Capítulo 146:

Cuando Shantelle terminó de hablar, Millet preguntó, tratando de decirlo en tono amistoso:

“Señor Thompson, qué amable de su parte casarse con Shantelle cuando ella es una madre soltera con un hijo de un matrimonio anterior. Es decir, usted sabe que tiene un hijo ilegítimo, ¿Verdad? La mayoría de los hombres solteros se lo pensarían dos veces antes de estar con una divorciada y mucho más compartiendo la atención de un niño con su verdadero padre”.

Con calma, Millet indicó:

“Debe de tenerle lástima a Shantelle para proponerle matrimonio y conveniencia. Es usted muy amable, Señor Thompson”.

Shantelle frunció los labios.

Trató de hacer que Millet se diera cuenta de que no tenía sentido competir con ella, pero parecía que su antigua compañera quería ser castigada en manos de Evan.

“¿Qué dijiste?”, preguntó Evan, con un tono serio y severo.

“Señor Thompson, no se enfade por favor”, agregó Penélope.

“Como una persona responsable, Millet pensó que usted debía saber la verdad sobre Shantelle”.

Millet asintió y le explicó a Evan:

“Shantelle y yo estudiamos medicina en la misma facultad, en Warlington. Al principio, ella decía que era soltera. Luego, ¡Acabó quedándose embarazada! Más tarde, reveló que antes estuvo casada”.

“¿Cómo te atreves a cuestionar a mi esposa y a mi hijo?”, gritó Evan.

Su mano se puso en un puño y sus ojos se llenaron de irritación.

“Shantelle estuvo casada, es verdad. ¡Lo sé porque estuvo casada conmigo!”.

Después de escuchar las palabras de Evan, las mujeres de aquella mesa se quedaron estupefactas.

Todas se dieron cuenta de lo profunda que era la historia entre Shantelle y Evan.

“Si, nos divorciamos, pero fue por mi culpa. Cometí un grave error durante nuestro matrimonio, así que Shantelle abandonó Rose Hills. De igual manera, aunque nuestro hijo, Lucas, nació fuera de nuestro matrimonio, ¡Sigue siendo mío y lleva mi apellido!”, gritó Evan.

“No sabes nada de nuestro pasado. ¡¿Qué te hace pensar que tienes derecho a juzgar a mi esposa y a mi hijo?!”.

“¿Y qué importa si Shantelle estuvo casada anteriormente? ¿Aunque no fuera conmigo? Ella sigue siendo hermosa, inteligente y amable. El fracaso de nuestro primer matrimonio no fue culpa suya”, aclaró Evan.

“¿Cuánto tiempo llevas menospreciando a mi esposa? ¿Desde la Facultad de Medicina? Deberían castigarte por tu falta de moral”.

Millet se quedó perpleja.

La cara se le puso pálida al estar frente a la furia de Evan. Sin embargo, antes de que pudiera responder, Evan preguntó:

“¿En qué hospital trabajas? Veamos si sigues teniendo esa conhanza después de que hable con tu jefe. ¿No tienen los Doctores un código de ética? ¿O solo se aplica a sus pacientes?”.

Penélope se golpeó la boca con la mano.

Repitió mentalmente:

“¿Qué? ¿El Señor Thompson es el ex-esposo de Shantelle? ¿Y se van a volver a casar?”

Lo mismo pensaba Millet.

Quería revelarle a Evan que Shantelle valía menos por haber estado casada antes, pero resultó que ¡Él era el ex-esposo desde el principio!

Evan empezó a llamar a los oficiales de la asociación, alarmando a las compañeras de Shantelle.

Penélope fue la primera en agachar la cabeza, diciendo:

“Lo sentimos, Señor Thompson. Lo sentimos”.

Millet no pidió disculpas.

Tenía la boca entreabierta, pero no pronunció ni una sola palabra. Penélope y sus compañeros de grupo tuvieron que sacar a Millet a rastras para escapar de la ira de Evan.

Cuando los oficiales de la Asociación de Cirujanos Torácicos se acercaron a Evan, éste les contó lo sucedido durante su intercambio con las compañeras de Shantelle.

El rostro de Evan se puso rojo mientras exigía con furia que disciplinaran a los Doctores por sus malos modales.

Sin embargo, fue Shantelle quien tranquilizó a Evan.

Le dijo:

“Evan, para”.

“Las palabras no me hacen daño. Al menos ahora demostramos algo”.

Shantelle jaló a Evan hacia ella.

Le acarició la cara y le dijo:

“En la universidad, Millet siempre utilizaba mi embarazo para menospreciarme, pero ahora que lo sabe todo, ya no puede utilizarlo como una burla hacia mi”.

“Además, apuesto a que después de enterarse de ti, estará muerta de miedo para volver a menospreciarme”, señaló Shantelle.

“Así que no perdamos el tiempo con ella”.

“Solo quería demostrarle a ella y a la mayoría de mis compañeras de grupo quién eres y lo que eres para mi. ¿Podemos dejarlo así?”, preguntó ella.

“No”, dijo Evan.

“No sin ninguna advertencia, por lo menos”.

Se giró hacia el presidente de la asociación y le siguió pidiendo los datos de la Doctora Millet y de la Doctora Penélope.

Tras obtener la información, Evan se dirigió a Shantelle y le dijo:

“Le pediré a la abogada Scarlett que exija una carta de disculpa y que firmen un contrato que exija su compromiso de no volver a insultarte”.

“Pero Shanty, si vuelvo a escucharlas humillándote, ¡Te juro que no las dejaré escapar!”, prometió Evan. Shantelle aceptó.

“Si, señor poderoso”, reconoció ella.

Al ver que los oficiales se marcharon de vuelta a sus mesas.

Shantelle abrazó a Evan y le dijo:

“Deja de estar tan enfadado. No estás tan guapo cuando frunces el ceño”.

Escucharla decir un cumplido fue como magia.

La voz y las palabras de Shantelle calmaron al instante la ira de Evan.

Desde donde estaban, la agarró por la cintura y le preguntó con una sonrisa:

“¿De verdad mi esposa cree que soy tan guapo? ¿Soy más guapo que Keith?”.

Shantelle resopló mientras se reía.

“Keith y tú, ambos son guapos. Sus físicos son únicos”.

Un ceño ya se había formado en la cara de Evan.

Quería estar por encima de Keith en la mente de Shantelle, independientemente de que se habían reconciliado.

Entonces, Shantelle agregó:

“Pero para mí, tú eres el hombre más guapo del mundo. Más guapo que Henry Cavill”.

Evan no pudo evitar reírse.

Se inclinó, le dio un beso en los labios de Shantelle y dijo:

“Gracias, esposita. Te amo”.

Shantelle se mordió el labio.

Entrecerró los ojos y respondió:

“No te lo diré porque no quiero que lo hagamos en el baño”.

“Bueno, ¿Por qué lo haríamos en el baño cuando tenemos una habitación de hotel cinco pisos arriba?”, sugirió Evan con una sonrisa burlona.

“Dilo”.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar