Capítulo 121:

“No se preocupe por él. Está emocionado por abrir un hotel en Rose Hills. Aparte de eso, se muere por tomar un descanso, y ahora, finalmente tiene una excusa para hacerlo”, respondió Scarlett.

“Hasta el lunes, Señor Thompson. Salude de mi parte a Lucas y a la Doctora Shant”.

Después de la llamada con Scarlett, Evan se dio vuelta hacia Lucas.

Acababan de terminar la primera de la lista de actividades del chico y Lucas estaba ansioso por cumplir la siguiente.

Lucas hizo una lista en su tableta.

Marcó la primera, que era helado y palomitas, y luego pasó a la siguiente.

“¡Sala de juegos!”.

En la siguiente hora, Evan y Lucas jugaron con las máquinas de juegos de una sala en un centro comercial cercano.

Evan ordenó el cierre de todo el local solo para su hijo.

Miguel y Andy, los seguían ya que estaban paseando en público. Lucas también tendía a correr por doquier cuando estaba demasiado emocionado, así que Evan necesitaba un ayudante para perseguir a su hijo de vez en cuando.

Después de los juegos, se dirigieron a un circuito de karts. Evan también prometió llevar a Lucas a una carrera de obstáculos más tarde. No había ninguna en Rose Hills, así que tendrían que salir de la ciudad.

A las una de la tarde, Shantelle aún no había terminado su operación.

Por lo tanto, después de un tardío almuerzo, el padre e hijo vieron una película juntos. La película era una animación infantil sobre supermascotas.

Lucas estaba encantado, aunque a Evan no le interesó mucho la película. Lo único que le interesaba era la alegría en los ojos de Lucas.

Para él, la expresión de su hijo era más divertida que cualquier cosa en la pantalla.

Finalmente, a las tres de la tarde, Shantelle llamó a Evan para avisarle que había terminado la operación.

Lucas y Evan se dirigieron al centro cardiopulmonar, con Miguel y Andy siguiéndolos en otro coche.

Durante el trayecto, Evan se fijó en cómo Lucas estaba concentrado en su tableta, observando alegremente su lista de actividades.

Desde donde estaba sentado, Evan no podía ver con claridad qué estaba haciendo su hijo. Lo único que pudo notar era que la lista no estaba marcada.

“Ya hicimos algunas de tus actividades, Lucas. ¿No deberías tacharlas? ¿O quieres repetir?”, preguntó.

Lucas se giró hacia él y se dio cuenta de lo que había dicho su padre. Se rio.

“Papá, esta lista es diferente”, contestó.

“¿Una lista diferente? ¿De qué es?”, preguntó Evan apoyándose en el asiento.

Lucas le pasó la tableta a su padre y Evan leyó cada una de ellas.

[Cosas que hacer con papi cuando regrese a clases].

[Pedirle a papi que me lleve a la escuela].

[Enseñar a papi a mis amigos y profesores].

[Pedirle a papi que participe en el día familiar de la escuela con mami].

[Pedirle a papi que participe en el día de las profesiones de la clase].

[Pedirle a papi que venga con mamá a recibir mi diploma de honor durante la entrega de premios].

[Pedirle a papi que vea mi recital].

Después de leer la nueva lista, a Evan le dolió el pecho. Se le llenaron los ojos de lágrimas. Evan tuvo que respirar hondo y aguantarse las lágrimas antes de sonreírle a Lucas.

“Claro que las haré contigo, Lucas. Sacaré todo el tiempo del mundo para experimentar esto contigo”, afirmó.

Lucas reflejó una sonrisa brillante.

“¡De verdad, papá! En Warlington, solo mamá, la abuela o el abuelo venían a la escuela conmigo. Sería genial que te unieras a mis actividades escolares”, dijo.

“Allí estaré. Te llevaré a la escuela, no todos los días, pero te prometo que algunos días lo haré. Puedes presentarme a tus compañeros y amigos, y también a tus profesores. Mamá y yo participaremos en tus actividades escolares y sin duda estaré allí para recibir el premio de mi hijo. Y no estaré solo yo. Tu abuela Clara y tu abuelo Erick también estarán allí”, juró Evan, moqueando.

“Ven aquí”.

Lucas se desabrochó el cinturón de seguridad y abrazó a su padre. Evan lo abrazó con fuerza.

“No voy a ir a ninguna parte. Estaré aquí. Te amo, hijo”, le dijo.

“Yo también te amo, papá”, respondió Lucas.

El resto del trayecto hasta el centro cardiopulmonar fue muy emocional para Evan. Se había perdido tantos años junto a Lucas, por lo que prometió compensarlo cada día.

“¿Qué pasó? ¿Cómo te fue en la operación?”, preguntó Evan a Shantelle en cuanto subió al coche con ellos.

“Mamá, ¿Qué te pasa? ¿Por qué te ves tan triste?”, preguntó Lucas desde su asiento.

Shantelle sacudió la cabeza.

Era como si estuviera utilizando todas sus fuerzas para forzar una sonrisa. Se aclaró la garganta.

“Solo estoy… cansada. Eso es todo. No es nada, cariño. ¿Puedes darle un abrazo a mami? Extrañé a mi bebé”, mintió.

“¡No soy un bebé, mami”.

Se quejó Lucas, pero aun así abrazó a su madre y le dijo:

“¡Yo también te extrañé, mami! Papi y yo nos divertimos mucho hoy. Ojalá hubieras estado con nosotros para jugar”.

“Me alegro de que tuvieras una cita con papi”, dijo Shantelle.

Cerró los ojos, disfrutando el aroma de su hijo y luego le besó sus mejillas.

“Te amo, cariño”, agregó.

“Yo también te amo, mamá”, respondió Lucas.

Cuando llegaron a la villa, Lucas se fue a dormir.

Fue cuando llegaron a la habitación principal que Shantelle por fin le contó a Evan lo que le preocupaba.

“Evan, tengo los resultados del análisis de sangre de Lucas”, le dijo.

“¿Y? ¿Cómo se ve? ¿Esta es la razón por la que te veías tan preocupada antes?”, preguntó Evan.

Shantelle asintió.

“Si”, admitió.

Sacó los resultados del análisis de sangre de su bolso y se los mostró a Evan.

“En el pasado, Lucas tenía los glóbulos rojos bajos, lo que sugería anemia. Pero ahora, estos resultados muestran que Lucas tiene los glóbulos rojos y los glóbulos blancos bajos. Aparte de eso, su recuento de plaquetas está en el límite”, dijo.

“Evan, eso… eso quiere decir que tiene un fallo de médula ósea”, reveló finalmente Shantelle.

“¡Por cielos! Soy Doctora. Se supone que no debería asustarme así, pero no puedo evitarlo. Es mi hijo”.

“Shanty, espera. Lucas también es mi hijo. Esposita, por favor, explícamelo”, pidió Evan.

Shantelle respiró hondo.

“La médula ósea es una sustancia que se encuentra en el centro de nuestros huesos. Fabrica células madre y otras sustancias, que a su vez producen células sanguíneas” explicó.

Shantelle tragó saliva.

“Lucas no produce suficientes células sanguíneas sanas. No es grave, pero el hecho de que sus resultados estén por debajo de lo normal significa que tenemos que hacerle más pruebas”, agregó Shantelle pasándose los dedos por el cabello.

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