si son niños, ya saben qué regalarles. Si son niñas, ya saben qué comprarles para las ocasiones especiales”.
Sean, Wendell y Keith se echaron a reír.
Evan era el hombre más adinerado de la ciudad, pero también era inflexible a la hora de aprovecharse de la riqueza de sus amigos.
Por suerte para Evan, sus amigos no les preguntaban cómo se lo devolvería Evan cuando les llegara el turno de tener hijos.
“¿Todo el mundo tiene un pastelito?”, preguntó Shantelle.
“¡Sí!”, dijo la Señora Shaw, levantando dos pastelitos.
“¡Y yo también!”
Miguel sostenía una bandeja de pastelitos mientras decía:
“Apuesto a que todas estas tienen relleno azul”.
“¡No! ¡Quiero una niña!”, declaró la madre de Evan.
“¡Va a ser rosado!”.
“Yo también quiero una niña”, dijo Erick.
“Evan era un bebé muy travieso”.
Se escucharon risitas a su alrededor.
Lucas también se reía de cómo su abuelo describía a Evan.
Lucas fue el último en decir:
“¡Quiero hermanos!”.
“¡Bueno, entonces! Vamos a tomar un bocado, ¿De acuerdo?”, dijo Shantelle.
“A la de tres, todos”, propuso Evan, levantando su propio pastelito.
“¡Tres, dos, uno!”
Cada uno dio un mordisco.
Evan y Shantelle también dieron un mordisco, pero en lugar de comprobar el relleno, observaron las reacciones de sus familiares y amigos.
“¡Es un niño!”, gritó Lucas, mostrando su pastelito relleno de azul.
“No, es una niña”, dijo Karise, presumiendo su pastelito.
“Yo tengo relleno rosado”.
“Yo también tengo relleno rosado. Sabe muy bien”, comentó Sean.
“Yo tengo azul”, dijo Keith, volviendo a mirar su pastelito y comparándola con la de Karise.
“El mío también es azul”, reveló Wendell.
“¡Yo tengo rosado!”, anunció Clara.
“¡Yo también tengo rosado!”, anunció Eleanor.
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