Capítulo 114:

“¿Por qué mi hija se apuñalaría a sí misma en el brazo? ¿Sabes lo doloroso que puede ser? ¿De verdad crees que se causaría tanto dolor a sí misma? Fue claramente alguien más ¡Y lo sabes perfectamente porque tu esposa es una paranoica!”.

“¡A menos que…!”.

Scarlett Wright, la abogada de Evan, intervino.

“¡A menos que la Señorita Turner tenga algo que ganar echándole la culpa a la Doctora Shant!”, alzó la voz para señalar

“¿Por qué no ponemos a prueba mi teoría y comprobamos si la Doctora Shant apuñaló a la Señorita Turner o no?”, sugirió Scarlett.

Sus ojos miraban con confianza a todos los que estaban de pie frente a la entrada del salón de baile.

“¿Le gustaría eso, Señorita Turner? ¿Le gustaría comprobarlo ahora? ¿O quizás se siente culpable, tiene miedo y quiere evitar que indaguemos?”.

“¡Arreglemos esto ahora mismo! ¡Nadie se atreve a acusar a mi esposa y se sale con la suya!”.

“¡Asegura las entradas y las salidas! Podemos dejar entrar a la policía, ¡Pero que nadie salga hasta que se descubra al verdadero culpable!”, ordenó Evan al jefe de seguridad.

“No, queremos ir al hospital y ocuparnos de esto más tarde”.

Jason se apresuró a agarrar el brazo de Jessica. Intentó alejarse de la multitud, pero lo que escuchó en su lugar fue el tono dominante de Evan.

“¡Que nadie salga! Y es una orden. ¿No sabe quién soy?”.

Evan, mientras sus ojos se ensombrecieron.

“¡SE QUEDAN AQUÍ!”

Al final llegó la policía, pero como Evan era Evan, decidieron evaluar las versiones de ambas partes antes de llevarse a cualquiera para interrogarlo. Evan quería llevar la discusión al otro salón de baile, pero

“No, que se queden todos aquí”, dijo Shantelle.

Shantelle miró a los que antes la habían juzgado.

“Sería bueno que todos escucharan sobre lo ocurrido”, dijo mirando a los demás.

“Y a los que ya publicaron esto en las redes sociales, por favor, sigan compartiendo lo que está ocurriendo. Que la comunidad sepa también”.

Cuando Shantelle se sentó en la silla que le habían asignado, Scarlett, la abogada, le guiñó un ojo y ella le devolvió el guiño. Shantelle no sabía del todo por qué, pero tenía la sensación de que ella y la abogada estaban totalmente sincronizadas.

Scarlett se sentó a su lado mientras Evan ocupaba el otro asiento, a la izquierda de Shantelle, Keith estaba detrás de Shantelle, al igual que Karise. Wendell y Sean también estaban, junto con William, el padre de ella.

Evan no se molestó en llamar a sus propios padres. No quería que a su padre se le subiera la presión, teniendo en cuenta que aún se estaba recuperando de su operación.

Un agente de policía separó a la multitud, mientras que otros dos se acercaron a las personas envueltas en el incidente. Uno del lado de Jessica y otro del lado de Shantelle.

Las autoridades presentes ya habían ayudado a asegurar el arma en el brazo de Jessica. A estas alturas, su herida había sido tratada adecuadamente por la enfermera del hotel. La herida no era demasiado profunda y no requería cirugía. Por lo tanto, Jessica podía explicar su versión de la historia.

“Empecemos con la Señorita Turner. Por favor, díganos qué pasó”, dijo la policía.

Jessica se giró hacia su padre. Jason asintió en respuesta. Algunos de sus conocidos de negocios les expresaron su apoyo y estuvieron a su lado. Algunas parejas, que le creían de todo corazón a Jessica, también les dieron su apoyo.

“Estaba en el baño cuando entró la Doctora Shant. Creo que me siguió por detrás”, relató Jessica.

“Me confrontó a solas por el artículo que había salido, pero yo le dije que no tenía ni idea de ello y que, además, ese artículo solo decía que yo era una buena pareja para el Señor Thompson”.

“¡De repente me apuñaló en el brazo! ¡Dijo que quería matarme!”, describió Jessica. Las lágrimas empezaron a caer por su cara nuevamente.

“Todos escucharon qué tan celosa ella estaba hace un momento. Me tiene mucha envidia”.

“Ella es demasiado fuerte. No pude hacer nada contra ella. Dijo que quería matarme por intentar interponerme en su relación con el Señor Thompson. Los celos pueden hacer que una mujer haga cosas impredecibles, ¿Sabe?”.

Jessica miró a las personas que la rodeaban.

“¡Muchas mujeres han sido asesinadas por culpa de los celos!”, espetó.

“Puede revisar el cuchillo del pintalabios. Debería tener las huellas de la Doctora Shant”, agregó Jessica.

“¡Maldita mentirosa!”.

“Shanty nunca le haría daño a nadie. Solo espera a ver cómo haré para que te rechacen la entrada a cualquier compañía de seguros”, dijo Keith detrás de Shantelle.

Scarlett abrió la boca, a punto de cuestionar las afirmaciones de Jessica. Sin embargo, Shantelle levantó una mano, dando a entender que quería hablar.

“Permítame”, dijo Shantelle.

Scarlett asintió en señal de aprobación. Shantelle miró tranquilamente a los agentes de policía. Narró su versión de la historia, contándoles a todos cómo Jessica la engañó para que sostuviera el pintalabios.

“Señores policías, damas y caballeros, yo soy cirujana. Soy una de las mejores en mi campo. Casi todos los días sostengo un bisturí y lo uso para salvar vidas. Dados mis conocimientos de anatomía y mi habilidad para sostener un cuchillo, si realmente hubiera querido matar a la Señorita Turner como ella dice, definitivamente NO FALLARÍA”, explicó.

“¿Por qué la apuñalaría en la parte exterior del brazo cuando sé dónde están sus venas principales? Habría apuntado a su arteria braquial o a la vena yugular, dejándola morir en cuestión de segundos. Ella no estaría aquí para contario”, describió Shantelle.

“Por otro lado, ¿Por qué querría alguien organizar un asesinato en un hotel lleno de gente y mucho más en medio del evento de mi esposo?”.

Shantelle miró a su alrededor.

“¿Hay algún otro profesional médico aquí? Debería saber de lo que hablo”, preguntó.

La enfermera que había atendido antes a Jessica asintió repetidas veces.

“Eso tiene sentido”, dijo la enfermera.

En el momento en que Shantelle soltó esas palabras, la multitud que los rodeaba empezó a murmurar, hablando de los comentarios de Shantelle.

“Cuando planeaste todo esto, no lo pensaste bien, ¿Verdad?”, dijo Shantelle sonriendo a Jessica.

“Por cielos. ¿Acaso Jessica montó todo este numerito?”, dijo un invitado. El resto empezó a entender lo que Shantelle sugería.

“Apuesto a que si llevamos esto a los tribunales y el juzgado solicita el historial de su tarjeta de crédito, encontraremos que compró el cuchillo pintalabios. ¿No es así, Señorita Turner?”, insinuó la abogada.

El rostro de Jessica palideció. Se giró hacia su padre y, al ver que él también se veía impotente, respondió sin pensar.

“Si, ella es una Doctora experta, pero me defendí para que no pudiera apuñalarme bien”.

Scarlett no pudo evitar soltar una risa.

“¿No dijiste que no pudiste hacer nada contra la fuerza de Shantelle? Además, cualquiera persona que se hubiera defendido tendría cortadas en las manos y debajo del antebrazo por el encuentro. Tú, en cambio, no tienes nada”, dijo después.

En ese momento, James regresó con un portátil y un altavoz. Lo colocó en la mesa de recepción del evento. Al ver que los preparativos estaban listos para desenmascarar a los Turner, Evan se levantó.

“Pero no perdamos más de nuestro precioso tiempo, porque tenemos una fiesta a la que asistir”.

Evan fulminó con la mirada a Jason y Jessica.

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